Un asesino alemán que comenzó a identificarse como transgénero durante su encarcelamiento solicita ser encerrado con mujeres el resto de su vida. Thorsten Heinz P., ahora conocido como Mona P., de 57 años, salió hace poco de una cárcel de mujeres después de cumplir su condena, y compareció ante el tribunal el 10 de enero pidiendo que lo devolvieran a un centro sólo para mujeres “para siempre”.
Monica, cuyo apellido no se ha revelado de acuerdo con la legislación alemana, presentó el miércoles su extraña solicitud ante el tribunal de distrito de Essen con su abogado. Había salido de una prisión de mujeres después de completar una sentencia combinada de 30 años por condenas relacionadas con el asesinato de su esposa, un intento de robo y dos casos de toma de rehenes mientras estaba encarcelado, además de atar a una enfermera y obligarla a realizar “actos sexuales completamente degradantes”, informa Waz.
Actualmente registrado como “mujer” en su documento de identidad, Monica está detenido en una institución psiquiátrica, pero solicita su ingreso permanente en una prisión de mujeres por considerar él mismo que ni puede ser rehabilitado ni es capaz de afrontar la vida fuera de una celda.
“Ya no puedo manejar mi vida cotidiana”, le dijo al juez Martin Hahnemann en el tribunal de Essen, insistiendo en que lo devolvieran a una prisión de mujeres. “A veces me gustaría golpearme la cabeza contra la pared hasta sangrar… No merezco la libertad, al menos por ahora. Ya he causado suficiente sufrimiento… Sigo siendo peligroso”.
El 28 de diciembre de 1992, Thorsten Heinz estranguló a su esposa con una cuerda de tender la ropa en su casa de Renania del Norte-Westfalia. Fue condenado a 13 años de prisión por el asesinato y, en un momento no revelado de su encarcelamiento, comenzó a decir que era transgénero y a tomar hormonas femeninas.
Durante su detención, tomó dos veces como rehenes al personal: una de las víctimas fue un sacerdote y la otra, una enfermera, a la que atormentó sexualmente. Por estos delitos, su condena se amplió a 25 años.
Thorsten fue puesto en libertad al final de su condena, pero poco después amenazó a dos matrimonios de Iserlohn con robar en sus casas. Esto, afirmó, fue un acto desesperado para regresar a la cárcel.
De acuerdo con la escasa información proporcionada en los reportajes de los medios de comunicación sobre la reciente vista judicial, el estatus de transgénero de Thorsten es algo reciente, ocurrido en los últimos cinco años.
Actualmente, se enfrenta a cargos de simulación de un delito después de entregarse a la policía en Gelsenkirchen empuñando un cuchillo e inventar una historia sobre la comisión de un robo. Thorsten, al que la prensa se refiere como Monica y usando pronombres femeninos, declaró que acababa de atacar a un desconocido en Feldmarkstrasse. Sin embargo, la presunta víctima pudo huir ilesa. Cuando el juez Hahnemann le preguntó hasta dónde llegaría para volver a prisión, dudó y luego dijo en voz baja: “No puedo responderle a eso.. No quiero hacerle daño a nadie ni producir nuevas víctimas, así que creo que deberían encerrarme para siempre”.
El caso está previsto para otra vista judicial el viernes.
In Nordrhein-Westfalen 2021 insgesamt 9 inhaftierte „Trans-Personen“, davon 5 im Frauengefängnis. In einem Zeitraum der letzten 5 Jahre musste in 39 Fällen in Bezug auf die Unterbringung entschieden werden. https://t.co/zriCdvBsDq pic.twitter.com/kkivYZStkq
— Madeleine (@missdelein2) December 27, 2023
Según los datos de 2021 del gobierno de la región de Renania del Norte-Westfalia obtenidos por la activista alemana por los derechos de las mujeres Madeleine, conocida en X como @missdelein2, un total de 9 “personas trans” fueron encarceladas por delitos ese año, de las cuales cinco ingresaron en prisiones de mujeres. En los últimos cinco años, en 39 casos se tuvieron que tomar decisiones sobre alojamientos basados en la identidad de género autodeclarada.
Hablando con Reduxx, Madeleine criticó al gobierno alemán por la “luz de gas institucional” y por no “reconocer a las mujeres como seres humanos”.
“Lo que estamos viendo aquí son las consecuencias de que el Estado alemán no reconozca a las mujeres como seres humanos. A ellas se las encierra con un asesino varón, y a él es le recompensa por su crimen. El Estado alemán tiene la desfachatez de llamarla cárcel de mujeres para validar su supuesta ‘identidad de género’, aunque en realidad esa prisión ya no existe para las mujeres”, dijo.
Madeleine citó una investigación proporcionada por Johann Endres, del servicio de criminología del sistema penitenciario bávaro, que afirma que el “cambio legal de sexo en prisión” aún no se ha hecho realidad. La Ley Transexual de 1981 exige que una persona se someta a un período de prueba en el que viva ostensiblemente en el papel de su sexo escogido antes de que pueda producirse una alteración de los marcadores de sexo en los documentos de identidad. Por lo tanto, según Endres, los reclusos varones están siendo trasladados a las cárceles de mujeres de manera ilícita.
Endres también informa sobre las quejas de mujeres presas que se sentían acosadas porque un hombre considerado legalmente “mujer” se paseaba por el patio tocándose los testículos.
“Por lo tanto, asumo que el asesino de mujeres Thorsten Heinz P. fue trasladado a la prisión de mujeres sin pasar por la llamada ley transexual”, dijo Madeleine. “El traslado de hombres a cárceles de mujeres ilustra la misoginia institucional en el estado federal de Renania del Norte-Westfalia”.
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