“Es perturbador a otro nivel”: en la campaña publicitaria de Balenciaga salen niñas con osos de peluche bondage.

La casa de moda de lujo Balenciaga está suscitando preocupaciones sobre la protección de la infancia después de lanzar una nueva campaña publicitaria en la que salen niñas con juguetes bondage que muchos describen como “perturbadores”.

El 19 de noviembre, la tuitera @DatCatDer publicó dos capturas de pantalla del sitio web oficial de Balenciaga que muestran unas imágenes utilizadas para promocionar la tienda de regalos navideños del sitio.

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Ambas imágenes muestran niñas modelo muy pequeñas sosteniendo osos de peluche. Pero lo que parece una sesión de fotos bastante inocente a primera vista, acaba resultando sospechosa cuando una se fija en los accesorios de los osos de cerca.

Balenciaga usa fotos de niñas que juegan con ositos de peluche vestidos de bondage en su página web. Precioso.

En una foto, tomada de la página principal del sitio estadounidense de Balenciaga, hay una niña de pie en una cama rosa sosteniendo un oso de peluche que lleva una camiseta de rejilla, collar con cerradura y correas en los tobillo y muñecas. En la foto tamaño completo, se puede ver a un segundo oso de peluche en el dormitorio con un collar y una venda en los ojos.

En la segunda imagen, tomada del catálogo de la tienda de regalos, se ve a una modelo infantil diferente de pie en un sofá sosteniendo un oso de peluche que lleva un arnés de cuero y un collar. Al igual que en la primera, se ve un segundo oso de peluche en la habitación con más cuero bondage.

Los osos son, de hecho, accesorios de mano de la colección Primavera 2023 de Balenciaga.

Modelo con uno de los osos en el desfile de octubre de Balenciaga

Las dos capturas de pantalla que @DatCatDer publicó eran parte de una serie de fotos que comenzaron a aparecer en el Instagram oficial de Balenciaga el 16 de noviembre. Desde entonces se han lanzado 6 imágenes en total, todas las cuales muestran modelos infantiles posando con artículos de la tienda de regalos Balenciaga. Solo una de ellas no tiene juguetes de estilo BDSM.

Todas las fotos fueron tomadas por el fotógrafo de National Geographic Gabriele Galimberti, cuyo Instagram contiene más imágenes de niños que ha estado fotografiando como parte de su proyecto “Toy Stories” (“Historias de Juguetes”), un portafolio con fotos de niños de todo el mundo y sus juguetes favoritos.

Algunos de los comentarios en el feed de Instagram de Balenciaga fueron críticos, y los usuarios cuestionaron la idoneidad de las fotos con los osos de peluche bondage. Un usuario llamó a las imágenes “desesperantes a muchos niveles”, mientras que otro usuario dijo “os habéis pasado de la raya”.

La casa de moda ha limitado los comentarios.

En Twitter, donde Balenciaga acaba de eliminar su cuenta en una aparente protesta por la toma de control de Elon Musk, los usuarios expresaron indignación y preocupación por la campaña, y muchos señalaron las inquietantes implicaciones de la sesión de fotos.

“Las miradas en las caras de estas niñas también son una elección deliberada del editor de imágenes. Muy inquietante”, escribió @SarahStuartxx.

“Erosionando las barreras y normalizando esta mierda campaña a campaña.”

“Esta destrucción de la inocencia y la normalización de comportamientos marginales parece un intento por hacer aceptables escenarios previamente inimaginables (como hombres en prisiones y refugios de mujeres, como niños que tienen “identidades de género”, o como adultos bailando en bibliotecas). Nada de esto es aceptable”, tuiteó el grupo de campaña por los derechos de las mujeres Keep Prisons Single Sex USA en respuesta a las fotos.

“La normalización de los arneses siempre ha sido extraña, pero esto va más allá. Los niños no saben que son accesorios fetiche, pero los adultos que ven estas fotos seguro que sí”, dijo otra usuaria.

“Balenciaga llevando el Pederasta Chic a las masas. Muy propio de la marca para 2022.”

La campaña publicitaria de Balenciaga llega en un momento en que la aparente normalización de la exposición de los jóvenes al “kink” (fetiches) se ha convertido en un problema para aquellos preocupados por la protección infantil.

A principios de este año, una revista de estilo de vida para padres atrajo críticas generalizadas por publicar un artículo alentando a los padres a preparar a sus hijos para la exposición a la desnudez y los actos públicos de BDSM en los desfiles del orgullo LGBT.

En el artículo de Fatherly, Jennifer McGuire, profesora asociada de ciencias sociales familiares en la Universidad de Minnesota, decía que le había enseñado a sus hijos a “esperar desnudez y otras sorpresas” cuando los lleva a los desfiles del orgullo, y a disfrutar de lo que veían.

“Solo tienen que aprender a reír y disfrutar de las cosas. Como si fueran Beanie Babies (una marca de peluches americana) con penes gigantes”, dice McGuire. “Para un niño de cuarto y quinto (de 9 a 11 años), eso es súper divertido”.

Un mes después, un video de un desfile del orgullo en Berlín que se volvió viral mostraba a una niña jugando con un “cachorro de cuero” adulto que estaba encerrado en una jaula. Según The Post Millennial, la niña también fue vista entrando en la jaula en un momento dado durante la filmación.

En 2021, The Washington Post publicó un artículo titulado “Sí, el kink forma parte del Orgullo. Y quiero que mis hijos lo vean“. En el artículo, la escritora no binaria Lauren Rowello describió haber llevado a sus hijos pequeños a un desfile del orgullo en Filadelfia con su esposo.

Rowello escribió que sus hijos vieron a dos hombres, uno de los cuales solo llevaba una tanga de cuero, practicando BDSM en público. Rowello también señala que los niños también vieron a otros hombres con correas, látigos y porras, y que les explicó a los niños ese comportamiento diciendo que esos hombres era “miembros de nuestra comunidad y que estaban festejando quiénes eran y lo que les gusta hacer”.

Rowello llegó a decir que los niños deberían estar expuestos al fetichismo sexual para que se sientan “seguros de que las experiencias alternativas de sexualidad y expresión son válidas”.

ACTUALIZACIÓN 21/11/22

Balenciaga ha borrado la página de inicio de su sitio web oficial y sus redes sociales ante el aumento del escrutinio público.

Las dos fotos de las niñas con los osos de peluche han sido eliminadas del sitio web y reemplazadas por otra foto de la campaña donde el niño no está interactuando directamente con el oso “bondage”.

La foto elegida para reemplazar las dos imágenes anteriores de las niñas con osos de peluche “bondage”.

La marca de lujo también ha borrado todas las fotos de la campaña donde salía menores de su página de Instagram, que ahora aparece vacía. Esta depuración es debida al incremento del escrutinio del público tras la identificación de un extraño detalle en otra de las fotos que anunciaban un bolso.

En la imagen, que no incluía a los modelos infantiles, se veía uno de los bolsos de colaboración de la marca Adidas encima de un escritorio cubierto de documentos. Tras un examen minucioso, los documentos parecen pertenecer al caso de la Corte Suprema de 2008, Estados Unidos contra Williams.

La foto ahora eliminada de la página de inicio de Balenciaga.

El caso involucraba a un hombre llamado Michael Williams que, en abril de 2004, utilizó un foro público de chat en Internet para publicar un mensaje ofreciendo intercambiar materiales de abuso sexual infantil con otros usuarios del grupo. El mensaje decía: “Papá de niña pequeña tiene ‘buenas’ fotos de ella y [sic] de mí para intercambiar por fotos de tu niño pequeño, o grabaciones en vivo”.

El agente del Servicio Secreto Timothy Devine respondió a la propuesta de Williams en una conversación privada donde los dos procedieron a compartir fotos no sexuales de niños. Después del intercambio, Williams dijo tener imágenes desnudas de su hija de cuatro años cuando estaba siendo abusada sexualmente, y prometió enseñarlas si Devine correspondía con otras.

Cuando Devine no envió contenido pornográfico de menores, Williams le mandó un enlace en el chat público que lo llevó a siete archivos que contenían imágenes sexualmente explícitas de niños de cinco a quince años. El agente Devine pudo así obtener una orden de registro de la casa de Williams, donde, según los registros judiciales, los agentes confiscaron dos discos duros que contenían “al menos 22 imágenes de niños reales involucrados en conductas sexualmente explícitas, algunas de ellas sadomasoquistas”.

Williams fue acusado de un delito de “proxenetismo” o promoción de pornografía infantil y un delito de posesión de pornografía infantil. Williams se declaró culpable de ambos cargos, pero se reservó el derecho de impugnar la condena en un tribunal de apelaciones. El Tribunal de Distrito de Florida sentenció a Williams a 60 meses de cárcel.

Williams luego presentó una moción para desestimar el cargo de proxenetismo sobre la base de que el estatuto legal era demasiado amplio e infringía sus derechos de libertad de expresión de la Primera Enmienda. El Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Undécimo Circuito estuvo de acuerdo con Williams, enviando así la decisión final a la Corte Suprema, que finalmente dictaminó que las protecciones de la libertad de expresión no se extendían a las ofertas para propagar materiales de abuso sexual infantil.


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Jennifer Sieland
Jennifer Sieland
Jennifer is a founding member of the Reduxx team, writing with a focus on crimes against women and sex-based rights advocacy. She is located in the American south where she is a passionate animal welfare advocate and avid coffee drinker.
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