Un grupo de cazadores de depredadores cogió a un pedófilo en una trampa para pedófilos en Colorado la semana pasada cuando el hombre intentaba encontrarse con una niña de 13 años con el propósito de “enseñarle” sobre sexo.
La noticia de la emboscada salió por primera vez el 13 de septiembre en una cuenta de YouTube perteneciente al grupo independiente de protección infantil Colorado Ped Patrol (CPP). El video de 29 minutos muestra al jefe del CPP, Thomas Fellows, y a su equipo enfrentándose a un hombre en un McDonald’s en el condado de Weld, Colorado, el 7 de septiembre.
CPP identifica al presunto pedófilo como Ronald “Roni” Jensen, de 61 años, quien llegó al lugar de la emboscada con un vestido azul claro, una peluca color caoba, gafas de sol y sandalias de tacón cuadrado. Jensen creía que iba a reunirse con una niña de 13 años, pero en realidad había estado hablando con un cebo adulto de CPP.
El equipo de CPP salió a recibir a Jensen a la puerta del restaurante, y Fellows inmediatamente le preguntó por qué estaba allí y con quién estaba tratando de reunirse. El equipo filmó el encuentro con cámaras corporales y teléfonos y le dio al hombre la opción de tener la conversación al aire libre para evitar montar un alboroto en el interior, a lo que Jensen se mostró de acuerdo al ver que Fellows tenía un expediente de pruebas contra él.
Al principio, Jensen finge inocencia al darse cuenta de la emboscada de CPP, y alega que sus intenciones hacia la niña de 13 años eran inocentes. Cuando le preguntaron qué planeaba hacer con la niña, Jensen afirma que iba a llevarla de “compras”, pero cuando Fellows presiona a Jensen sobre los mensajes más sexuales que intercambió con el cebo, Jensen comienza a argumentar que no había nada fundamentalmente malo en su deseo de tener un romance con una menor.
Cuando se le pregunta sobre su intención declarada de besar a una niña de 13 años, responde: “¿Besarse? No hay nada de malo en ello”.
También niega haberse ofrecido a traerle a la niña un juguete para adultos y rechaza la acusación con la excusa de que se refería a un “spinner”, un juguete no sexual.
Cuando se le pregunta sobre los mensajes que mandó al cebo en los que prometió “enseñar” a la niña sobre sexo, Jensen afirma que quiso decir “verbalmente”.
Jensen se vuelve cada vez más defensivo y furioso durante la emboscada, y se enfrenta agresivamente a Fellows y le apunta con el dedo en la cara. Fellows responde amenazando con defenderse con gas pimienta si se ve obligado a hacerlo.
En un momento durante la confrontación, Jensen comienza a suplicar compasión y dice que nunca lo vuelve a hacer. Parecía justificar sus aparentes atracciones pedófilas con su identidad de género e insinúa que el contacto con el señuelo era síntoma de soledad.
“Me siento muy solo. Esto, al ser esto [se indica a sí mismo], no tienes amigos, y necesito amigos desesperadamente, es todo lo que quiero… No tengo amigos, a la gente no le gusta esto, este soy yo, ¡estoy en el cuerpo equivocado! A la gente no le gusto, como hombre, y necesito desesperadamente encontrar amigos”, explica Jensen.
Fellows respondió: “¿A la gente no le gustas como hombre?”
“No, no les gusto. Parece que encuentro a más gente que le gusto como mujer que como hombre”, dijo Jensen.
Pero poco después, Jensen comienza a dar argumentos a favor de la pedofilia e indica que estaba normalizada en el pasado.
“Hace 150 años, 13 no era nada …” Jensen dijo, refiriéndose a la edad: “La única razón por la que ha cambiado es por los puritanos y la iglesia”.
“Entonces, ¿crees que está mal?” pregunta Fellows.
“No estoy siempre de acuerdo con la ley”.
Durante la confrontación, Colorado Ped Patrol también reveló que ya una joven había acusado antes a Jensen de violación. No hubo condenas relacionadas con esa acusación.
En declaraciones a Reduxx, el cazador de depredadores de CPP Thomas Fellows dice que la emboscada que su grupo tendió a Jensen fue lo más cerca que había estado de tener que defenderse físicamente.
“Esta fue la primera vez que tuvimos que sacar el spray de pimienta”, dice Fellows, “fue por la forma en que se acercó a mí. Tenía la pared detrás, así que cuando se me acercó de forma amenazante, no tenía a dónde ir”.
Colorado Ped Patrol es un grupo independiente de protección infantil formado hace 18 meses. Hasta ahora, el equipo de CPP ha facilitado 233 emboscadas, 117 arrestos y 40 condenas, y tienen muchos más casos pendientes. Fellows dice que hay 20 miembros en todo el mundo y, a pesar del nombre del grupo, ha llevado a cabo emboscadas en más de una docena de estados fuera de Colorado.
El equipo opera cuentas señuelo en todas las redes sociales y sitios de citas y espera a que los depredadores se comuniquen con ellos para iniciar la recopilación de pruebas. Todos los cebos de CPP son mayores de 18 años y usan fotos de perfil de sí mismos “rejuvenecidos” utilizando aplicaciones como FaceApp.
Fellows explica que él y su equipo han aprendido cómo operan los departamentos de policía de cada condado, y que a menudo tienen en cuenta factores como los tiempos de respuesta y el comportamiento de la policía al planificar cuándo involucrar a las fuerzas del orden.
Dice que en el condado de Weld, donde tuvo lugar la emboscada a Jensen, a menudo no llaman a la policía por adelantado, ya que tienen la experiencia de que les piden que pongan el caso en sus manos, pero luego dejan a los depredadores en libertad.
“Se han hecho cargo de nuestros casos, nos dicen que paremos, y luego nunca hacen nada. En lugar de llamarlos por adelantado, los llamamos cuando estamos ya en ello porque pensamos que no se está haciendo nada”, explica Fellows, “Así que hemos comenzado a llamarlos cuando ya estamos en ello, y estamos teniendo resultados mucho, mucho mejores”.
Sobre el caso de Jensen, Fellows dice que no contaba con un arresto inmediato, pero confía en que Jensen sea detenido en los próximos días.
“Las pruebas son bastante sólidas, creo que lo van a… Por supuesto, hubiera sido mejor si lo arrestaran en el acto, pero no me lo esperaba”. Pero Fellows dice que permitir que un presunto pedófilo regrese a su casa pendiente de posibles cargos o arresto conlleva sus propios riesgos, principalmente el de que el depredador destruya evidencia crucial.
“Pues claro que va a borrar sus cosas. La policía puede decir ‘bueno, podemos recuperarlas’, pero ¿qué pasa si se deshace del teléfono? No puedes recuperar algo de un teléfono que no tienes. Esa evidencia ha desaparecido”.
Sobre la protección contra los depredadores, Fellows alienta a los padres a vigilar de cerca lo que hacen sus hijos en Internet.
“Se trata de conocimiento. Revisa los aparatos de tus hijos. Cuanto más sepan los padres, más seguros estarán sus hijos”.
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