Un hombre de 52 años que se dice trans, condenado por la posesión de repugnante material de abuso sexual infantil, ha declarado ante el tribunal que veía el material para ayudarse a desarrollar su “identidad de género”. El hombre, cuyo nombre no se ha revelado debido a las estrictas leyes alemanas sobre privacidad, recibió una sentencia indulgente después de que un juez aceptara su excusa.
Los informes de prensa han utilizado el nombre falso de Jürgen o Beate Kämmerer para referirse al pederasta, que había guardado más de 70 archivos de pornografía infantil y juvenil en varios dispositivos. Kämmerer compareció ante el tribunal de distrito de Hersbruck el lunes pasado, donde expuso sus extrañas razones para acceder al atroz material.
Kämmerer declaró ante el tribunal que “no veía el contenido pornográfico con intenciones pederastas o para satisfacer un deseo sexual”, informó Nürnberger Nachrichten, sino para ayudar en su transición de género. Tanto el presidente del tribunal, André Gläßl, como el fiscal aceptaron las razones aducidas por Kämmerer para justificar su posesión de pornografía infantil.
Der Besitz von Kinder- und Jugendpornografie seien Teil seiner “Transsexuellengeschichte“. Es ist die Staatsanwältin, die ihm das zu Gute hält. Die Medien hätten mehr als „Identitätsfindung“ gedient als zur Befriedigung pädophiler Interessen.#Selbstbestimmungsgesetz pic.twitter.com/gZuklqdyNM
— Madeleine (@missdelein2) February 6, 2024
A principios de diciembre de 2021, los agentes de policía descubrieron el material ilícito durante un registro del apartamento de Kämmerer, que se encontraba en un estado lamentable en ese momento. Un agente de policía describió la vivienda durante la vista como un lugar en el que daba la impresión de que había “perdido el control de su vida”, y señaló que las condiciones del apartamento de Kämmerer eran tan malas que incluso se presentó un informe al departamento de sanidad.
Los investigadores encontraron 70 archivos de imágenes pornográficas infantiles y juveniles en el domicilio de Kämmerer. Un agente de policía resumió en el banquillo de los testigos que el contenido pornográfico infantil mostraba a criaturas “posando parcialmente vestidas, pero de una forma claramente sexualizada”.
Además, en algunas de las imágenes se podían ver “genitales desnudos y actos sexuales” en los que participaban menores. Una de esas imágenes, por ejemplo, mostraba a una niña de entre 14 y 16 años practicando sexo oral a un hombre mucho mayor.
Kämmerer admitió la posesión de pornografía infantil, pero afirmó que el contenido era “parte de su historia transexual”. Declaró ante el tribunal que se identificaba como mujer desde una edad temprana y que había tenido una infancia difícil.
“Lo siento mucho”, dijo Kämmerer. “No quería tener relaciones sexuales con nadie”. En lugar de eso, argumentó, miraba las imágenes pornográficas para “ponerse al día en algo que siempre se le había negado”.
El fiscal, que no ha sido identificado por los medios de comunicación, aplaudió a Kämmerer por la confesión y aceptó su argumento de que la pornografía le ayudó a “descubrir su identidad”. La fiscalía solicitó una sentencia de un año y seis meses de libertad condicional, mientras que el abogado defensor de Kämmerer también pidió una sentencia de un año de libertad condicional.
El juez André Gläßl finalmente condenó al hombre a un año y dos meses, pero suspendió la sentencia para que pudiera cumplirla en la comunidad, basándose en que la pornografía no representaba actos sexuales “extremos”.
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