EE. UU.: Un travesti condenado por asesinar a su esposa por intentar divorciarse de él está recluido en una cárcel de mujeres

Un hombre que se dice trans condenado por asesinar brutalmente a su esposa ha sido trasladado discretamente a una prisión de mujeres en California. Kier Anderson, de 57 años, tenía 41 años y se describía a sí mismo como un “travesti bisexual” cuando fue condenado en 2009 por estrangular a su mujer después de que ella intentara dejar la relación.

La noche del 27 de febrero de 2006, Kier estranguló a su esposa Jennifer en la casa familiar de Tahoe Park. Luego la colgó del cuello en el garaje para que pareciera que se había suicidado. Esto fue lo que alegó sin éxito su abogado defensor ante el tribunal.

Poco antes de su asesinato, Jennifer acudía regularmente a la terapeuta Sharon Sausto, quien más tarde testificaría en el juicio que la mujer había estado luchando contra una depresión derivada de las exigencias sexuales cada vez más perturbadas de su marido.

Sausto dijo que Jennifer había revelado que Kier había invitado a un amante llamado Joel Steele a mudarse al domicilio conyugal en 2006. En aquel momento, Jennifer y Kier tenían dos hijas muy pequeñas, de apenas 1 y 3 años. Pero a pesar de ello, Kier quería una “relación a tres bandas” y satisfacer sus “deseos y necesidades bisexuales”.


Aunque Kier había sido quien invitó a Joel Steele a la casa y los alentó a seguir un estilo de vida poliamoroso, parece que comenzó a expresar resentimiento hacia su mujer por relacionarse con el otro hombre.

“Era una relación a tres bandas, y no estaba funcionando, según ella”, testificó Sausto en la corte. “Dijo que su marido estaba celoso de ella y del otro hombre”.

Después de que Steele se mudara a su casa el 26 de diciembre de 2005, Jennifer comenzó a desarrollar un interés romántico en él, lo que hizo que Kier “no estuviera muy contento”. Jennifer le dijo a su madre que se había enamorado de Steele porque él “la trataba con respeto”, que era “algo que no había experimentado en el matrimonio”.

Según las actas judiciales, Kier, que se había casado con su esposa en 2000, fue “irrespetuoso y condescendiente” durante toda su relación. Se dijo al jurado que a menudo la menospreciaba delante de los demás al señalar que sus comentarios “no eran apropiados”. También se dijo que actuaba de manera “paternal [y] dominante”.

Las actas del juicio revelan que Jennifer era “muy sumisa” y por lo general aguantaba los malos tratos sin rechistar, y añaden que Kier “también la ‘regañaba’ durante ‘media hora o 45 minutos’ cada vez, mientras que Jennifer ‘simplemente se volvía más pequeña y abatida'”.

Sin embargo, la relación duró poco, y después de una “intensa discusión” con Kier al mes siguiente, Steele abandonó la casa de los Anderson.

En un intento por mantenerse en contacto, Jennifer le envió un correo electrónico a Steele el 23 de enero de 2006, diciéndole que “no estaba segura” de querer continuar con su matrimonio. Esa noche, Kier intentó suicidarse, lo que llevó a Jennifer a ponerse en contacto con los servicios de emergencia.

Una carta de suicidio escrita por Kier decía: “todos los hombres son malos en algún nivel y… todos hacen daño a las mujeres… Pero al menos el elemento femenino puede ser generoso, cariñoso y amable… Por favor, bajadme suavemente y enterradme con pintalabios rosa brillante. Quiero parecer inocente. No me avergüenzo de querer ser una chica. Me avergüenzo de ser un hombre. Lamento haber sido un hombre tan terrible y cruel. Espero que Jennifer encuentre un buen hombre. Ella se merece alguien mejor que yo. Lamento haberte hecho daño, cielo”.

Firmó la nota de suicidio: “Kier (que odiaba ser un hombre)”.

A principios de febrero, Jennifer le confió a su madre que planeaba dejar a Anderson, de quien dijo que había sido “cruel con demasiada frecuencia”, para seguir con la relación con Steele.

El 27 de febrero, el último día que Jennifer fue vista con vida, le había dicho a una amiga durante el almuerzo que planeaba mudarse con Steele, y su amiga recordó que “hacía tiempo que no veía [a Jennifer] tan feliz”.

Durante un interrogatorio policial grabado el 28 de febrero de 2006, el día en que se descubrió el cuerpo de Jennifer colgado en el garaje familiar, Kier admitió que había sido idea suya permitir que el “bi-curioso” Steele se mudara a su casa, informó The Sacramento Bee.

También confesó a la policía que Steele y Jennifer estaban cada vez más unidos, y que “comenzaron a atacar mi lado travesti”, un alter ego femenino que Kier había desarrollado y al que había llamado “Claire”.

Kier dijo a los investigadores que comenzó a sufrir una crisis nerviosa y que “Claire simplemente no estaba allí para mí, ya no era parte de mí y me sentí realmente vacío”. Dijo que en ese momento, intentó suicidarse, tras lo cual Jennifer le dijo que quería dejarlo.

La noche del asesinato, Jennifer había estado empaquetando sus pertenencias y preparándose para mudarse.

En 2009, Kier fue condenado a una pena de prisión indeterminada de 25 años a cadena perpetua. Recurrió la sentencia en 2011, pero la petición de revisión fue denegada. Los intentos posteriores de reducir o revisar su condena fueron igualmente desestimados.

Mientras estaba en prisión, Kier creó una página de Facebook en la que invitaba a la gente a enviarle mensajes a través de JPay, un servicio de comunicación para reclusos en cárceles estatales.

“Me llamo Kier Anderson y, por cosas del destino, soy un personaje controvertido, a veces sin querer, a veces a propósito. Soy intencionalmente una mujer transgénero, que accidentalmente cumple una condena de 25 años a cadena perpetua en una prisión de hombres gestionada por el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California”, escribió Kier en una de sus pocas publicaciones.

“Además de los estudios de género, las dinámicas interpersonales, el abolicionismo, el análisis crítico del sistema de justicia penal, el activismo contra el Complejo Industrial Penitenciario y la exploración de alternativas como el movimiento de justicia restaurativa, hay muchos más temas que me interesan. Mi identidad principal siempre ha sido la de músico y artista, por lo que los temas de mi vida se reflejan en mis escritos. Además, soy el único responsable de la mitad de una relación romántica extremadamente satisfactoria”.

La página de Kier tiene poco más de 170 “amigos”, de los cuales la gran mayoría son hombres que se dicen trans y hombres que se autodefinen como travestis.

Aunque se desconoce cuándo transfirieron formalmente a Kier a la cárcel de mujeres, es probable que haya sido después de que entrara en vigor la SB-132 de California, en enero de 2021. También conocida como la Ley de Respeto, Agencia y Dignidad Transgénero, el proyecto de ley establecía formalmente el derecho de los reclusos a ser alojados en función de su identidad de género en California.

Tras la entrada en vigor de la ley, 334 reclusos varones solicitaron su traslado a una cárcel de mujeres, y 46 lo han conseguido. Según Keep Prisons Single Sex USA, un tercio de todos los reclusos varones que han solicitado estos traslados eran delincuentes sexuales registrados.

Sin embargo, la cifra de solicitudes de traslado SB-132 sólo se refiere a varones que están alojados en una prisión de hombres y solicitan ser trasladados a una prisión de mujeres. Los varones que ya están legalmente reconocidos como “mujeres” en su documento de identidad antes de ser condenados a prisión, generalmente son enviados automáticamente a una prisión de mujeres (artículo en español) y, por lo tanto, no necesitan solicitar el traslado.

En 2023, Kier apareció en el pódcast de noticias penitenciarias Ear Hustle HQ en un episodio especial dedicado a los reclusos “transgénero” cuyas vidas mejoraron gracias a la SB-132. El episodio, que no da ninguna indicación del delito por el que Kier fue encarcelado, estaba patrocinado por Progressive Insurance.

En declaraciones a los presentadores Erlonne Woods y Nigel Poor, Kier afirma que inicialmente fue condenado a cumplir su sentencia en San Quintín, considerada una de las prisiones “más duras” del mundo.

“No quería salir del armario como trans porque temía que me violaran o me maltrataran de alguna otra manera. No quería que los otros reclusos me explotaran, utilizaran, abusaran de mí o me mataran. Y tampoco quería que me consideraran débil por ser trans”, dice.

Los presentadores lamentan que los hombres que se identifican como trans estén encarcelados en prisiones de hombres, pero elogian la SB-132 por permitir que los reclusos sean alojados en la prisión que “se alinea con su identidad de género”. Kier expresa igualmente su gratitud hacia el gobierno de California por aprobar la ley.

“Me sorprendió mucho. Nunca soñé que pudiera ocurrir. Pero cuando me enteré de que no sólo era posible, sino que iba a suceder, presenté inmediatamente los papeles. Quería ser el primero en subir al autobús”, dice. “Realmente no sabía qué esperar. Lo que de verdad me hacía ilusión era estar entre mujeres y tener esos modelos de conducta. No estar atrapado en la cultura carcelaria masculina, que es un entorno duro y frío”.


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Genevieve Gluck

Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.

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