Las autoridades noruegas están investigando a un hombre que se dice trans por el brutal asesinato de su pareja, una mujer que se dice trans. Los informes iniciales de los medios de comunicación, que habían identificado previamente al presunto asesino como hombre, fueron alterados poco después para describirlo como “mujer” a pesar de ser biológicamente masculino, y a la víctima, una mujer biológica, se la describió como “hombre”.
La noche del 27 de noviembre de 2023, una joven de 22 años que se hacía llamar Oliver Ravn Rønning fue asesinada a golpes con un bate de béisbol en su apartamento de Porsgrunn, al que acababa de mudarse días antes con su pareja. Rønning es una mujer que se identifica como hombre, mientras que su pareja es un hombre que se identifica como mujer.
El sospechoso, de 19 años, era conocido por la policía local por haber sido denunciado en múltiples ocasiones anteriores por violencia doméstica contra la ahora fallecida Rønning.
Uno de los episodios violentos ocurrió el 12 de octubre, cuando el sospechoso se sentó sobre Rønning, le apretó el cuello y le golpeó la cabeza contra el suelo. Tras este incidente, la policía consideró que el agresor presentaba un “riesgo medio” de violencia recurrente.
Vurderte høy voldsrisiko før drapet på Oliver (22) – nå etterforskes politiet https://t.co/YSSz9P8FJ9
— VG (@vgnett) May 27, 2024
El 31 de octubre, apenas dos semanas después, se volvió a denunciar la misma situación ante las autoridades: el hombre que se dice trans asfixiaba a Rønning mientras la golpeaba en la cabeza. Después de este incidente, el sospechoso fue reclasificado como de “alto riesgo de violencia”.
Sin embargo, a pesar de ser conscientes de los continuos malos tratos, las autoridades no tomaron las medidas adecuadas para prevenir el homicidio, un asunto del que ahora se ocupa Marit Storeng, jefa de investigaciones de la fiscalía de la Oficina de Asuntos Policiales.
El medio de comunicación Kragerø Blad informó que el sospechoso que se dice trans “comenzó a vestirse con ropa de chica” cuando estaba en el instituto, y fue descrito por quienes lo conocen como alguien que “podía enfurecerse por cosas sin importancia”.
Reduxx ha localizado perfiles de redes sociales pertenecientes a la víctima en los que Rønning utilizaba un seudónimo para enseñar sus bocetos.
En un video de YouTube, grabado en 2022, Rønning habla mientras ilustra un autorretrato y se pueden ver graves cicatrices de autolesiones en los antebrazos de la joven.
En un monólogo incoherente que comparaba con una cita con un psicólogo, Rønning elogia el valor del sufrimiento, diciendo: “El placer tiende a apagarse cuanto más lo experimentas, como una droga a la que creas resistencia… Pero el dolor no es tan fugaz. El dolor es una forma sólida de despertar los sentidos. Por eso quiero sentirlo más. Hay algo liberador en la falta de respeto que encuentras en el dolor y la angustia… Tengo tendencia a hacerme adicta a las partes más oscuras de la vida”.
En su Instagram, Rønning publicó copias de sus obras de arte, muchas de las cuales presentaban temas de depresión, problemas de imagen corporal y estrés.
Aunque ni la prensa ni la policía noruegas han dado el nombre del sospechoso, Reduxx recibió una pista de una ciudadana noruega sobre la identidad del asesino y pudo rastrear con éxito sus cuentas en las redes sociales.
Las fotos del asesino, al que Reduxx se referirá únicamente como Jonas, muestran que parecía llevar una vida normal y tenía una familia muy unida. Su abuela, con quien parece haber vivido durante un tiempo, es conocida cariñosamente en su pequeña comunidad como la “señora de los gatos”, y fue perfilada por las noticias noruegas durante el ciclo electoral de 2021.
En 2021, Jonas no parecía identificarse como mujer.
Sin embargo, a mediados de 2022, comenzaron a aparecer fotos en la cuenta de Instagram de Jonas en las que aparecía con el pelo largo y vistiendo ropa de mujer. En la cuenta, Jonas escribe que su pronombre preferido es “elle”. Su última publicación fue el 3 de agosto de 2023, dos meses antes del asesinato.
Algunas fuentes noruegas han especulado que tanto Rønning como Jonas fueron pacientes de un prominente médico de género que recientemente fue considerado “no apto para ejercer la medicina de forma responsable” por la Autoridad Sanitaria Noruega. Pero Østlandsposten informó que Jonas había comenzado a tomar hormonas ilegales sin supervisión médica justo antes del asesinato.
Aunque el asesinato en sí ha conmocionado a Noruega, la forma en la que los medios de comunicación nacionales han abordado el caso ha dejado a los lectores confusos.
Muchas noticias han alterado el lenguaje utilizado para referirse tanto a la víctima como al sospechoso, o han descrito el caso como si fuera un hombre el que fuera el presunto asesinado por su novia, ocultando por completo los sexos de las dos personas involucradas.
Østlandsposten se refirió a la víctima de sexo femenino como un “hombre joven” que, al parecer, tenía “miedo de su novia, un chico adolescente de 18 años, que quiere que se refieran a él como mujer”. Por su parte, el fiscal de la policía, Odd Skei Kostveit, declaró al medio de noticias Telemarksavisa que las fuerzas del orden tienen la intención de “referirse a los dos involucrados como ellos mismos querían”.
En los registros oficiales, la víctima fallecida, de 22 años, está registrada como mujer, mientras que el joven de 18 años acusado de asesinato está registrado como hombre.
El juicio está previsto para el 17 de junio.
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