Un hombre escocés ha sido condenado a 20 años de prisión tras declararse culpable del escalofriante secuestro y agresión sexual de una niña de la localidad. Andrew George Miller, también conocido como Amy George, fue detenido en febrero en relación con la desaparición de una niña de 11 años, a la que secuestró “mientras vestía ropa femenina”, según el Tribunal Superior de Edimburgo. También se le encontró en posesión de horribles materiales de abuso sexual infantil.
El 5 de febrero, Miller se acercó a la niña vestido de mujer y le ofreció llevarla a casa. Después de ganarse la confianza de la niña, Miller la llevó a su propia residencia, donde la encerró en su dormitorio para luego abusar sexualmente de ella repetidamente durante un período de 27 horas.
La niña pidió que la dejara volver a casa, y Miller le contestó que iba a mantenerla en cautividad y que él era su “nueva familia”. Según las actas judiciales, Miller expuso sus genitales a la víctima y la obligó a ver pornografía y “videos fetichistas”.
Escocia: arrestan a un carnicero travestido de 53 años por la desaparición de una niña de 11.
— REDUXX (Español) (@ReduxxMagEs) February 8, 2023
Reduxx ha encontrado sus dos perfiles de Facebook, uno con su identidad “femenina” y el nombre de “Amy George” y el "masculino" con su nombre, Andrew Miller. https://t.co/7tvvRYgpT0
Se denunció por primera vez la desaparición de la víctima en Galashiels, en la zona de Scottish Borders, cuando no regresó a casa después de una cita para jugar con unas amigas.
La policía dijo que estaba a unos “20 minutos a pie de su casa” cuando desapareció sin dejar rastro, lo que dio lugar a una operación masiva de varios organismos para localizarla. Innumerables voluntarios salieron a las calles en un intento por encontrar a la niña.
La policía escocesa anunció que la niña había sido encontrada el 7 de febrero en el pueblo de Gattonside, y que había sido devuelta rápidamente a su familia. Más tarde ese mismo día, la policía anunció la detención de Miller en relación con su desaparición, que había logrado localizar un teléfono fijo mientras Miller dormía y llamar a la policía.
Los agentes llegaron rápidamente al lugar, donde encontraron a Miller con un sujetador y pechos de silicona, ropa interior femenina y medias. Las imágenes de CCTV recuperadas más tarde por la policía mostraban a Miller secuestrando a la niña.
El juez Lord Arthurson, comentó sobre la “depravación nauseabunda” de Miller al dictar hoy la sentencia.
“Vestido y presentándote como una mujer, le ofreciste a la niña acercarla a su casa, pasaste muy cerca, pero la llevaste a tu casa y le quitaste el teléfono. La agrediste nada más llegar, la llevaste al dormitorio, le quitaste la ropa interior e inmediatamente comenzó su calvario de deplorables delitos sexuales con penetración. La obligaste a ponerse medias, en consonancia con tus arraigados intereses fetichistas pervertidos”, dijo el juez.
Lord Arthurson enfatizó además que creía que la apariencia femenina de Miller era una artimaña destinada a ganarse la confianza de su víctima.
“Uno no tiene más que hacerse la simple pregunta: ¿se habría subido voluntariamente a tu coche una niña de 11 años si te hubieras presentado como un hombre? La respuesta es que, obviamente, no, no lo haría. Tus intenciones eran perversas y depredadoras, y claramente implicaban un componente sustancial de planificación”.
Lord Arthurson señaló que tras su detención, Miller negó haber hecho daño a la niña e insistió en que se había comportado de una “manera maternal” con ella. También afirmó haber realizado labores de voluntariado como buen samaritano. Miller describió el secuestro de la niña como un “juego”, según un informe de evaluación de riesgos, y parecía responsabilizar a la víctima de sus delitos sexuales.
La Autoridad de Gestión de Riesgos también dijo que Miller hablaba con frecuencia de su deseo de “limitar el impacto” de sus actos depredadores en la “comunidad trans en general”.
En el transcurso de la investigación, se reveló que Miller tenía diez condenas previas, pero que “nunca antes había recibido una pena privativa de libertad, ni siquiera una condena comunitaria”. Además de declararse culpable de los cargos de secuestro y abuso sexual de una menor, Miller también admitió la posesión de múltiples imágenes indecentes de menores, incluidos medios que mostraban la violación anal de una criatura muy pequeña. Comisarió su enfermiza colección a lo largo de 19 años.
Lord Arthurson condenó a Miller a 20 años de prisión, con una extensión de ocho años.
Miller era el propietario de Miller Butchers of Melrose, una carnicería con muy mala reputación que cerró recientemente. A pesar del declive de los últimos años, la tienda tenía una larga tradición en la comunidad, había gozado previamente de buena reputación y había pasado de padres a hijos.
La carnicería Miller Butchers of Melrose se menciona de pasada en El Oficio del Mal, una novela negra de JK Rowling, publicada bajo el seudónimo de Robert Galbraith. Durante un tiempo, tuvo un expositor con la temática de El Oficio del Mal en el escaparate de la carnicería.
Al parecer, las tendencias travestis de Miller eran bien conocidas por sus vecinos.
Una fuente de su localidad dijo a Reduxx que lo llamaban “Miller el transo” en el instituto debido a su propensión a travestirse, y que era conocido como un “ladrón de bragas” ya de estudiante.
Después de graduarse, Miller aparentemente comenzó a vestirse ocasionalmente con ropa de mujer, tanto en la comunidad como en su carnicería. Dos fuentes independientes afirmaron que Miller había tenido ya contacto con la policía por robar ropa interior femenina de los tendederos.
Reduxx ya había localizado previamente dos perfiles de Facebook pertenecientes a Miller, uno de los cuales utiliza una identidad “femenina” bajo el nombre de “Amy George”. Miller parece haber operado las cuentas simultáneamente, publicando tanto en su cuenta identificada como “masculina”, como en la “femenina” con regularidad.
En enero de este año, Miller publicó un mensaje en su cuenta “masculina” aludiendo al desastre que acabó siendo la Ley de Reconocimiento de Género de Escocia.
“Tontos del bote [sic] de Westminster… Nunca os metáis en los asuntos transgénero escoceses”, escribió Miller pocos días después de que el Gobierno británico bloqueara una ley escocesa que pretendía rebajar significativamente los requisitos para que las personas cambiaran su sexo registral en Escocia.
En enero de 2020, Miller publicó sobre cómo enseñar a los menores (artículo en español) a explorar sus identidades.
“Esa simple pregunta que nos hacemos a nosotros mismos… ¿quién soy yo? Haced esa misma pregunta a vuestras criaturas. Dejadlas que sean ellas mismas. Guiadlas, pero no con límites. Enseñadles, pero no con una moral equivocada. Amadlos y hacedles saber y sentir que son amados, porque ese es el regalo más grande de todos”, publicó Miller como “Amy George”.
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