Un grupo activista a favor de la pederastia de Alemania exige que se expulse a las lesbianas de una exposición del Museo Gay de Berlín debido a su oposición histórica a la pederastia. Krumme-13 está haciendo protestas contra el Museo, alegando que las lesbianas “se sometieron en todos los sentidos al espíritu anti pederasta de la corriente heterosexual dominante”.
El Museo Gay fue inaugurado en 1985 y fue el primero de su tipo dedicado exclusivamente a la historia gay. En noviembre, el Museo inauguró una exposición que intentaba examinar críticamente la aceptación generalizada de los pederastas en el movimiento por los derechos de los hombres homosexuales en los años 80 y 90 titulada “Reevaluación: Violencia sexual contra criaturas y jóvenes en el espíritu de la emancipación“.
La exposición consta de dos salas principales, una dedicada a testimonios de víctimas de abuso sexual infantil, y otra centrada en ejemplos históricos de publicaciones de defensa los derechos de los homosexuales en las que daban su apoyo a la pederastia. Entre las piezas expuestas hay un documento que llama a la “solidaridad” con la comunidad pro-pederasta y que aboga contra su “exclusión” de la campaña por los derechos de los homosexuales.
Según un cartel de la exposición, la creencia de que los menores, específicamente los varones, no sufrían ningún daño por mantener relaciones sexuales con hombres adultos, “contaba con el apoyo del movimiento gay”. La exposición revela que los pederastas encontraron un amplio apoyo dentro de la comunidad, apelando a “experiencias compartidas de discriminación y persecución”.
Por el contrario, las lesbianas no expresaron el mismo nivel de solidaridad hacia los pederastas. Tras la conversión de la Asociación Gay de Alemania en la Asociación de Lesbianas y Gays de Alemania a mediados de la década de 1990, se puso fin al movimiento conjunto de homosexuales y pederastas.
En una entrada de blog publicada a principios de noviembre, los líderes del grupo activista pro-pederastia Krumme-13 esbozaban sus razones para criticar la exposición, condenando a la dirección femenina del museo por “sesgar” la muestra. También señalaban la oposición histórica de las lesbianas a la pederastia, y achacaba su exilio de los movimientos modernos por los derechos de los homosexuales a la inclusión de mujeres.
“La razón principal fue que las lesbianas determinaron la reestructuración dentro del movimiento gay. El Museo Gay está ahora dominado por lesbianas que se han sometido en todos los sentidos al espíritu anti pederasta de la corriente heterosexual dominante. Las activistas lesbianas del Museo Gay están completa y acríticamente comprometidas con la protección de las criaturas y las víctimas. Condenamos enérgicamente la ideología asociada a esto”, continúa la publicación.
Agrega que el Museo está obligado a añadir una sección en la que se detallen las experiencias positivas de las víctimas de abuso infantil con pederastas para contrarrestar la muestra sobre las víctimas.
“Si en una exposición hay un puesto de escucha en el que 10 afectados tienen la oportunidad de relatar los abusos sexuales que sufrieron en su infancia, en aras del equilibrio también DEBE haber afectados que hayan tenido experiencias positivas en su infancia”, respondió K13. “Los principales afectados por esta exposición, pedófilos/pedosexuales/pederastas, deben estar incluidos. Quien lo organiza es el Museo Gay, pero la minoría sexual de pederastas no sólo deben ser visitantes, sino que también deben poder participar activamente”.
Los activistas exhortan a sus partidarios a protestar contra el museo y a dejar cartas de condena en la exhibición.
“Hay un buzón en el espacio de exposición del Museo Gay. Hacemos un llamamiento a los visitantes, especialmente en el ambiente actual de la pederastia, para que protesten durante sus visitas. La tergiversación de que no hay consentimiento contradice la realidad de la vida antes, ahora y en el futuro. Los antiguos testigos contemporáneos y los pederastas/pedosexuales de hoy deberían volver a ser políticamente activos y organizarse”.
Como reveló recientemente Reduxx, el Bundestag alemán aceptó el mes pasado una petición (artículo en español) en la que se esbozaban los derechos de los menores, y que fue redactada por el fundador de K13, Dieter Gieseking, que ya ha pasado tiempo en prisión por cargos relacionados con la posesión y distribución de pornografía infantil. La petición de Gieseking pretende enmendar el artículo 6 de la Ley Fundamental para añadir declaraciones sobre los derechos de la infancia, y afirma que “los menores deben ser considerados sujetos legales con derechos propios”.
Entre los derechos enumerados en el texto de la petición se encuentra la afirmación de que los menores tienen “el derecho a opinar en todos los asuntos que afecten su bienestar emocional, mental y físico” y “el derecho al libre desarrollo de su personalidad”.
La “autodeterminación sexual” está incluida en el artículo 2 de la Ley Fundamental bajo la frase “libre desarrollo de la personalidad”, un hecho que Gieseking se aseguró de señalar a sus seguidores en su página web.
Es significativo que Gieseking se haya burlado anteriormente de las feministas y de las lesbianas en mensajes publicados en la página web de K13, afirmando: “El espíritu del feminismo y las lesbianas queda claro… afirman ignorantemente que no hay relaciones sexuales consentidas entre adultos y menores”.
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