Una camarera fuera de servicio ha sido condenada por un delito motivado por el “odio” después de empujar y “malgenerizar” a un hombre que se dice trans en los lavabos de un bar. El 6 de marzo, Cassandra McIntyre fue declarada culpable de un delito de prejuicio en segundo grado y cargos de acoso derivados de un enfrentamiento en 2022 con un hombre que se identifica como “mujer”.
Según el periodista Andy Ngo, McIntyre acababa de terminar su turno en Jake’s Place, un bar deportivo de Portland, Oregón, cuando se encontró con el activista de extrema izquierda Riis Larsen, antes Ronald A. Larsen, en el baño de mujeres. Claramente asustada, McIntyre le dijo a Larsen que “saliera” de aquel espacio íntimo.
Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran a McIntyre empujando ligeramente a Larsen, quien se identifica como una “mujer trans queer demi-binaria”, después de que él empujara a otra persona para colarse en la cola del baño.
BREAKING Ngo report: A woman has been convicted by a Portland, Ore. jury of criminal harassment and a hate crime after she misgendered and confronted a trans person using the women's bathroom.
— Andy Ngô 🏳️🌈 (@MrAndyNgo) March 7, 2024
Cassandra McIntyre told Riis Larsen (pictured below), a far-left trans activist… pic.twitter.com/CqA1nR1Hjf
A principios de esta semana, Larsen, de 25 años, testificó ante el tribunal, donde dijo que McIntyre lo había acorralado y “malgenerizado” tras salir del baño de mujeres.
Durante el enfrentamiento, Larsen le explicó a McIntyre su “identidad de género”, pero dijo que ella continuó refiriéndose a él como hombre. Después de empujarlo ligeramente, McIntyre le pidió que “saliera” de las instalaciones femeninas. Las cámaras de seguridad pudieron captar la confrontación física, pero no grabaron lo que dijo McIntyre.
Larsen dijo al jurado que después pagó su cuenta y salió del bar “llorando y llamó al 911 más tarde esa misma noche”.
Durante el juicio, Larsen se sentó en la tribuna y afirmó que estaba “sufriendo” ante la idea de que el jurado fallara a favor de McIntyre, quejándose de la inminente “transfobia” y “borrado”.
Declaró: “Porque esa es la esencia del sesgo transfóbico: el borrado. Es no ser creído. En nuestro sistema, las personas son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad, pero en el mundo real, fui juzgado y sentenciado en cuestión de momentos cuando la Sra. McIntyre decidió acosarme”.
Aunque un testigo, R.J. Stangland, confirmó que McIntyre se dirigió a Larsen con los “pronombres incorrectos”, McIntyre dijo al tribunal que fue accidental. En su testimonio, confirmó que Larsen empujó a otra clienta para colarse en la fila del baño de mujeres, y aunque McIntyre admitió que interceptó a Larsen, no tenía idea de que lo estaba “malgenerizando”.
“No estaba tratando de malgenerizarla- tuve que buscar qué era transgénero en el diccionario. Estábamos sólo discutiendo sobre leche derramada”, dijo McIntyre, refiriéndose a Larsen en el tribunal usando pronombres femeninos.
En cuanto a la acusación de que había empujado a Larsen, McIntyre explicó que no lo había empujado, sino que estaba “haciendo espacio”.
A pesar de referirse sin querer a Larsen como hombre, Ngo compartió en X, antes Twitter, que se puso en contacto con el fiscal de distrito Mike Schmidt sobre el procesamiento de McIntyre y señaló que los fiscales estaban obsesionados con la supuesta “malgenerización” y continuaron argumentando que era un “delito de prejuicio de segundo grado”.
I sent the office of @DAMikeSchmidt a media inquiry about its aggressive and successful prosecution of a woman who misgendered a trans activist at a women's bathroom in Portland, Ore. The prosecution repeatedly brought attention to the misgendering during the trial to argue that… pic.twitter.com/oDGaxZ6Iop
— Andy Ngô 🏳️🌈 (@MrAndyNgo) March 8, 2024
Durante los alegatos finales, el fiscal Charlie Weiss subrayó ante el jurado que Larsen “es examinado de una manera diferente a como somos examinados la mayoría de nosotros en nuestro día a día”, y se quejó de que la identidad de género de Larsen lo convertía en un blanco.
Aunque se disculpó ante el tribunal y prometió abstenerse de ir a ningún otro bar del barrio para que Larsen “tuviera un lugar al que ir sin preocupaciones”, el juez Christopher Marshall condenó a McIntyre a “50 horas de servicio comunitario y dos años de libertad condicional”.
Además de la biografía de Instagram de Larsen que lo describe como “una revolubricantearia chicagata muñecacaliente bimboacadémica artista poliamorosa reina del meme zorraabrazadora vülva marxista trans carpintera supernormal de clase trabajadora”, también tiene un SoundCloud donde comparte grabaciones de música original.
Hace tres años, Larsen organizó una transmisión en vivo en su canal de YouTube, con un vestido amarillo y coletas, donde habló de sí mismo de una manera obsesiva ante la cámara durante 14 minutos, divagando sobre su viaje como “mujer trans”.
“Um, esta soy yo tratando de averiguar, cómo tratar, tratar de averiguar cómo existir de una manera que sea agradable para [mí]”, dijo Larsen, y agregó: “las coletas definitivamente ayudan y son buenas”.
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