Drag Queen encarcelado por tráfico sexual de adolescentes es ahora un activista trans

Un drag queen encarcelado por su papel en una operación de tráfico sexual infantil es ahora un colaborador habitual de una revista de “reducción de daños” y está haciendo crowdfunding para cirugías de transición en las redes sociales.

Christopher Thomas Lynch fue condenado a 14 años de prisión en 2012 por obligar a un adolescente a prostituirse. Le daba cocaína al joven, que se identificaba como transgénero, para luego usarlo para crear material de abuso sexual infantil, además de obligarlo a tener relaciones sexuales con hombres hasta cuatro veces al día por dinero.

Lynch y su novio, Steven Lemery, dirigían una red de explotación e utilizaban las redes sociales para atraer a adolescentes homosexuales y transgénero con el fin de obligarlos a participar en el comercio sexual. Lemery, que era bailarín de go-go en un club gay, estaba en una relación poliamorosa con Lynch, así como con una mujer y su novio. Varios niños pequeños residían en el hogar donde ocurrieron los abusos.

Lemery fue arrestado en marzo de 2011 después de que una ex víctima avisara a las autoridades. La policía sospechaba en un principio que Lemery era el único individuo responsable de la operación de tráfico, pero se descubriría rápidamente que eso era falso.

Tras el arresto de Lemery, Lynch intentó distanciarse de los crímenes delatando a Lemery y culpándolo a él de los delitos. También dio una entrevista televisiva a un medio de comunicación local, donde se declaró completamente al margen de la operación e inocente de cualquier crimen que se hubiera cometido. Fue después de su aparición en el programa que una víctima pudo reconocerlo y denunciarlo a la policía.

Se descubrió después del arresto que Lynch llevaba al joven a sus clientes adultos y que le quitaba el dinero después de sus “sesiones”, obteniendo unas ganancias de “miles por semana” de su explotación sexual.

Según los informes, mantenía a los adolescentes traficados encerrados en el armario del dormitorio cuando no estaban siendo abusados o prostituidos. El caso involucró al menos a cuatro víctimas de los estados de Georgia, Alabama y Carolina del Sur. La policía informó que estos hombres habían estado traficando con adolescentes durante “dos o tres años” antes de ser descubiertos.

Lynch fue detenido el 4 de marzo de 2011 por una serie de delitos sexuales. Entre los cargos estaba una acusación por albergar a sabiendas a un niño con “fines de servidumbre sexual”. Poco después de ser arrestado, Lynch lanzó una campaña en Facebook titulada FREE PASHA desde un móvil que dijo haberle robado a un guardia de la prisión.

La página de Facebook enlazaba a un sitio web que vendía mercancía, incluidas camisetas y tangas para niños, con la foto de Lynch y las palabras: “Free Pasha”.

Según The Advocate, Lynch se declaró culpable de dos delitos de explotación sexual de un menor, proxenetismo por fuerza, posesión de artículos relacionados con drogas y un cargo de proxenetismo a un menor, rebajado de trata de personas debido a un acuerdo de culpabilidad. Se le ordenó cumplir al menos 14 años de una sentencia de 30.

“La mayoría de las víctimas eran fugitivos o presas fáciles”, explicó el por aquel entonces ayudante de sheriff Stan Copeland del condado de Douglas. “Ponían a los niños en una situación de dependencia. Si querían irse, tenían que realizar actos sexuales”.

Antes de su arresto, Lynch actuaba como drag queen bajo el apodo de Pasha Nicole. Durante su juicio, Lynch calificó el repetido abuso sexual y el tráfico de niños como “un error estúpido”.

Lynch ha comenzado a identificarse como “mujer” transgénero desde que está en la cárcel y ahora usa el nombre de Christina Alicia Lynch.

En 2015, y durante su encarcelamiento, Lynch demandó al estado, argumentando que negarle “cuidados de afirmación de género” equivalía a un castigo cruel e inusual en violación de sus derechos constitucionales según la octava enmienda. Lynch se representó a sí mismo en la batalla legal, ganó su caso, y se le dio acceso a tratamientos de depilación facial, hormonas y otros accesorios femeninos.

El ACLU Oregon (Sindicato Americano para las Libertades Civiles) cita su exitoso argumento en la guía sobre “protección de prisioneros transgénero”.

A Lynch se le dio la libertad condicional en 2018, para ser encarcelado nuevamente meses después por intento de robo a mano armada. Ha anunciado planes para demandar al Departamento Penitenciario de Georgia por segunda vez debido a una transferencia denegada a una institución de mujeres.

A pesar de estar actualmente bajo custodia, Lynch administra una cuenta de redes sociales bajo el nombre de C. Dreams, en la que tiene más de 12,000 seguidores.

A través de esa cuenta, Lynch ha anunciado múltiples GoFundMes destinados a ayudarlo con los costos de transición y reinserción, aunque de vez en cuando niega que sean suyos y dice que son para su “amiga Christina”.

https://twitter.com/UnCagedCritique/status/1573670231402332160?s=20&t=ZX6FLRsCX8MEPLxcagyrrg

En algún momento de 2021, Lynch parece haber cambiado su nombre en Twitter para ocultar el hecho de que él era el que operaba la cuenta, pero el antiguo nombre de usuario, @CALDreamsOf, todavía está vinculado a su actividad actual, y existen publicaciones archivadas donde está vinculado a la cuenta de Twitter y GoFundMes.

Lynch ha utilizado su Twitter para hacer comentarios misóginos y lesbofóbicos hacia tuiteras feministas, incluso ha atacado a una cuenta dedicada a lesbianas sobrevivientes de agresión sexual.

https://twitter.com/UnCagedCritique/status/1383822136217767939?s=20&t=HQKBrgulsiZ7tOT8_E70Tg

Lynch también administraba una cuenta de TikTok con el mismo nombre, en donde subió videos de baile desde dentro de la prisión. Los comentarios de Lynch en las respuestas de sus TikToks sugerían que no contaba con aprobación oficial para acceder a las redes sociales, o que estaba usando un dispositivo ilícito.

Además de su prolífica presencia en las redes sociales, los escritos de Lynch aparecen regularmente en la revista Filter, y ha publicado trabajos bajo su nombre y el apodo de C. Dreams.

Lynch publica artículos relacionados con sus casos legales y su experiencia en prisión en la revista Filter bajo el seudónimo asociado a su Twitter. En un artículo titulado “Como mujeres trans encarceladas en Georgia, nuestras necesidades médicas son brutalmente ignoradas”, habla de su caso y otras batallas legales similares. En otro, discute cómo el uso de metanfetaminas lo ayudó a completar con éxito los cursos escolares mientras estaba encarcelado.

“… La metanfetamina me impulsó a escribir informes legales, denuncias y respuestas, y literalmente cientos de cartas que tuve que enviar para asegurarme patrocinadores financieros para mi educación por correspondencia”, escribió Lynch. “Sin la metanfetamina, nunca hubiera convertido mi amor por la historia y las Escrituras en títulos de teología y estudios religiosos”.

Lyra Foster, un hombre transidentificado que es fundador y coordinador legal de divulgación de Trans Fam, una “red de ayuda mutua” donde la gente pueden inscribirse para proporcionar asistencia financiera, legal o doméstica a las personas transgénero, promueve a menudo las campañas GoFundMe de Lynch. El GoFundMe más reciente de Lynch parece estar operado también por otra persona que también trabaja en Filter Magazine como editor adjunto.

Foster también opera un GoFundMe desde donde dice estar recaudando dinero para hacer trabajo legal “pro bono” para personas transgénero como Lynch.

Lynch no es el primer hombre transidentificado condenado por crímenes contra niños en cambiar de imagen y renacer como defensor de los derechos trans y de la reforma de la justicia penal.

A principios de este año, Reduxx informó que un hombre que violó a una niña pequeña estaba realizando actividades de divulgación comunitaria para una organización que asesoraba a hombres encarcelados sobre cómo declararse transgénero.

Xena Grandichelli, nacido Jeffery Willsea, fue condenado por 11 delitos relacionados con el abuso sexual de una niña de 3 años. Su registro de delincuente sexual lo clasifica como de un nivel de riesgo 3, lo que denota el mayor riesgo de reincidencia y avisa que es una amenaza para la seguridad pública. Sin embargo, a pesar de su horrible historial, Grandichelli se ha convertido en un activista galardonado desde su puesta en libertad, y ha trabajado mucho con el Proyecto de Ley Sylvia Rivera en nombre de reclusos trans.


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Bryndís Blackadder

Bryndís is a contributing journalist at Reduxx with a focus on free speech and the law. She lives in Scotland, where she enjoys creating documentaries, multimedia art, and advocating for human rights.

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