ALEMANIA: Se descubre que los padres transactivistas de un niño que está “transicionando” tienen un club BDSM en su casa

Se ha descubierto que los padres activistas de un “niño trans” muy publicitado en Alemania dirigen un violento club BDSM desde su casa y organizan fiestas sexuales, talleres de bondage y tienen una tienda en línea para adultos.

Jörg “JC” Gleisenberg y su esposa Franziska “Franny” Gleisenberg son los propietarios de un club BDSM llamado Das Haus Roissy, que figura en la misma dirección que su domicilio. Haus Roissy vende material fetichista y organiza talleres para “ilustrar” al público sobre las prácticas BDSM.

Los Gleisenberg son conocidos en Alemania por ser los padres de un niño de 13 años llamado Julana al que comenzaron públicamente a “transicionar” a “niña” en la primera infancia.


Jörg Gleisenberg afirma que su hijo “salió del armario” como niña después de ver un documental sobre un niño transgénero. Hablando con Abendzeitung en 2019, explicó que había intentado sacar a su hijo, entonces llamado Julien, fuera de la habitación durante la película, pero el niño se escondió para poder verla. Después de la película, el padre dice que su hijo de 9 años se le acercó y le dijo: “Papá, tengo que decirte algo. En realidad soy una niña”.

Después de que el niño “saliera del armario”, los Gleisenberg comenzaron a darle fármacos para detener su pubertad. El servicio público alemán de radiodifusión WDR (Radio de Alemania Occidental) publicó un vídeo en el que se ve cómo inyectan a Julana los fármacos bloqueadores de la pubertad. Cabe destacar que Georgine Kellermann, director de los estudios de la WDR y locutor público desde hace muchos años, se identifica como “mujer” transgénero y ha promovido los bloqueadores de la pubertad para menores.

En los últimos años, los Gleisenberg han convertido a su hijo en una celebridad menor y viajan a varios eventos LGBT por toda Alemania con Julana, al tiempo que promocionan su club BDSM.

El año pasado, los Gleisenberg publicaron un libro sobre la transición de su hijo, titulado Julana – Endlich Ich! (Julana – ¡Por fin yo!) que hasta hace poco se vendía en su página web junto con accesorios BDSM.

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El club BDSM Das Haus Roissy, regentado por los Gleisenberg, colabora con instituciones estatales como el “Queeres Netzwerk Bayern” (Red Queer de Baviera). También está oficialmente reconocido como representante del grupo de presión trans Sociedad Alemana para la Transidentidad e Intersexualidad (DGTI), y como centro de asesoramiento para niños y jóvenes “transexuales”.

La pareja anuncia sus servicios en JOYclub, una “comunidad sexo-positiva para contactos sexuales” en línea que también alberga pornografía generada por los usuarios y una sección de retransmisiones en directo.

“Tratamos de informar y mediar contra los prejuicios, la discriminación, la calumnia y la ignorancia entre la gente ‘normal’ y aquellos que no se ajustan a la norma a nivel espiritual y sexual”, dice una traducción de la descripción en alemán.

“Queremos ayudar a cambiar la actitud hacia aquellos que viven el estilo de vida BDSM o que experimentan el amor entre personas del mismo sexo, así como hacia las personas que viven en el cuerpo ‘equivocado’, y crear una sociedad en la que se puedan aclarar esos prejuicios”.

El conocimiento público de la cuestionable vida familiar de los Gleisenberg ha aumentado en el último año. El verano pasado, la activista por los derechos de las mujeres Rona Duwe compartió críticamente el sitio web oficial de Das Haus Roissy y señaló que el padre del niño, Jörg, visita colegios como embajador de DGTI.

Después de que empezaran a circular noticias sobre sus actividades, los Gleisenberg cerraron su página de Instagram y quitaron de la circulación su página web. En la actualidad, el sitio web de Das Haus Roissy no está disponible y sólo sale una breve declaración sobre que está en construcción. Hasta hace poco, se podían ver fotos del niño publicadas junto a imágenes de actividades BDSM y juguetes sexuales.

Judith Sevinç Basad, periodista afincada en Berlín, publicó recientemente el primer documental en alemán que analiza críticamente el auge del transgenerismo en la cultura dominante. En su película, Trans ist Trend (Trans es Tendencia), Basad aborda el caso de los Gleisenberg.

Mientras investigaba el asunto, Basad descubrió que Julana había estado dando “me gusta” a publicaciones de actividades y accesorios de BDSM de sus padres. Algunas de las imágenes compartidas por los Gleisenberg mostraban a su madre con heridas.

“En Haus Roissy, se dan talleres de bondage y fiestas sexuales. La gente se deja encerrar en jaulas o atar a cruces, y en la página de inicio puedes comprar no sólo el libro de Julana, sino también juguetes sexuales BDSM. La criatura trans Julana parece estar en el sitio todo el tiempo, incluso le da a “me gusta” a las publicaciones de sus propios padres en las que aparecen prácticas violentas de BDSM”, explica Basad en el documental.

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Según Basad, la respuesta pública a la situación de Julana ha sido “mínima”, pero se le prestó cierta atención cuando los medios de comunicación informaron que había sido invitado a participar en una Hora de Cuentos Drag Queen en una biblioteca pública de Munich. Sin embargo, la aparición de Julana fue cancelada cuando llegaron manifestantes a protestar fuera del edificio.

Basad dijo que visitó la biblioteca en ese momento y que el personal desestimó sus preocupaciones.

“Cuando pregunté sobre la participación de los padres de Julana en actividades de BDSM, el director de la biblioteca respondió diciendo: ‘Cuando vas al supermercado, también te encuentras condones y lubricantes al lado de los caramelos'”, dijo Basad a Reduxx.

“En Alemania, las personas que cuestionan las actividades de aquellos que se identifican como ‘queer’, ‘trans’ o parte de la comunidad LGBTQ + suelen ser automáticamente estigmatizadas y llamadas ‘nazis’ o tránsfobas”. Este miedo a ser etiquetado lleva incluso a bibliotecas y redes financiadas por el Estado a colaborar con fetichistas, ya que dudan en expresar cualquier objeción”.

Un transactivista denunció a la policía a Basad y a su equipo directivo una semana después de publicar su documental por difundir “información errónea … contra la comunidad queer”.

Alfonso Pantisano acudió a Facebook para anunciar que había presentado una denuncia penal contra Basad y su equipo como una acción tomada en su papel de representante queer de Berlín.

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“El informe [policial] muestra el totalitarismo en que ha derivado el movimiento queer”, dijo Basad. “Cuando se acusa de incitación al odio a unos periodistas que han sacado a la luz los peligros de los bloqueadores de la pubertad, la pedofilia y la cultura de la cancelación en el movimiento trans, se comete un atentado masivo contra la libertad de prensa. Incluso si se retiran los cargos, la intención detrás de ellos es clara.”

En su artículo para Nius, Basad detalla el nombramiento de Pantiano como “comisionado queer” para Berlín a principios de este mes, y señala que lanzó un insulto despectivo – “zorra” – a la destacada periodista feminista Alice Schwarzer el año pasado por sus críticas a las políticas de autoidentificación sexual propuestas.

“En otros tuits, Pantisano insultó repetidamente a las mujeres críticas calificándolas de ‘TERFs’, afirmó que ‘como feminista’ tenía derecho a ‘hablar en nombre de todas las mujeres’ y exigió agresivamente a las mujeres que acogieran a mujeres trans en sus refugios”, escribió Basad.

Tras las numerosas críticas, Pantisano borró sus insultantes tweets.

Cuando se le preguntó si creía que podría haber una conexión entre la cultura BDSM y la transición médica de los niños, Basad explicó que la posibilidad la tenía “profundamente preocupada”.

“Es evidente que hay una fusión preocupante entre los fetiches sexuales y el transactivismo, especialmente cuando se trata de niños. Los argumentos esgrimidos por los activistas woke giran sistemáticamente en torno a la presentación de los fetiches sexuales como una práctica marginada dentro de una sociedad “heteronormativa” supuestamente opresiva que hay que erradicar. Esta tendencia inquietante permite que el abuso infantil se produzca a la vista de todo el mundo, mientras los espectadores permanecen en silencio. En última instancia, representa una demostración perversa de poder derivada de una ideología extremadamente peligrosa”, dijo Basad.

Según Basad, la combinación de prácticas BDSM con materiales que promueven el transgenerismo se está volviendo cada vez más común en Alemania. Como ejemplo, señaló que una organización que dirige docenas de “grupos de jóvenes queer” en todo el país, Queer Lexicon, proporciona información sobre prácticas BDSM y recomendaciones a grupos locales de BDSM.

El mes pasado, un grupo de “Jóvenes BDSM” que promueve el sadomasoquismo entre los adolescentes fue visto en un evento del Orgullo en Munich, lo que provocó críticas en las redes sociales. La organización, “BDSM Jugend“, es una organización sin ánimo de lucro registrada que ofrece “trabajo juvenil en las áreas de BDSM y educación sexual”, y tiene delegaciones en todo el país.


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Genevieve Gluck
Genevieve Gluck
Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.
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