Una boxeadora se retiró de un campeonato provincial en Quebec tras enterarse de que su oponente era un hombre, lo que hizo que este último ganara la competición por incomparecencia. La doctora Katia Bissonnette, de Saguenay, dice que la habían puesto con el boxeador que se dice trans Mya Walmsley sin previo aviso.
El Campeonato Provincial Guante de Oro 2023 se celebró los días 27 y 29 de octubre en Victoriaville, Quebec, organizado por la Federación de Boxeo de Quebec, en colaboración con el club de boxeo KO-96. Pero el torneo, que pretendía dar a las novatas la oportunidad de clasificarse para el Campeonato Canadiense en diciembre, generó controversia después de que Bissonnette anunciara su retirada.
En declaraciones a Reduxx, Bissonnette, que trabaja como psicóloga en Jonquière, explica que se enteró de que Walmsley era un hombre una hora antes de subirse al ring.
“Bajé de mi habitación de hotel para dirigirme a la sala donde todas las boxeadoras estaban calentando. De repente, mi entrenador me llevó aparte y me dijo que le habían informado por mensaje de texto, que luego había verificado, que mi oponente no era una mujer de nacimiento. No tuvimos ninguna otra información adicional”, dice.
Aunque la información sobre Walmsley es limitada, Bissonnette dice que no tiene absolutamente ningún antecedente de haber luchado contra mujeres en torneos canadienses, lo que sugiere que se ha identificado como mujer para acceder al deporte femenino recientemente. Walmsley es originario de Australia, pero se mudó a Canadá hace unos 2 años para ir a la Universidad de Concordia.
“[Walmsley] habría boxeado como hombre en Australia”, dice Bissonnette. “En Quebec, en su expediente, se menciona que tuvo 0 combates como mujer”.
Desde que se mudó a Canadá, Walmsley ha estado involucrado en el activismo político a nivel universitario como estudiante de máster y profesor asistente en el departamento de filosofía. Entrevistas recientes con Walmsley muestran que tiene un aspecto abiertamente masculino.
Tras la retirada de Bissonnette, Walmsley emitió un comunicado a la prensa en el que la acusaba de “sacarlo del armario” y advertía que acciones similares tendrían un impacto negativo en las deportistas de sexo femenino.
“En lugar de dirigirse a mí, a mi entrenador o a la Federación Olímpica de Boxeo de Quebec para obtener más información, decidió dirigirse directamente a los medios de comunicación para sacarme del armario”, escribió Walmsley. “Este tipo de comportamiento pone a los deportistas en riesgo de ser excluidos o recibir ataques personales basados en rumores… Temo que este tipo de acusaciones puedan llegar a utilizarse para deslegitimar a las deportistas en la categoría femenina y justificar reglamentos arbitrarios e invasivos”.
Walmsley continuó afirmando que la mejor política para la autoidentificación de género en el deporte era que los atletas “confiaran” los unos en los otros, y se remitieran a los entrenadores y a las políticas en la presunción de que los partidos se hacían de manera justa.
Pero Bissonnette rechaza el aparente llamamiento de Walmsley a las políticas basadas en el apretón de manos, y señala que incluso con las directrices establecidas no estaba claro cómo se le había permitido entrar en el combate.
“La regla emitida por Boxing Canada a la Federación de Boxeo de Quebec era no revelar que el oponente era transexual, para que este último no fuera discriminado. Sin embargo, después de la verificación, esta política sólo se aplica cuando el cambio de sexo se ha producido antes de la pubertad”, explica, señalando que, dado que Walmsley es extranjero, su historial de transición no está nada claro.
Tras la retirada de Bissonnette, la competición no pudo encontrar otra mujer en la categoría de peso superwelter (165 libras, 75 kilos) para enfrentarse a Walmsley, que ganó por incomparecencia.
Según los informes, la Federación de Boxeo de Quebec estaba al tanto del sexo biológico de Walmsley, pero justificó el combate afirmando que habían elegido un árbitro apropiado para la pelea. En última instancia, Bissonnette dice que su decisión de retirarse se basó en su seguridad.
“Según un estudio, el golpe de un hombre tiene un 163% más de impacto que el de una mujer, incluso ajustado al peso”, dice, refiriéndose a un estudio de 2020 sobre la fuerza publicado por investigadores de la Universidad de Utah. “En el grupo estudiado, el hombre más débil sigue siendo físicamente superior a la mujer más fuerte”.
Bissonnette continúa señalando que la participación de las mujeres en los deportes de combate es relativamente reciente, pero puede que no dure mucho más si a las mujeres se les pide continuamente que luchen contra hombres.
“Las mujeres no deberían tener que soportar los riesgos físicos y psicológicos que conllevan las decisiones de un hombre con respecto a su vida personal e identidad”, continúa. “Debería haber dos categorías: hombre biológico y mujer”.
La decisión de Bissonnette de negarse a pelear contra Walmsley llega tras varios casos de protestas similares por parte de mujeres de todo el mundo del deporte.
Como informó anteriormente Reduxx (artículo en español), las mujeres abandonaron un torneo de Jiu-Jitsu brasileño en Georgia el mes pasado en protesta por la participación de varios hombres que se dicen trans. Como resultado, uno de esos hombres se hizo con cuatro medallas de oro en la categoría femenina y, en una de las divisiones, sólo hubo varones en el podio de ganadoras.
Las artistas marciales femeninas Jayden Alexander y Ansleigh Wilk se pronunciaron en contra de la Asociación Norteamericana de Grappling (NAGA) por su política de autoidentificación de género, lo que provocó una oleada de críticas que acabó provocando que NAGA segregara completamente las divisiones en función del sexo biológico “sin excepciones”.
🚨BREAKING🚨
— REDUXX (@ReduxxMag) October 28, 2023
In response to Reduxx's exclusive report yesterday, the North American Grappling Association has issued a full policy revision.
Trans-identified males will now have to compete in the men's category.
The female category will be exclusively for women. https://t.co/S9fMAirnQB pic.twitter.com/GTCNbLuEgm
El 13 de noviembre, una jugadora de billar en Inglaterra causó una polémica similar tras retirarse de la mesa durante un torneo en Gales en aparente protesta por tener que competir contra un hombre que se dice trans.
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