Dos deportistas que competirán en los Juegos Olímpicos de París como “mujeres” fueron descalificados previamente de un campeonato mundial femenino por tener “cromosomas XY”. El argelino Imane Khelif y el taiwanés Lin Yu-Ting competirán la próxima semana en el boxeo femenino olímpico a pesar de las preguntas suscitadas en el pasado sobre su sexo biológico.
El Campeonato Mundial de Boxeo Femenino tuvo lugar en marzo de 2023 en Nueva Delhi, India. Un total de 324 boxeadoras de 64 países compitieron durante los 10 días que duró la prueba, lo que supuso la mayor participación jamás registrada en cualquier iteración del campeonato.
Sin embargo, el gran acontecimiento se vio empañado por la polémica después de que Umar Kremlev, presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), anunciara la descalificación de varios boxeadores del campeonato.
Kremlev declaró que los directivos de la IBA se habían reunido antes de la gran final del campeonato para debatir sobre “la equidad entre las atletas y la profesionalidad”, después de que surgieran preocupaciones sobre el sexo de algunas participantes. Agregó que después de “una serie de pruebas de ADN“, la IBA “descubrió deportistas que intentaban engañar a sus colegas y se hacían pasar por mujeres”.
En declaraciones a TASS News, Kremlev afirmó que las pruebas habían demostrado que los atletas en cuestión “tenían cromosomas XY y, por tanto, fueron excluidos de los eventos deportivos”.
Entre los descalificados estaba Imane Khelif, un boxeador argelino que iba a enfrentarse a la china Yang Liu en la final de peso wélter. Khelif fue retirado del combate por la medalla de oro y, en su lugar, se le permitió a la tailandesa Janjaem Suwannapheng, que había perdido contra Khelif en las semifinales, luchar contra Yang.
En un comunicado público, la IBA escribió que “un boxeador de Argelia, Imane Khelif, fue excluido del Campeonato Mundial de Boxeo de la IBA por no cumplir con los criterios de elegibilidad de la IBA”. Pero el Comité Olímpico Argelino negó las afirmaciones de la IBA, atribuyendo la descalificación de Khelif a una “conspiración” para evitar que Argelia consiguiera una medalla de oro en boxeo.
Aunque aludieron vagamente a que Khelif había sido eliminado por “razones médicas” relacionadas con altos niveles de testosterona, agregaron que apoyarían el viaje de Khelif a los Juegos Olímpicos de París 2024 a pesar de todo.
Pero tras la polémica descalificación, una boxeadora decidió hablar sobre su experiencia peleando contra Khelif en el ring en el campeonato.
“Cuando peleé con ella lo sentí muy fuera de mi alcance”, escribió la boxeadora mexicana Brianda Tamara en X. “Me lastimaban mucho sus golpes, creo que nunca en mis 13 años de boxeadora me había sentido así, ni en mis sparring con hombres. Gracias a Dios ese día bajé con bien del ring, y que bueno que por fin se dieron cuenta”, dijo Tamara.
Cuando pelee con ella lo sentí muy fuera de mi alcance, me lastimaban mucho sus golpes, creo que nunca en mis 13 años de boxeadora me había sentido así, ni en mis sparrings con hombres. Gracias a Dios ese día baje con bien del ring, y que bueno que por fin se dieron cuenta pic.twitter.com/0mHyhNfq4X
— Brianda Tamara OLY (@BriandaTamara) March 26, 2023
La IBA descalificó del evento de manera similar a un segundo boxeador, el taiwanés Lin Yu-Ting, que también fue despojado de una medalla de bronce.
Lin había ganado previamente 5 medallas de oro en torneos de boxeo femenino.
A pesar de haberse enfrentado a la descalificación el año pasado, ambos boxeadores competirán en París como mujeres.
Khelif tiene previsto pelear contra la italiana Angela Carini el 1 de agosto, mientras que Lin Yu-Ting combatirá al día siguiente.
Aunque ninguno de los dos ha declarado que se identifican como transgénero, se sospecha que ambos padecen una Diferencia de Desarrollo Sexual (DSD), una categoría de afecciones médicas que engloba cualquier problema observado al nacer en el que los genitales son atípicos en relación con los cromosomas o las gónadas.
La DSD en los deportes de élite llamó la atención del público por primera vez durante el meteórico ascenso del corredor sudafricano Caster Semenya. Las rápidas mejoras en el rendimiento de Semenya a partir de 2009 inicialmente provocaron sospechas de consumo de fármacos, y el Atletismo Mundial (entonces llamada IAAF) fue muy criticado a nivel internacional por solicitar a Semenya que se sometiera a una prueba para determinar su sexo.
La mayoría de las mujeres, incluidas las atletas de élite, tienen niveles naturales de testosterona de 0,12 a 1,79 nanomoles por litro (nmol/L), pero Semenya tiene cromosomas XY y gónadas masculinas que producen el nivel normal de testosterona de un varón. En 2011, se le midieron a Semenya 15,6 y 29,3 nmol/L. Años más tarde, una decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo reveló que Semenya tiene una DSD en la que el desarrollo sexual masculino normal falla en el útero, lo que resulta en genitales externos que parecen ser una vagina al nacer, pero es en realidad un pene subdesarrollado.
En declaraciones a Reduxx, una representante del Consejo Independiente del Deporte Femenino (ICONS) condenó la confusión que había surgido en torno al sexo de los competidores debido a la decisión del Comité Olímpico Internacional en 2000 de poner fin a los controles de verificación de sexo.
“La decisión del COI de poner fin a la verificación de sexo en el año 2000 ha causado desconfianza y confusión en los deportes femeninos desde entonces”, dijo la cofundadora de ICONS, Marshi Smith. “Su decisión de 2021 de descargar la responsabilidad de los criterios internacionales de elegibilidad en los organismos deportivos individuales ha dado lugar a normas variadas y a un caos generalizado entre atletas, entrenadores, árbitros y el público”.
Smith señala que para los Juegos Olímpicos de 2024 se puso en marcha un nuevo sistema de clasificación de boxeo en el que la Junta Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) creó una unidad especial para organizar las competiciones de boxeo de París 2024.
Esta nueva unidad se creó después de que el COI suspendiera a la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que previamente había descalificado a Khelif y a Lin de los campeonatos femeninos, debido a la preocupación de que estuviera recibiendo financiación de Rusia.
En las preguntas frecuentes de la Unidad de Boxeo de París 2024, no se especifica ninguna directriz sobre la elegibilidad de género, algo que Smith sugiere que probablemente indica que se le dio a cada país una enorme cantidad de poder para considerar elegibles a sus propios atletas.
“En el boxeo, la reciente y polémica división entre la IBA y el COI ha puesto el poder de elegibilidad olímpica en manos de las federaciones nacionales de boxeo, lo que permite a países como Argelia y Taiwán establecer sus propias normas y continuar poniendo a boxeadores de sexo masculino en el ring con atletas de sexo femenino compitiendo por las medallas olímpicas femeninas”, explica Smith.
“El abuso físico de las mujeres en un escenario olímpico elimina la integridad de todas las pruebas olímpicas y supone un riesgo de lesiones de por vida o incluso la muerte para las atletas. No se puede permitir que este engaño continúe”.
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