AVISO DE CONTENIDO: Este artículo contiene descripciones gráficas de agresiones sexuales. Se ruega tener en cuenta.
Un delincuente sexual en serie que se identifica como transgénero ha sido transferido a un centro de rehabilitación en Ontario después de haber pasado gran parte de su condena en el Centro Milton-Vanier, una cárcel para Mujeres. Patrick Pearsall, que también usa los nombres de Tara Pearsall y Passion-Star Royale, fue puesto en libertad tras ser condenado por aprovecharse de niñas en Internet haciéndose pasar por un paramédico, lo que le permitía realizar exámenes vaginales a víctimas desprevenidas.
Pearsall, un delincuente reincidente, tiene 33 condenas relacionadas con el quebrantamiento de la libertad condicional, incomparecencia e incumplimiento del Registro de Delincuentes Sexuales. Las autoridades lo han clasificado en repetidas ocasiones como de reincidencia “muy probable”, y muy probablemente con fines sexuales, sin expresar nunca remordimiento por sus delitos.
En las dos últimas décadas, Pearsall ha sido condenado por cargos relacionados con casos de agresión sexual mediante engaño, y casi todas sus víctimas son niñas o mujeres jóvenes.
Heather Mason, activista canadiense por los derechos de las mujeres, fue la primera en compartir en X unos documentos que revelaban que la decisión de la junta de libertad condicional de poner en libertad a Pearsall entró en vigor el 20 de diciembre de 2023. Un comunicado de la junta de libertad condicional señala que Pearsall presenta un “alto riesgo de reincidencia violenta o sexual dentro de las instituciones penitenciarias de mujeres”.
Patrick, aka Tara Pearsall, aka Passion-Star Royale – a dangerous sex offender with a ten-year long-term supervision order, is released on statutory release to a men's halfway house in Ontario.
— Heather Mason 🇨🇦 (@Mason134211f) January 16, 2024
He attempted to be released to the women's halfway houses but was denied because they… pic.twitter.com/cRsB23YgMn
“Incluso dentro de instituciones penitenciarias, usted ha demostrado un patrón de ajuste institucional problemático, incluida una reciente acusación de agresión sexual contra una reclusa en el centro [censurado] que dio lugar a su traslado a otra institución; a pesar de la acusación, la Junta señala que no se presentaron cargos. También ha recibido faltas por ser verbalmente agresivo con el personal penitenciario”, dice el informe.
La Junta también hizo hincapié en que la intención de Pearsall de someterse a una “cirugía de género” no disminuiría su riesgo para las mujeres y las niñas.
“Sin un cambio personal, al que usted se ha mostrado reacio (sobre todo en el área de los delitos sexuales), su riesgo para las mujeres y las niñas sigue sin mitigarse”.
Este delincuente sexual convicto declaró su condición de transgénero en 2015, la primera vez que estuvo detenido por cargos de agresión sexual. Comenzó a llamarse a sí mismo Tara, tomando el nombre de su ex mujer, quien, en una ocasión, le dijo a la corte que se había casado con ese hombre cuando ella tenía 17 años y él 40. “Me dijo que era médico y sacerdote”.
En 2018, Pearsall fue condenado a diez años de cárcel tras ser declarado culpable de dos agresiones sexuales, y fue inscrito en el Registro de Delincuentes Sexuales. Tres años antes, había comenzado a declarar una “identidad femenina”, por lo que fue enviado a cumplir su condena en el Centro Milton-Vanier para Mujeres.
Según The Star, Pearsall había admitido a sus compañeras de celda y a otras personas que prefería estar encarcelado en un centro para mujeres porque eso significaba cumplir “una condena más fácil”. Pearsall, un violador convicto, no se había sometido a cirugía genital y conservaba su anatomía masculina cuando fue internado en el centro correccional de mujeres.
Pearsall ha sido diagnosticado con trastorno facticio, un trastorno mental definido en el Manual Diagnóstico y Estadístico como la falsificación de signos físicos o psicológicos de síntomas. En décadas anteriores, y en algunos casos, en la actualidad, Pearsall ha afirmado ser seropositivo, diabético y enfermo de leucemia crónica.
Pearsall, un mentiroso habitual, también ha afirmado ser miembro de la familia real británica, así como miembro de la banda Hells Angels.
Durante las entrevistas con un psiquiatra forense asignado, Pearsall afirmó haberse identificado como mujer desde los 5 años, declarando que durante toda su tierna infancia había llevado ropa considerada de niña y que su padre había abusado sexualmente de él como castigo por sus actos.
“Yo era una niña atrapada en el cuerpo de un niño”, dijo Pearsall, según el informe de 108 páginas elaborado por el psiquiatra.
En 2018, la periodista canadiense Rosie DiManno describió cómo Pearsall compareció ante el tribunal el año anterior acusado de cargos de agresión sexual contra dos mujeres, una de ellas adolescente, vestido con “ropa de mujer, maquillaje, quizás la mujer más fea que he visto en mi vida”.
Una de las víctimas, identificada solo por sus iniciales, L.M. contó al tribunal cómo había sido invitada a quedarse en casa de Pearsall después de huir de un novio maltratador y hacerse amiga de la mujer del depredador sexual en las redes sociales. Durante ese tiempo, experimentó un problema médico y comenzó a sangrar por la vagina.
Pearsall le dijo a la mujer que era paramédico titulado y ella accedió a que la examinara.
“Él palpa por dentro y luego me dice que estoy teniendo un aborto”. La mujer declaró ante el tribunal que Pearsall le dio dos opciones: o iba al hospital o podía “volver a meterle el bebé dentro”.
Sin embargo, el historial de depredación sexual de Pearsall se remonta a décadas atrás. Ya había sido condenado en Halifax en 1999 y en Londres en 2000 por agredir sexualmente a niñas.
La condena de 1999 por agresión sexual involucraba a una mujer sin hogar de 24 años identificada como A.B. Mientras afirmaba ser ginecólogo y reverendo, le metió los dedos dentro para realizar un aparente examen. En ese momento, le dijo a la víctima que el feto necesitaba ser “empujado hacia atrás” y sugirió que mantuvieran relaciones sexuales.
En 2008, agredió sexualmente a una mujer de 21 años, y en 2015, abusó de una chica de 17 años. En ambos casos, se había hecho pasar por un profesional médico capacitado para realizar exámenes ginecológicos a mujeres embarazadas.
La víctima de 17 años era una adolescente vulnerable que se había escapado de casa y que vivía en un hogar de acogida. En lo que ha sido un patrón continuo, Pearsall y su entonces novia invitaron a la chica a quedarse en su casa. Al experimentar problemas relacionados con un embarazo prematuro, la víctima consintió en someterse a un examen médico cuando Pearsall le dijo que estaba cualificado. Se dio cuenta de que había mentido cuando le dijo que estaba embarazada de tres meses, ya que había conocido a su novio dos meses antes.
Se describió otra condena en Nueva Escocia de la misma manera: una joven de 16 años, sin hogar y embarazada, sufrió abusos sexuales bajo el pretexto de un examen médico, y de nuevo, Pearsall se ofreció a tener relaciones sexuales con ella para evitar un supuesto aborto espontáneo.
De forma inquietante, Pearsall también había puesto el ojo en una adolescente con discapacidad intelectual, con la que empezó a relacionarse a través de Facebook en 2015. Según sus padres, la niña funcionaba con la capacidad mental de una criatura de 5 años. Tras descubrir los mensajes de carácter sexual enviados por Pearsall, los padres de la niña se pusieron en contacto con las autoridades.
Desde de declarar una identidad transgénero en 2015, Pearsall ha comenzado a ponerse peluca y a tomar hormonas femeninas. No se ha sometido a cirugía genital y, a pesar de ello, fue internado en el Centro Milton-Vanier para Mujeres.
La evaluación psicológica forense ordenada por el tribunal describe que Pearsall conserva un “riesgo sustancial” de reincidencia.
“Ha afirmado que planea someterse a la castración asociada a su deseo de someterse a una cirugía de reasignación de género. Sin embargo, todavía no lo ha hecho. En consecuencia, debo tener en cuenta su género actual y su estado hormonal a la hora de considerar la gestión del riesgo”, declaró el tribunal.
“Este caballero ha sido condenado por una serie de delitos sexuales con motivación sexual. Aunque en la actualidad parece estar cumpliendo con la medicación para causar feminización, estos efectos pueden revertirse con andrógenos orales o inyectables. Por lo tanto, en ausencia de castración, el riesgo de reincidencia sexual de este caballero sigue siendo sustancial”.
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