La Organización Mundial de la Salud (OMS) está siendo objeto de críticas por haber elegido a un grupo de transactivistas para elaborar su primera guía mundial sobre “atención de afirmación de género”, con especial preocupación en torno a uno de los nominados, que aboga por detener la pubertad infantil. Florence Ashley, un “activista transfemenina, académica y zorra” canadiense, ha argumentado a favor de que una “transición social sin límites” y el “fácil acceso a los bloqueadores de la pubertad” para la infancia se conviertan en “la opción predeterminada” dentro de los sistemas sanitarios.
El 18 de diciembre de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció formalmente a las personas que habían sido seleccionadas para formar parte de su grupo de desarrollo de directrices (GDG). Según el sitio web del organismo mundial de salud, el GDG creará “orientaciones de aplicación sobre intervenciones en el sector sanitario” para “personas trans y de género diverso”. Entre ellos hay académicos, transactivistas y antiguos dirigentes y financiadores de la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transgénero (WPATH). La OMS comunicó que los 21 designados se reunirán en su sede de Ginebra el mes que viene para colaborar en la guía.
Sin embargo, la persona designada que quizás ha desatado la mayor controversia por su continuo enfoque en la defensa de la “transición” infantil es Florence Ashley, actualmente profesor asistente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Alberta en Canadá. Desde 2018, Ashley ha escrito y hablado repetidamente sobre la “juventud transgénero” y ha pedido que la supresión de la pubertad sea obligatoria como una “opción predeterminada” para la “juventud creativa de género”.
The World Health Organization is set to call for people to have the right to self-identify in a guide to trans care.
— TalkTV (@TalkTV) January 2, 2024
Sex Matters' Helen Joyce: “What we’re seeing now is the consequence of an initial lie cascading through our institutions and breaking everything.”@JuliaHB1 pic.twitter.com/je0WBAKI4H
En un artículo de 2019 titulado “Pensar una ética de la exploración de género: contra el retraso de la transición para jóvenes transgénero y creativos de género”, publicado por Clinical Child Psychology and Psychiatry, Ashley afirma que permitir que la infancia pase por una pubertad “completa” constituye un riesgo mayor para ella que recetarles medicamentos que suprimen su desarrollo natural.
“Aunque tomar bloqueadores de la pubertad es una forma de tratamiento médico, ciertamente facilita la exploración mucho más que dejar que la pubertad siga su curso; Mientras que la pubertad favorece fuertemente la corporeidad cis al aumentar el costo psicológico y médico de la transición, los bloqueadores de la pubertad colocan estructuralmente los futuros hormonales transgénero y cisgénero en una simetría aproximada. Los jóvenes que toman bloqueadores de la pubertad tienen sus opciones abiertas, sus cuerpos no se ven alterados ni por la testosterona ni por el estrógeno”, afirma Ashley.
Y continúa: “La neutralidad de los bloqueadores de la pubertad en comparación con la pubertad hormonal sin paliativos debería evacuar cualquier vacilación hacia el inicio de análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) para los jóvenes que los deseen. Partiendo de la premisa de que facilitar la exploración debe ser nuestro punto de partida en el cuidado de los jóvenes trans y creativos de género, los bloqueadores de la pubertad deben ser vistos como la posición por defecto, que debe ser fácilmente prescrita, ya que dejan el mayor espacio para el desarrollo y la negociación de la identidad en el futuro”.
I’ve been asked how it’s possible that a reputable institution like @WHO can appoint as an expert to a clinical guideline panel an activist lawyer who demands that others use “that bitch” as a pronoun.
— Leor Sapir (@LeorSapir) December 30, 2023
And yet that’s exactly what WHO has done. pic.twitter.com/gcbcUxW2vw
Ashley también ha pedido que los progenitores que se opongan a la transición de sus hijos sean sometidos a “educación y asesoramiento financiados con fondos públicos” para combatir la “hostilidad parental”.
En su artículo de 2019 “Los bloqueadores de la pubertad son necesarios, pero no previenen la falta de vivienda: Cuidar a los jóvenes transgénero apoyando a los padres que no apoyan”, Ashley escribe: “Cualquier medida que busque promover el acceso a los bloqueadores de la pubertad debe ir acompañada de medidas de reducción de daños dirigidas a los progenitores de jóvenes trans que tienen dificultades para aceptar la identidad de género y la transición de sus hijos. Tanto los grupos supervisados de apoyo para padres como el asesoramiento inspirado en la ética narrativa deben considerarse medios primordiales para abordar la hostilidad y el rechazo de los progenitores hacia su hijo trans”.
Además de abogar por detener la pubertad infantil, Ashley se ha jactado de colar chistes de índole sexual en sus artículos académicos.
En una publicación de blog fechada en agosto de 2020, titulada “Scholarly Shitposting: A Florencian Compendium”, Ashley escribe que es su “gran placer” para él recopilar una lista de palabras con doble sentido que ha insertado en publicaciones académicas.
En un artículo titulado “Genderfucking Non-Disclosure: Sexual Fraud, Transgender Bodies, and Messy Identities”, que argumenta que “la identidad de género es un asunto privado y la gente no debería verse obligada a comunicarlo a los demás para tener una vida íntima”, Ashley ha colocado un comentario que sugiere su uso de juguetes sexuales. Los consoladores generalmente se sienten muy diferentes a los penes”, dice un pasaje, que contiene una nota a pie de página que dice: “experiencia personal del autor”.
Otras insinuaciones o “huevos de pascua” (cosas escondidas) añadidos por Ashley incluyen referencias al número 69, un término coloquial para una posición sexual, y términos sexualizados para el estrógeno utilizados por hombres que se dicen trans, como “titty skittles” (“caramelos de tetas”) y “breast mints” (“caramelos de menta de pechos“).
Um first of all surgery made me multi-orgasmic so fuck yes I feel better.
— Florence Ashley (@ButNotTheCity) November 25, 2018
En otro aparente arrebato de exhibicionismo, Ashley ha escrito sobre desnudarse frente a las enfermeras mientras estaba hospitalizado después de su cirugía genital en 2018. Poco después de someterse al procedimiento, Ashley afirma haber estado “intercambiando desnudos” en las redes sociales y haciendo “topless completo” delante del personal del hospital. En la entrada de su blog, Ashley incorpora fotos postoperatorias de sus genitales.
“Estoy lo suficientemente bien como para hacerme fotos en topless e intercambiar desnudos con una monada por Facebook. He estado en topless todo el día debido a mis reparos morales a la ropa. Las enfermeras probablemente me encuentren raro, especialmente porque he proclamado en voz alta que no me gusta la ropa y les he hecho pasar mi vía intravenosa por el agujero del brazo para ir completamente en topless, a pesar de que tienen que volver a pasarlo dentro y fuera para salir a caminar”, escribió.
“Estoy un poco triste porque ya no tengo pene, lo que me coloca en el mercado competitivo normal en lugar de ser un producto raro y caliente para los sugar daddies”, agregó Ashley.
Ashley continuó fantaseando con engañar a los hombres para que tuvieran encuentros sexuales con él, haciéndose pasar por mujer.
“Me pregunto si una vez que esté curado empezaré a tener relaciones sexuales con hombres cis sin decirles que soy trans. Por un lado, me resulta difícil ocultar que soy trans, puesto que es de lo único que hablo. Por otro lado, definitivamente es más fácil así para un polvo rápido… Estoy deseando tener sexo con un chico cishet y preguntarle: ‘Oh, baby, ¿qué se siente al follar un pene con tu pene?'”.
Más recientemente, Ashley ha estado promocionando su libro, “Gender/Fucking: The Pleasures and Politics of Living in a Gendered Body”, que, según su descripción, “invita al lector al mundo íntimo del porno académico para preguntarse qué significa estar cachondo a tope en un mundo sexonegativo”. En un video de TikTok, Ashley destaca el comentario de un editor sobre un pasaje en el que se detalla una “escena de sexo” que implicaba un “juego con cera”, cuyo resultado era “semen de Crayola”.
@xzayx89 Replying to @Shahid khan 🤣🤣🤣🤣🤣 #zayxfam #zayxfam🥀🔥 #Ziba👑 #foryou ♬ original sound – Ziba Gulley 🥀
Otros de los académicos nombrados por el comité GDG de la OMS son tres sexólogos y antiguos presidentes de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH), un grupo de presión con sede en Estados Unidos, así como otros antiguos miembros de la junta directiva o colaboradores de las directrices formales de WPATH. Una petición en la que se pide a la OMS que “vuelva a la mesa de dibujo” y reevalúe el “panel sesgado” ha reunido ya más de 4.000 firmas.
Como ya reveló Reduxx en exclusiva, WPATH tiene múltiples vínculos con académicos involucrados en el activismo a favor de la pedofilia o en la apología de la pedofilia. Las Normas de Atención más recientes de la organización fueron desarrolladas en colaboración con miembros de un foro fetichista de castración (artículo en español), el Archivo Eunuco, que produce y alberga espeluznantes escritos eróticos sobre el tema de la castración de niños, tanto quirúrgica como químicamente, para la gratificación sexual de un hombre adulto o para detener la pubertad y mantener a la víctima en un estado infantil. Un académico destacado que trabajó en estrecha colaboración con WPATH, Thomas Johnson, había compartido un video de una cirugía transgénero como pornografía dentro del foro.
Además, Reduxx descubrió que un prominente psicólogo noruego con conexiones con WPATH había estado asociado con grupos multinacionales pro-pedófilos (artículo en español) que presionaban para rebajar la edad de consentimiento. Thore Langfeldt, que escribió extensamente sobre “sexualidad infantil” y expresó su apoyo a estudios de casos de relaciones pedófilas, colaboró en la organización de una conferencia de WPATH en 2009 en Oslo que se centró en la identidad de género y la infancia.
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