CANADÁ: Trasladan calladamente a un hombre que violó a un bebé a una cárcel con unidad materno-infantil tras identificarse como transgénero

Aviso de contenido: Este artículo contiene descripciones gráficas de abuso infantil y lesiones físicas que algunos lectores pueden considerar perturbadoras.

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Un hombre canadiense condenado por la horrible violación de un bebé de 3 meses ha comenzado a identificarse como transgénero durante su encarcelamiento y actualmente está recluido en un centro penitenciario para mujeres con una unidad materno infantil.

En 1997, Adam Laboucan agredió sexualmente a un bebé de tres meses en Quesnel, Columbia Británica. Laboucan tenía entonces 15 años y había sido contratado para cuidar al niño. El bebé resultó tan brutalmente herido por la agresión que tuvo que ser trasladado a Vancouver, a 410 millas de distancia (660 kms), para recibir cirugía reconstructiva.

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Después de cometer el horrible asalto, Laboucan “se mutiló y se comió su propia carne”, según informes de prensa.

Durante el juicio, un perito declaró que Laboucan mostraba “desde tendencias transexuales a pedófilas”. Un psiquiatra forense que examinó a Laboucan testificó que incluso él mismo creía ser un peligro para el público. “Dijo que no planeaba una vida criminal, pero sentía que no tenía forma de controlar el torrente de fantasías violentas y asesinas”, declaró el Dr. Ian Postnikoff ante el Tribunal Supremo de Columbia Británica.

Adam Laboucan / Tara Desousa, escoltado a la salida del tribunal de Columbia Británica el 18 de junio de 1999.
(Ross Mitchell/Quesnel Cariboo Observer)

Postnikoff detalló además cómo se reunió con Laboucan varias veces en el Centro de Contención Juvenil de Prince George después de que el adolescente fuera condenado en 1997 por los cargos de agresión sexual. Mientras estaba bajo custodia, Laboucan se automutiló mordiéndose las muñecas.

“Durante su detención, se volvía contra sí mismo, pero este alto nivel de automutilación, casi autocanibalización, podía volverse contra otros individuos más débiles, con consecuencias posiblemente fatales”, agregó Postnikoff.

“Decía que morderse a sí mismo tendía a calmar la ira y la frustración”, dijo Postnikoff durante el juicio. “En una ocasión, se masticó el brazo durante 30 minutos, ingiriendo grasa y tejido muscular”.

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El psiquiatra forense dijo que creía que sería necesario un tratamiento intensivo. “Con el historial y la gravedad de los delitos del Sr. Laboucan, es difícil decir cuánto puede durar su tratamiento”, dijo. “No es un delincuente sexual corriente. Yo diría que mucho tiempo, posiblemente años. Me preocuparía mucho que Laboucan fuera puesto en libertad en un futuro próximo”.

Según un reportaje de 1999 de la CBC, el psicólogo clínico Dr. Steve Sigmond declaró ante el tribunal que cuando examinó a Laboucan en 1997, el adolescente también había admitido haber ahogado a un niño de 3 años en Quesnel en 1993. Laboucan tenía 11 años cuando presuntamente cometió el asesinato, y nunca se presentaron cargos contra él porque, según la ley, un acusado debe tener al menos 12 años de edad.

La madre del niño, Delores Deutsch, dijo al tribunal que quería que Laboucan permaneciera en prisión el resto de su vida. “Pensaron que había sido un accidente, pero por dentro yo sabía que no lo había sido. No sé. Supongo que una madre simplemente lo sabe, es un presentimiento”, dijo.

Mientras el tribunal estudiaba su caso, Sigmond testificó que Laboucan había descrito tener fantasías sexuales con niños menores de tres años y que ya tenía antecedentes de comportamiento sexualmente agresivo en la escuela.

Debido a la terrible naturaleza del crimen, Laboucan recibió una rara sentencia de prisión indeterminada en 1999 a la edad de 17 años, y fue declarado el delincuente sexual violento más joven del país.

Adam Laboucan, también conocido como Tara Desousa. Fuente: Canadian Inmates Connect

Pero a pesar de la naturaleza violenta y sexual de sus crímenes, Laboucan se identifica ahora como “mujer” y ha sido trasladado a la cárcel de mujeres Fraser Valley Institution for Women de Abbotsford.

Si bien se desconoce cuándo Laboucan comenzó oficialmente su “transición”, un perfil de citas de 2018 que salió a la luz recientemente, muestra al convicto jactándose de su “vagina” e implantes mamarios.

“Soy una mujer transgénero y nací hombre, pero ahora, después de la cirugía, me convertí en una mujer completa”, escribió Laboucan en su perfil de Canadian Inmates Connect. “Tengo una vagina, no un pene, y también tengo implantes de gel DD de 720 ccs”.

Algunas noticias anteriores especularon que los implantes mamarios del violador convicto habían sido pagados por los contribuyentes y estimaron el coste en unos 10,000 dólares. Sin embargo, el Ministerio Penitenciario de Canadá contestó que esos gastos no estaban cubiertos por el Gobierno federal. Por lo tanto, se cree que la provincia de Columbia Británica financió directamente la cirugía.

A lo largo de los años, la Junta de Libertad Condicional de Canadá ha negado repetidamente las solicitudes de puesta en libertad de Laboucan.

En una revisión de libertad condicional realizada en diciembre de 2010, la junta concluyó que varios aspectos sugerían que seguía siendo una amenaza para el público, entre ellos su “identidad de género, comportamiento impulsivo, violencia y desviación sexual”, informó CTV.

Especialmente preocupante, según las autoridades, fue la confesión de Laboucan de haber asesinado a un niño pequeño. “Según su expediente penitenciario, en un arrebato de ira, empujó a su víctima a un estanque”, señalaron los miembros de la junta de libertad condicional.

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Adam Laboucan / Tara Desousa

Los agentes hicieron hincapié en el “extraño comportamiento sexual” del delincuente y en los incidentes previos recogidos en su expediente penitenciario de abusos sexuales a sus familiares y amigos más jóvenes.

“También se ha mutilado el pene, y afirma que quiere ser mujer”, dijo la junta. En 2010, había asistido a siete audiencias de libertad condicional, y en cada una de ellas se mencionó “su confusión de identidad de género”.

También se informó a la junta de libertad condicional de que Laboucan se prostituía con otros presos y consumía drogas. Se le encontró un cuchillo rudimentario hecho a mano y había amenazado con matar a una guardia.

Aunque no está claro exactamente cuándo Laboucan fue trasladado al centro correccional de mujeres, en abril de 2018 The Toronto Star informó sobre otra apelación de libertad condicional rechazada mientras se refería a él con pronombres femeninos, afirmando que el violador de niños “ahora se identifica como mujer”.

El año anterior, 2017, había pedido su liberación por “prejuicios” en su contra por parte de la junta, y parece que para entonces ya había sido trasladado a la Institución Fraser Valley para Mujeres. Laboucan había estado agrediendo a reclusas y, según los informes, “cogió a otra reclusa por el cabello, la arrojó al suelo y luego le pateó la cara”.

Su último recurso de libertad condicional fue denegada el año pasado en una sentencia del 20 de septiembre. Según los miembros de la junta de libertad condicional, la evaluación psiquiátrica más reciente de Laboucan determinó que presentaba un alto riesgo de reincidencia y, por lo tanto, se le consideraba un peligro potencial para la sociedad. La junta también destacó sus arrebatos emocionales, comportamiento irrespetuoso y su consumo de drogas como factores de riesgo que indicaban que sus acciones podrían agravarse si salía de la cárcel.

El caso de Laboucan será revisado de nuevo en octubre de 2024 aunque, si se niega su apelación, existe la posibilidad de que permanezca encarcelado con mujeres el resto de su vida, ya que décadas de evaluaciones psiquiátricas han afirmado que tiene un mal pronóstico para la rehabilitación completa.

Una sala común para madres y niños pequeños en el Anexo de la Institución Fraser Valley en Abbotsford, B.C. / Foto de JONATHAN HAYWARD / THE CANADIAN PRESS

Fraser Valley Institution for Women cuenta con un anexo de mínima seguridad que alberga un programa para madres encarceladas y sus bebés. El Programa Materno-Infantil se lleva a cabo en una casa que consta de instalaciones como cocina, salón y baño compartidos, así como de varios dormitorios. Está situado dentro de un complejo de vivienda similares, muy parecido a un barrio.

A otras reclusas que no son madres se les puede permitir quedarse con la madre y el niño, e incluso pueden solicitar servir de niñeras o “tías”, aunque pueden estar sujetas a una evaluación de riesgos, reveló un informe del National Post.

La familia debe someterse a una evaluación por parte de un organismo de bienestar infantil antes de obtener la aprobación para que un niño resida en el recinto penitenciario. Si se concede el permiso, los niños pueden residir a tiempo completo con sus madres hasta su quinto cumpleaños y a tiempo parcial hasta su séptimo cumpleaños.

Una defensora de los derechos de las mujeres encarceladas mencionó directamente la situación de Laboucan en Fraser Valley en un informe de 2021 presentado a los miembros de la Cámara de los Comunes. En su intervención ante el Comité Permanente de Seguridad Pública y Seguridad Nacional, Heather Mason dijo a los miembros del gobierno federal de Canadá que varias mujeres habían denunciado haber sido víctimas de acoso sexual por parte de hombres que se dicen trans que estaban internados en instituciones femeninas.

“Una de estas mujeres denunció que, mientras estaba en el programa madre-hijo, dos personas transgénero con condenas por pedofilia, Madilyn Harks y Tara Desousa, merodeaban cerca de ella y de su hijo, haciendo comentarios sexistas, inapropiados y provocadores”, dijo Mason en su declaración.

Harks, cuyo nombre real es Matthew, es un pedófilo en serie que ha sido descrito como alguien “que no piensa en otra cosa más que en abusar sexualmente de niñas pequeñas”. Las autoridades creen que atacó al menos a 60 víctimas antes de ser acusado de aproximadamente 200 delitos relacionados con el abuso sexual.

En 2019, una reclusa presentó una denuncia de agresión sexual contra él, pero no se presentaron cargos. Ese mismo año, la ex comisionada adjunta para las mujeres, Kelly Blanchette, reveló que, de todas las solicitudes de hombres para su traslado a prisiones de mujeres, la mitad eran de delincuentes sexuales convictos.

Mason compartió con Reduxx las conversaciones que había tenido con mujeres recluidas en Fraser Valley. Una reclusa confirmó que Laboucan estaba alojado en una unidad al lado de la residencia del Programa Materno-Infantil, y dijo que había estado “mirando fijamente” a los niños para “provocar” a las mujeres.

Viviendas en el complejo de seguridad media de Fraser Valley Institution para mujeres. Fotografía: Heather Mason

La fuente anónima continuó describiendo un encuentro aterrador que había tenido con Laboucan. Explicó que había sido invitada a asistir a un evento de agradecimiento a los voluntarios y que había llevado a su hijo pequeño. Uno de los guardias le informó en secreto que Laboucan estaba en el acto y la puso al corriente de sus delitos contra un bebé de 3 meses.

“Me dijeron que había un delincuente sexual infantil extremadamente violento que no había estado en presencia de un niño pequeño en mucho tiempo”, dijo, y agregó que su propio hijo tenía aproximadamente la misma edad que la víctima de Laboucan.

“En cuanto me informaron de la naturaleza perversa y brutal del crimen contra el niño, me arrepentí incluso de haber ido o de haber dejado que esa persona viera a mi hijo”.

Laboucan, dice, fue alojado junto a las instalaciones de madre e hijo después de este incidente, y su comportamiento se agudizó.

“Estas acusaciones de merodear por el programa infantil acabaron en una disputa en la que este delincuente sexual trans agarró y arrojó a una reclusa al suelo para continuar con la agresión”, explicó la fuente. “Afortunadamente, los guardias pararon el ataque, pero segregaron a la reclusa por incitar una reacción por confrontar a este delincuente sexual trans por sus acciones”, le dijo a Mason.

Las mujeres indígenas constituyen casi la mitad de la población carcelaria femenina, según datos del Servicio Correccional de Canadá. En comparación con el ciudadano medio, las mujeres encarceladas tienen más probabilidades de haber sufrido abusos físicos o sexuales, y tienen una mayor incidencia de problemas de salud mental. Las mujeres delincuentes también tienen muchas menos probabilidades que los hombres de ser condenadas por delitos violentos.

Un informe publicado por el Servicio Correccional en 2022 reveló que el 82% de los presos “de género diverso” en Canadá con antecedentes de delitos sexuales eran hombres que se identificaban como transgénero. Casi todos habían cometido sus crímenes antes de declararse transgénero. La inmensa mayoría cometió delitos que causaron la muerte o daños graves a sus víctimas, más de la mitad de las cuales eran mujeres o niños.

En junio de 2017, la categoría de “identidad de género” se convirtió en una característica protegida tras su inclusión en la Ley de Derechos Humanos de Canadá a través de un polémico texto legislativo conocido como Proyecto de Ley C-16. El gobierno canadiense afirmó que se había evaluado el impacto del proyecto de ley en las mujeres antes de su aprobación, pero se ha negado a dar a conocer los resultados de la evaluación.


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Genevieve Gluck
Genevieve Gluck
Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.
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