En una decisión histórica, un tribunal australiano ha dictaminado que la directora ejecutiva de una aplicación de conexión de redes exclusiva para mujeres, concebida como un “refugio en línea” para ellas, cometió “discriminación indirecta por identidad de género” al rechazar la afiliación de un hombre que se “identifica” como mujer.
La defensora australiana de los derechos de las mujeres, Sall Grover, ha sido sometida a un largo proceso judicial durante los últimos tres años después de que Roxanne Tickle, un travesti que se dice trans, presentara una denuncia por discriminación contra ella ante la Comisión Australiana de Derechos Humanos. A Tickle se le había prohibido usar la plataforma sólo para mujeres Giggle for Girls después de que Grover lo identificara como varón basándose en una foto que el hombre envió durante el proceso de solicitud de afiliación.
Mientras leía el veredicto y las razones de su decisión en el Tribunal Federal de Australia el viernes por la mañana, el juez Bromwich se refirió a Tickle con pronombres femeninos.
“Roxanne Tickle es una mujer transgénero cuyo sexo femenino está reconocido por un certificado de nacimiento oficial actualizado de Queensland… He considerado que la afirmación de la Sra. Tickle de discriminación directa por identidad de género no prospera, pero sí su afirmación de discriminación indirecta por identidad de género”.
El juez Bromwich ordenó entonces a Grover a pagar a Tickle una indemnización de 10.000 dólares, además de las costas judiciales de hasta 50.000 dólares, en un plazo de 60 días. Grover declaró a Reduxx que tiene la intención de apelar la decisión dentro de un mes.
Unfortunately, we got the judgement we anticipated.
— Sall Grover (@salltweets) August 22, 2024
The fight for women’s rights continues. 🙋♀️#TickleVGiggle
El caso judicial, conocido como Tickle contra Giggle, puso a prueba el significado y el alcance de la Ley de Discriminación Sexual (SDA), que fue modificada en 2013 bajo el gobierno de la primera ministra Julia Gillard.
Las revisiones a la SDA declararon ilegal, en virtud de la lefislación federal, discriminar a una persona por su orientación sexual, identidad de género o condición de intersexual. El caso puede sentar un precedente en cuanto a si una identidad de género autodeclarada, o un registro legalmente ficticio del sexo, tendrá prioridad sobre el sexo biológico en la ley.
Zelie Heger, abogada de la Comisión Australiana de Derechos Humanos, declaró ante el tribunal que el sexo ya no estaba definido en la Ley de Discriminación Sexual, pero que “es importante destacar que la Ley reconoce que el sexo de una persona no se limita a [ser hombre o mujer]”.
Tickle, un hombre que dice ser intersexual y transgénero, contó que intentó hacerse socio de la aplicación sólo para mujeres en febrero de 2021, pero descubrió que su afiliación fue revocada en septiembre de ese año. La aplicación Giggle utiliza un proceso de selección que utiliza IA (Inteligencia Artificial) para determinar el sexo de un solicitante a partir de un selfie. Inicialmente, la IA concedió a Tickle acceso a la comunidad digital exclusiva para mujeres.
Durante una entrevista con The Australian en abril de 2022, Grover explicó que se encargó ella misma de eliminar a Tickle después de ver su foto e identificarlo como hombre. “Esa persona fue eliminada de la aplicación Giggle porque es varón, no por ninguna otra razón. La eliminación fue manual. Miré el selfie de bienvenida y vi a un hombre. El software de IA lo había dejado pasar, cometiendo así un error que yo rectifiqué”. Los abogados que defienden a Grover dijeron que ella no sabía que Tickle se identificaba como transgénero durante el proceso de selección.
Tickle fue entonces expulsado de la comunidad, y luego hizo varios intentos de contactar a Grover para quejarse. Le envió a Grover varios correos electrónicos y la llamó a su casa en octubre del 2021. Tickle presentó por primera vez la denuncia por discriminación ante la Comisión Australiana de Derechos Humanos contra la creadora y directora ejecutiva de Giggle, Grover, en diciembre de 2021.
In January 2022, I received an Australian Human Rights Commission complaint against both Giggle & me personally, from a trans identified male who wants to use a social networking app for females & for me to be re-educated on sex & gender.
— Sall Grover (@salltweets) March 21, 2022
I am finally able to talk about it. pic.twitter.com/tg01yDpYww
“Creo que se me discrimina al proporcionarme el proveedor de la aplicación una funcionalidad extremadamente limitada de una aplicación de teléfono inteligente en comparación con la de otros usuarios porque soy una mujer transgénero”, escribió Tickle en la denuncia. “Tengo permiso legal para identificarme como mujer… Creo que Giggle y Sall Grover han decidido por error que soy varón.
Tickle llegó a comparar extrañamente a Grover con un grupo supremacista blanco, diciendo: “No he podido localizar una página de Facebook o un sitio web del Ku Klux Klan en Australia. Sin embargo, los grupos que favorecen la discriminación de las personas por su identidad de género parecen no tener necesidad de ocultar sus caras”. Luego pasó a enumerar varios grupos australianos de derechos de las mujeres que critican que se permita a varones identificarse como mujeres, y se refirió a esta postura como “intolerancia”.
En su primera demanda, Tickle reclamaba a Grover una indemnización por daños y perjuicios de hasta 200.000 dólares, alegando que su “persistente malgenerización”, o referencia a él como varón, le había provocado “ansiedad constante y pensamientos suicidas ocasionales”. También pedía que se obligara a Grover a “buscar educación” sobre el concepto de identidad de género.
I’m being taken to federal court by a man who claims to be a woman because he wants to use a woman only space I created.
— Sall Grover (@salltweets) November 25, 2023
There isn’t a woman in the world who’d have to take me to court to use this woman only space. It takes a man for this case to exist.https://t.co/OAK26FmZq5 pic.twitter.com/A5ltwha3S5
En julio de 2022, Tickle, al no poder asumir los costes de seguir adelante con la demanda, presentó un Aviso de Desistimiento ante el tribunal y la denuncia fue archivada. Pero cinco meses después, Tickle presentó otra, tras haber recibido una subvención de 50.000 dólares de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) de Sídney, y la ayuda de los abogados de Barry Nilsson, que dirigen un programa pro bono multimillonario.
En cambio, a Grover no le quedó más remedio que recurrir a un crowdfunding para recaudar la increíble cantidad de 500.000 dólares para defenderse de la demanda por discriminación.
Una declaración proporcionada junto con la petición de donaciones destaca la importancia de la sentencia: “La decisión del Tribunal Federal tendrá implicaciones de gran alcance, y es probable que influya no sólo en el sistema jurídico australiano, sino también en la legislación y la política internacionales relativas a la intersección de la identidad de género y los derechos basados en el sexo. Servirá como referencia crucial para futuros marcos jurídicos y debates sobre la discriminación por sexo y los derechos basados en el sexo, y su conflicto directo con la ideología de la identidad de género en todo el mundo”.
El argumento esgrimido por el equipo legal de Grover fue que Tickle fue discriminado por razón de sexo, lo que no está prohibido, y no por su identidad de género, como él afirma. El veredicto del juez Bromwich declaró que “estos argumentos no tuvieron éxito” debido a una “larga historia de casos resueltos por tribunales que se remontan a más de treinta años” que, según él, establecían que, “en su significado ordinario, el sexo es cambiante”.
“En relación con la alegación de discriminación directa, las pruebas no demostraron que la Sra. Tickle fuera excluida de la aplicación Giggle por su identidad de género, aunque sigue siendo posible que esta fuera la razón real, pero no probada”, dijo el juez Bromwich al tribunal.
El juez Bromwich continuó diciendo que “esa discriminación indirecta por identidad de género sí tuvo lugar” sobre la base de que “Tickle fue excluida del uso de la aplicación Giggle porque no parecía suficientemente femenina según los demandados”.
A lo largo del proceso judicial, Grover se negó a referirse a Tickle con honoríficos o pronombres femeninos. “No creo que sea amable esperar que una mujer vea a un hombre como una mujer”, dijo en una vista celebrada en mayo.
Además de sus intentos de acceder a la aplicación de redes sociales exclusiva para mujeres, Tickle ha estado jugando al hockey sobre hierba en un equipo femenino. Se ha opuesto a propuestas legislativas que habría prohibido a los hombres identificarse como mujeres para acceder a los deportes femeninos, mientras se jactaba de usar los vestuarios femeninos.
En su cuenta personal de Instagram, Tickle también ha compartido fotos de su ropa interior, bromas sobre juguetes sexuales y varias caricaturas dibujadas por el fetichista de los pañales y travesti ( artículo en español) canadiense Sophie Labelle. Recientemente, Tickle reveló en X que la chica más joven con la que compite en el equipo de hockey sobre hierba tiene tan sólo 15 años.
Grover, ex guionista de Hollywood, creó la aplicación Giggle después de experimentar un sexismo “espantoso” en esa industria, incluido el acoso y la agresión sexual.
En una entrevista con la escritora y activista feminista Julie Bindel, Grover defendió el derecho de las mujeres a reunirse sin la presencia de hombres. “Las razones para los espacios sólo para mujeres no han desaparecido. Por lo tanto, no deberíamos tener que justificarlos. No tenemos que revivir el trauma por el que hemos pasado a manos de los hombres cada vez que queremos defender por qué queremos estar lejos de ellos de vez en cuando”.
Grover dijo a Reduxx que, desde su punto de vista, la ideología de la identidad de género se utiliza como una herramienta política contra las mujeres. “El transactivismo va a por las mujeres como nunca antes había visto”, dijo. “Una vez que lo has estudiado, no puedes dejar de ver que es un movimiento tóxico de supremacía masculina, formado por muchos hombres que ni siquiera se identifican como trans, que simplemente odian a las mujeres. Todas las pruebas están ahí, por escrito”.
La noticia del fallo ha sido recibida con decepción e indignación por defensores de los derechos de las mujeres y políticos, tanto nacionales como extranjeros. La senadora Claire Chandler, que también se opone abiertamente a las políticas de identidad de género desde hace varios años, expresó su consternación diciendo: “La Ley de Discriminación Sexual, que se supone que protege a las mujeres y las niñas, es ahora una herramienta para castigar a las mujeres que intentan ofrecer espacios sólo para mujeres… Es una situación vergonzosa y peligrosa”.
Today’s judgement in Giggle v Tickle confirms that women in Australia have no legal rights to single-sex spaces and services.
— Senator Claire Chandler (@SenatorClaire) August 22, 2024
The Sex Discrimination Act which is supposed to protect women and girls is now a tool to punish women trying to offer female-only spaces.
This is a…
La diputada liberal Moira Deeming, que fue suspendida de su propio partido durante nueve meses por asistir a una concentración por los derechos de las mujeres organizada por la activista británica Kellie-Jay Keen, y que ha estado luchando su propia batalla legal por difamación, compartió una declaración de apoyo diciendo: “Estamos contigo hasta el final”.
Tickle v Giggle@salltweets we’re with you all the way@RachaelWongAus @deves_katherine pic.twitter.com/JDciimfyd1
— Moira Deeming MP (@MoiraDeemingMP) August 22, 2024
Del mismo modo, la abogada británica Allison Bailey, que demandó a la organización transactivista Stonewall por discriminación, advirtió: “Esto debería ser una llamada de atención. La legislación sobre identidad de género deja a las mujeres sin límites aplicables contra ningún hombre”.
La relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Alsalem, también se pronunció sobre el veredicto y prometió proporcionar una “reacción más detallada” en la próxima semana. “No sólo decepcionada, sino también muy preocupada por esta sentencia distópica sobre #TickleVGiggle, que distorsiona conceptos clave como el sexo y la discriminación, al tiempo que esquiva las obligaciones internacionales de Australia en materia de derechos humanos con respecto a las mujeres. Si no se impugna, esta decisión sentaría un peligroso precedente”.
Not only disappointed but also very concerned about this dystopian ruling on #TickleVGiggle , which distorts key concepts like sex and discrimination while dodging Australia's international human rights obligations vis-à-vis women.
— Reem Alsalem UNSR Violence Against Women and Girls (@UNSRVAW) August 23, 2024
If unchallenged, this decision would set a…
El gobierno australiano ha sido objeto de críticas recientemente por censurar a ciudadanos críticos con la ideología de la identidad de género. Varias mujeres han sufrido represalias por alzar la voz. El año pasado, Kirralie Smith recibió la visita de la policía de Nueva Gales del Sur después de hablar con los medios de comunicación sobre Riley Dennis, un travesti transactivista que había sido objeto de una denuncia masiva por lesionar a jugadoras (artículo en español) mientras competía en una liga de fútbol femenino. La página pública de Facebook de Smith también fue eliminada a petición de la comisionada de eSeguridad de Australia, Julie Inman Grant.
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