Un violador que se dice trans alojado en una cárcel femenina presenta una demanda porque no quiere estar separado de las mujeres

Un travesti, que cumple tres cadenas perpetuas por delitos contra mujeres, ha presentado una demanda por discriminación para intentar que lo trasladen a la población general entre reclusas de sexo femenino. Thomas Preston Lamb, también conocido como Michelle Renee Lamb, se encuentra actualmente detenido en una cárcel de mujeres en Topeka, Kansas, pero separado de las reclusas, lo que Lamb considera inaceptable.

Lamb, de 82 años, alega que el Centro Penitenciario de Topeka y el Departamento Penitenciario de Kansas lo están discriminando por estar recluido en una parte separada, en lugar de poder relacionarse con frecuencia con las mujeres encarceladas.

Lamb presentó una demanda contra la gobernadora Laura Kelly, el Centro Penitenciario de Topeka y el Departamento Penitenciario de Kansas el pasado noviembre, y se espera que se dicte sentencia a principios de mayo.

Las autoridades del Centro Penitenciario de Topeka (TCF) tomaron la decisión de separar a Lamb de la población carcelaria femenina debido tanto a su historial como delincuente sexual como a su conducta durante su estancia en prisión. Lamb, que fue trasladado calladamente a la cárcel de mujeres (artículo en español) en enero de 2023, ha ignorado repetidamente las órdenes de no contacto y ha estado acosando sexualmente a las funcionarias de prisiones. En al menos una ocasión, fue acusado de conducta lasciva hacia una reclusa.

Según un informe del Departamento Penitenciario de Kansas (KDOC), el director del Centro Penitenciario de Topeka tenía la intención de alojar al asesino convicto entre la población general de reclusas, pero se empezó a preocupar cuando se negó a responder preguntas sobre sus delitos durante una evaluación de admisión utilizada para determinar el estado psicológica de los presos.

Los funcionarios de la prisión dijeron que la negativa de Lamb a responder preguntas sobre su pasado era “preocupante” porque sus “delitos más graves son acciones violentas específicamente contra mujeres, y porque ésta sería la primera vez en 50 años que el demandante conviviría con mujeres… La negativa del demandante a responder fue una señal de alarma”.

El informe también explicaba que la clasificación de Lamb de riesgo para la seguridad, que lo cataloga de amenaza potencial para las mujeres detenidas en TCF, se debía a la naturaleza de sus delitos y al riesgo potencial para las reclusas. A Lamb se le asignó entonces un alojamiento restrictivo con el objetivo de integrarlo finalmente en la población general femenina.

Sin embargo, su estatus de riesgo para la seguridad sigue vigente porque su conducta ha sido “depredadora hacia una residente y manipuladora hacia el personal de seguridad”, una acusación que Lamb ha rebatido en una queja de la Ley de Eliminación de Violaciones en Prisión (PREA).

Lamb tiene un informe disciplinario por infringir una regla contra la conducta lasciva al darle a una reclusa “un abrazo que continuó con otro apretón, que parece ser un ‘doble abrazo'”.

Además, Lamb había preguntado repetidamente a una funcionaria de prisiones si sus genitales [de él] “se veían bien y naturales” como resultado de la cirugía a la que se sometió, y le hizo preguntas a otra funcionaria diferente sobre su propia anatomía y hábitos sexuales. Los continuos comentarios sexuales llevaron a que la supervisora, la mayor Dona Hook, ordenara que Lamb fuera siempre escoltado por dos funcionarias de prisiones.

En una queja manuscrita de septiembre de 2023, Lamb argumentaba que su designación como riesgo para la seguridad, establecida solo dos meses después de su traslado a la prisión de mujeres en enero del año pasado, constituía un “delito de odio” contra él.

“Esta es una queja contra todos los involucrados en ponerme en estado OSR [riesgo de seguridad de otro tipo] y HR [restricción de alojamiento], y en mantenerme en ese estatus durante lo que ahora son ya seis meses”, escribió Lamb. “Solicito que se me coloque en el estatus de población general de inmediato, y que se elimine de mi expediente toda la información utilizada para colocarme en este estatus OSR”.

En una carta de queja separada presentada el mismo mes, Lamb afirmaba que las restricciones que se le habían impuesto eran tan “severas” que había estado sufriendo de ansiedad, había desarrollado erupciones cutáneas, se le había subido la tensión y corría el riesgo de morir de un ataque al corazón o de un derrame cerebral. También declaró que había comenzado a sufrir diarrea crónica como resultado de su falta de acceso a la población general femenina.

“He tenido numerosos ataques de diarrea debido a mis altos niveles de depresión, ansiedad y estrés causados por este ambiente tóxico y restrictivo”, escribió Lamb. “Me tratan como si fuera el enemigo público número uno aquí en TCF, estoy bajo escoltado de dos funcionarias todo el tiempo. Estoy triste y me despierto llorando por la noche. Se me niega la necesidad más básica, especialmente para nosotras las mujeres: la necesidad de tener contacto cercano y relaciones con otras mujeres”.

Las actas judiciales indican que Lamb había entablado una relación con una mujer problemática de 30 años con un historial de comportamiento disruptivo. Esta situación había provocado que Lamb “incumpliera repetidamente las normas y órdenes restrictivas de no contacto en el centro”.

Los funcionarios de la prisión también señalaron que a Lamb ya se le habían permitido múltiples excepciones a las reglas del centro, como el permiso para comprar maquillaje y pendientes. Desde que declaró “una identidad femenina” en 2006, el Departamento Penitenciario de Kansas (KDOC) ha proporcionado a Lamb “ropa interior femenina” en la cárcel, que es descrita como “terapéutica para la disforia de género de Lamb”. También se le han suministrado estrógenos y medicamentos bloqueadores de testosterona.

En respuesta a las quejas, el alcaide David McCabe señaló que a Lamb se le ofrecía tiempo fuera de su celda, tiempo al aire libre, interacciones grupales y “pleno acceso a profesionales médicos y de salud mental”, e instó a Lamb a “participar en interacciones y actividades positivas” con el fin de trabajar para que se le retirara su estatus de riesgo.

Thomas Preston ‘Michelle Renee’ Lamb, Departamento Penitenciario de Kansas

Antes de su demanda de noviembre, Lamb había estado amenazando a las funcionarias de la prisión en un intento de aumentar su acceso a la población reclusa femenina.

En julio de 2023, Lamb envió tres cartas a la coordinadora de reinserción de TCF, Angela Golightley, y a la supervisora del equipo de su unidad, Linda Hull-Viera, que había presentado el informe disciplinario contra él. En las cartas, Lamb se quejaba de que su salud se veía seriamente afectada por sus restricciones y ofrecía un acuerdo extrajudicial a sus demandas.

Si la dirección no accedía a sus deseos, Lamb amenazaba con “enviar a la ACLU una copia de mi demanda”. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha estado detrás de múltiples demandas por todo Estados Unidos que han tenido como consecuencia el traslado de violadores y delincuentes varones a prisiones de mujeres.

Las cartas manifestaban que si Golightley eliminaba el estatus de Lamb de riesgo para la seguridad, borraba el historial de su expediente, lo apoyaba para que saliera en libertad condicional en el plazo de un año y lo transfería a la población general, “todo desaparecería”.

Lamb, en un tono siniestro, animaba a Golightley a reunirse personalmente con él: “Ven a verme para que podamos llegar a un acuerdo, y todo esto puede terminar ya. Depende de ti”. Además, amenazaba con pasar información sobre su demanda a un periodista, Blaise Mesa, de Kansas City Beacon, “para que pueda hacer el reportaje que quiera… No te hará quedar bien. Tengo su palabra”.

La directora legal de la ACLU de Kansas, Sharon Brett, es la que representa a Lamb en su demanda. En los últimos meses, su biografía en el sitio web de ACLU Kansas se ha hecho privada. Para acceder a ella, se necesita un nombre de usuario y una contraseña.

Lamb, descrito como “mujer” en el Sistema de Información de Justicia Penal del estado y llamado “mujer transgénero” en las actas judiciales, fue condenado por secuestrar y asesinar a Karen Sue Kemmerly, una estudiante de 24 años de la Universidad de Kansas-Missouri, alrededor del 5 de diciembre de 1969.

Lamb asesinó a Kemmerly después de que ella comentara que era un “hombre guapo” y le dijera que era “muy competente sexualmente”, lo que le produjo una furia violenta ya que se veía a sí mismo como una mujer. Lamb estranguló a la joven y dejó su cadáver desnudo en un campo de maíz. El cuerpo de la joven estudiante fue encontrado unos días después de su muerte, el 7 de diciembre.

Además de Kemmerly, Lamb también fue condenado por el secuestro de Patricia Ann Childs, de 18 años, el 15 de enero de 1970. Childs fue devuelta a su familia después de que su padre pagara el rescate de 3.500 dólares exigido por Lamb. Durante la terrible experiencia, Lamb ató las manos de Childs y la violó, según las actas judiciales, aunque nunca fue acusado formalmente por la agresión sexual.

Lamb fue finalmente condenado por dos cargos de secuestro y un cargo de asesinato en primer grado, y ahora cumple tres cadenas perpetuas consecutivas. Durante su estancia en la cárcel, Thomas Preston Lamb comenzó a llamarse Michelle Renee Lamb y, en julio de 2006, solicitó un cambio de nombre legal.

Sin embargo, a pesar de afirmar ser mujer y someterse a cirugía genital y tomar suplementos hormonales, el historial de violencia de Lamb contra las mujeres indica un patrón inquietante de patología sexual sádica.

El 25 de febrero de 1970, se le ordenó que se sometiera a una evaluación psiquiátrica. Lamb, que renunció a su derecho a un juicio con jurado, fue entrevistado por el Dr. Joseph Satten, un psiquiatra especializado en criminología de la Fundación Menninger de Topeka, quien filmó la conversación. El video se mostró al tribunal como prueba para apoyar la declaración de demencia. Antes de reproducir la grabación para los espectadores, el juez Harold Riggs avisió del contenido “vulgar y obsceno”.

“En mi opinión, la razón del acusado estaba gravemente perturbada en el momento de cometer los crímenes y no tenía el conocimiento normal de la naturaleza y la categoría de los actos que supuestamente ha cometido”, testificó Satten. “Ahora, en cuanto al segundo elemento, en cuanto a saber si están mal [los actos], no estoy tan seguro”.

Lamb le dijo a Satten que “pensaba que era una chica” cuando cometió los crímenes contra las dos mujeres. En opinión de Satten, Lamb era “inteligente” y consciente de los delitos que cometió. Sin embargo, enfatizó “peculiaridades” en su personalidad.

“En algunos momentos, durante el transcurso de los secuestros, debió de tener cierta conciencia de que lo que estaba haciendo estaba mal. Pero durante los dos secuestros, se encontraba en un estado mental peculiar en el que se sentía una chica”, dijo Satten.

El médico continuó culpando a la “versión femenina” de Lamb de los crímenes, insinuando que su “versión masculina” no estaba mentalmente presente en el momento de los delitos.

“Tal vez ‘ella’ conocía la naturaleza y la categoría de los delitos, tal vez ‘ella’ sabía que lo que se estaba haciendo estaba mal, pero el Thomas Lamb normal, creo, probablemente no”, agregó Satten.

El médico continuó diciendo que Lamb tenía una “preocupación primordial de que todos sus problemas giraran en torno a la necesidad de someterse a una operación de reasignación de sexo”. En una declaración aparentemente contradictoria, Satten dijo que Lamb no tenía prejuicios contra las mujeres, sino que creía que “tenían todas las ventajas”.

Olathe News, 27 de mayo de 1970

El asesino convicto ha utilizado repetidamente el sistema legal a su favor. En una moción de 2017 presentada por Lamb contra KDOC, alegó que se estaban violando sus derechos de la Octava Enmienda contra el castigo cruel e inusual. Lamb había exigido “un tratamiento más integral de su disforia de género, acceso a más artículos femeninos en prisión, reconocimiento de su cambio de nombre y traslado a un centro penitenciario sólo para mujeres”.

La solicitud original de Lamb de 2017 de ser transferido a un centro penitenciario femenino fue denegada en un principio por el juez de distrito Eric Melgren. En la decisión, se afirmaba que “Lamb no tiene derecho a ser transferido a un centro para mujeres”.

Continuó, refiriéndose a Lamb con pronombres femeninos: “A Thomas se le ordenó cumplir tres cadenas perpetuas para que nunca más volviera a matar o hacer daño a otra mujer. Thomas ahora es Michelle, pero Michelle sigue siendo una secuestradora y asesina de mujeres convicta, y la justificación de su condena no ha cambiado”.


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Genevieve Gluck

Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.

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