EXCLUSIVA: Reconocido activista transgénero rechaza ley de autoidentificación carcelaria y se disculpa con las mujeres.

Un recluso transgénero conocido por su exitosa lucha para conseguir que las cirugías de “afirmación de género” fueran ofrecidas sin costo alguno en las cárceles del estado de California ahora arremete contra las leyes de autoidentificación de la prisión, calificándolas como “una vergüenza”.

Michelle-Lael Norsworthy, un hombre biológico que se identifica como transgénero, conversó exclusivamente con Reduxx sobre los múltiples problemas con la SB-132, la legislación de California que permite que los reclusos masculinos sean transferidos a prisiones de mujeres únicamente sobre la base de la “identidad de género” autodeclarada.

Norsworthy fue enviado a prisión en el año 1987 por el asesinato bajo efectos del alcohol de un hombre durante una pelea de bar. Su sentencia era de unos 17 años a cadena perpetua, y fue alojado en una prisión para hombres. Pero en el 2009, después de ser la víctima de una violación grupal y contraer hepatitis C como consecuencia, su salud mental comenzó a resquebrajarse. Más tarde, un psicólogo penitenciario recomendaría que a Norsworthy se le proporcionara tratamientos de tipo quirúrgico para la disforia de género con el fin de aliviar su malestar psicológico.

Pero frente a la continua negativa por parte de la administración de suministrarle dichos tratamientos mientras cumplía su condena , Norsworthy tomó acciones legales en contra del estado de California durante el 2014. El fallo del caso Norsworthy, que fue emitido al año siguiente, sentó un precedente al establecer que los reclusos transgénero tenían derecho a sus tratamientos especiales. Como resultado, Norsworthy ha sido catalogado por legisladores y activistas trans como un “pionero” de los derechos de reclusos trans en el estado de California.


Pero ahora, el ex recluso expresa su indignación por el impacto negativo de las políticas de autoidentificación de la SB-132 con respecto a la seguridad de las mujeres encarceladas.

“No quise que esto sucediera. Mi caso en el 2015 abrió una puerta y estoy esperando que los estados se disculpen con las mujeres. No quise que esto sucediera. Las mujeres son las personas más tenues del planeta, en todas partes”.

Norsworthy sostiene que la SB-132 está “mal redactada” y que es falso que se diseño para abordar las necesidades de reclusos transgénero en riesgo de agresión sexual como se afirma, sino para complacer a reclusos específicos por capricho de poderosas organizaciones de activísmo trans.

“La SB-132 es el bebé del Proyecto de Justicia Intersexual Transgénero y el Centro de Derecho Transgénero”, “impulsaron una agenda basada en mentiras” asegura Norsworthy.

Michelle-Lael Norsworthy.

Hablando para Reduxx sobre el estado actual de las instalaciones correccionales de mujeres, Norsworthy criticó a los activistas trans detrás de esta ley y afirmó que desde que se  comenzó a implementar la SB-132 ninguno de los hombres transferidos a instituciones femeninas había sufrido maltratos en retenes masculinos consistentes con la Ley para la Eliminación de Violaciones en Prisiones (PREA).

“La ley se vendió bajo la premisa de que tenía la intención de proteger a personas como yo de la agresión sexual…

Pero yo conocía a cada uno de los reclusos que  fueron transferidos a la prisión de mujeres y ni uno solo de ellos tenía algo en su expediente que dijera que había sido víctima de agresión sexual”.

Norsworthy reveló a Reduxx que los primeros 10 reclusos varones que fueron transferidos a la Central de Mujeres de California fueron colocados en confinamiento solitario por intentar tener relaciones sexuales con reclusas. Al tener una amplia red de contactos dentro de las instalaciones femeninas, Norsworthy dijo que las mujeres informaron que los hombres transferidos  a menudo interrumpen o rechazan los ” tratamientos de afirmación de género” una vez que se trasladan a las prisiones para mujeres.

“Estas personas ingresaron a las cárceles de mujeres alegando ser mujeres. Pero entonces, en el momento en que ingresaron dejaron de tomar hormonas o ya no querían operarse… ¿Por qué? Porque querían que sus penes funcionasen”.

Los contactos femeninos de Norsworthy también han revelado que los informes al personal penitenciario sobre reclusos varones identificados como trans que las victimizan han sido ignorados o descartados por completo.

“El estado simplemente tomó a estos gigantes y los arrojó a celdas con mujeres y dijo ‘arréglenselas’. Y ahora, cada vez que una mujer sale, está siendo acosada, simplemente las abandonaron … los reclusos trans transferidas bajo la SB-132 gozan de mayor poder en las cárceles femeninas que las propias mujeres”.

Norsworthy también señaló que, a pesar de que la SB-132 está en vigor, no se ha enviado a ningún varón transgénero  mujer a hombre a una prisión masculina, y dice que la renuencia oficial para el trasladado de mujeres biológicas que se identifican como hombres a centros penitenciarios de su género  especifico expone el verdadero propósito de la ley.

“Nunca van a permitir que una mujer camine en el patio de los varones porque saben que el lado de los hombres es diferente”,  Norsworthy asegura, “Esas [mujeres a hombres] van a tener que empezar a decir que ‘ volvieron a ser mujeres para permanecer en una cárcel femenina, o, si son reconocidas como hombres, ¡tienen que sacarlas de allí! Porque si no lo hacen, los reclusos varones se darán cuenta de eso”.

Norsworthy advirtió que no habrá base legal para mantener a ningún recluso masculino fuera de las instalaciones femeninas si se permite que las mujeres identificadas como trans sean legalmente reconocidas como hombres pero eviten la transferencia a una centro masculino.

“Ahí  está el problema. El problema radica en las contradicciones. Y es un juego muy obvio que están jugando estos grupos de defensa que le susurran en los oídos a los legisladores de California y les vendieron una cuento”.

Norsworthy reveló a Reduxx que se está trabajando en planes para lanzar un desafío legal contra el estado y exigir una revisión completa y una nueva redacción de la SB-132, así como tratar de incluir a las reclusas y los grupos de derechos de las mujeres en la discusión.

“Queremos igualdad de derechos. Ninguna persona tiene más derechos que otra… ¡porque eso es por lo que luché! Lo que vemos es que las personas trans están desarrollando una fuente de poder que pisotea los derechos de las mujeres”, aseveró Norsworthy.

“A las reclusas y las organizaciones de mujeres no se les permitió hablar. Tenían derecho a participar en el proceso legislativo”, dijo Norsworthy, y agregó: “Estoy harta y cansada de tener más poder y más derecho a ser mujer que una mujer que nació hembra”.

Norsworthy también expresó su apoyo a la demanda iniciada por el Frente de Liberación de la Mujer (WoLF) contra el estado de California en nombre de cuatro reclusas hechas víctimas a manos de hombres identificados como trans que fueron transferidos a su cárcel. Norsworthy será una de las numerosas partes interesadas que brindarán información al equipo legal de la organización que asiste a las demandantes.

Al comentar sobre las declaraciones de Norsworthy para Reduxx, la directora legal de WoLF, Lauren Adams, dice que había escuchado un sentimiento similar una y otra vez.

“Al trabajar en este caso, he hablado con más de 60 reclusos en California. Me sorprende lo uniforme que es la oposición a la SB-132, incluso por parte de personas transidentificadas de ambos sexos”.

Adams señala que Norsworthy tiene una postura ideológica de género en oposición a la de WoLF, pero dice que en su intento de derogar la actual ley de autoidentificación de las prisiones de California, comparten un fin común, el de intentar ayudar a las mujeres más afectadas.

“WoLF está aquí para proteger la seguridad y la dignidad de las mujeres tras las rejas”, dice Adams, y agrega que las demandantes bajo su representación fueron las que acercaron a Norsworthy a WoLF. “Estoy muy agradecida por este grupo diverso de partes interesadas que realmente se han mostrado a favor de estas mujeres”.

Adams señala que las leyes que rodean este tema son complejas y no favorecen a las mujeres. Ella dice que la Corte Suprema incluso ha dictaminado que en ciertas circunstancias los hombres encarcelados pueden tener un derecho constitucional a viviendas para personas del sexo opuesto.

“En la demanda de WoLF, el éxito es la reducción de daños”, explica Adams para Reduxx, y agrega: “Hay docenas de hombres (asesinos, violadores, pandilleros) en las prisiones para mujeres de California, en este mismo momento maltratan, explotan y aterrorizan a mujeres cautivas. Cientos de hombres adicionales han solicitado la transferencia”.

WoLF inició una demanda contra el estado de California en noviembre del 2021, pero a principios de este mes, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) presentó una moción para intervenir en la demanda. La ACLU busca proteger a la SB-132 y mantener  el derecho de los hombres identificados como trans de ser trasladados a prisiones de mujeres. En un informe del 16 de mayo, la ACLU llegó al extremo de afirmar que ni siquiera a los delincuentes sexuales se les debe negar la transferencia.

“Ganar esta demanda no borrará el camino que nos llevó a este lugar inquietante, pero cambiaría drásticamente el mundo para miles de reclusas que, en este mismo momento, soportan estas condiciones insondables”.


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