Aviso de contenido: Descripciones gráficas de violencia contra las mujeres. Se agradece tener en cuenta.
Un hombre sádico que golpeó a su prima hasta causarle la muerte para luego profanar sexualmente su cadáver ha solicitado el traslado a una prisión de mujeres en virtud de la nueva “ley trans” española. Lorena Robaina, antes conocido como Jonathan de Jesús, cumple actualmente 38 años de prisión por el espeluznante crimen.
Robaina, de 26 años, fue detenido en junio de 2018, cuatro días después de que se encontrara el cadáver mutilado de su prima, Vanessa Santana, en la casa de su madre en Betancuria, Fuerteventura. Parece ser que Robaina había esperado a que su tía se fuera a trabajar para entrar en la vivienda y encontrar a Santana en su habitación. Tanto Robaina como Santana tenían 21 años en ese momento.
Con extrema violencia, y concentrándose en partes vitales del cuerpo, Robaina golpeó a Santana casi tres docenas de veces con un martillo, cayendo la gran parte de los golpes en el cráneo. Continuó golpeándola incluso después de que la joven cayera al suelo, y acabó utilizando un cinturón para estrangularla.
Una vez muerta, Robaina eyaculó sobre su cuerpo y profanó sexualmente su cadáver.
Durante el juicio, la madre de Santana dijo que al volver a casa del trabajo llamó a su hija, pero cuando la joven no respondió, subió las escaleras y encontró su cuerpo en un “charco de sangre” en el pasillo. Los restos de Santana estaban envueltos en una manta, y todavía tenía el cinturón que Robaina había usado para estrangularla alrededor del cuello.
El rostro de la joven había sido destrozado hasta el punto de que era casi “irreconocible”.
Robaina fue inmediatamente considerado sospechoso del crimen, ya que los vecinos informaron que no parecía emocionalmente afectado por la muerte de su prima. La madre de Santana también señaló que tenía un historial de comportamiento sexualmente desequilibrado hacia su prima, que incluía haberla atacado en el pasado y haberle robado ropa.
La madre de Santana afirmó que su hija nunca había denunciado a Robaina a la policía porque le daba lástima.
“Crecieron juntos, siempre estaba en mi casa. Yo cuidé mucho de él … [pero] hubo un momento en que la atacó y [Vanessa] no quiso denunciarlo porque era su primo y lo quería”, afirmó la madre de Santana durante en el juicio.
La madre de Santana crio a Robaina como si fuera su hijo ya que su madre biológica había muerto en el parto, y él y Santana estaban muy unidos. Según los informes, la víctima había invitado a Robaina a dar un paseo y a comer pocos días antes de que la asesinara.
Los familiares de Robaina revelaron que padecía trastornos emocionales y sexuales, y que tenía problemas extremos con las mujeres.
“Es una persona muy bajita y con muchos complejos. Por eso siempre se ha comportado así con las mujeres, acosándolas. Solo ver cómo las miraba era bastante asqueroso”, dijo uno de los primos de Santana sobre Robaina.
Resulta inquietante que Robaina declarara su identidad transgénero casi inmediatamente después de comenzar el juicio e intentara utilizar su identidad de género como atenuante para que se le retiraran algunos cargos. Con la esperanza de restar 15 años a la posible condena, los abogados de Robaina empezaron a argumentar que no había motivación sexual en el delito porque Robaina era una mujer que se sentía atraída sexualmente por los hombres.
La defensa afirmó que Robaina había actuado en un “arrebato” causado por una crisis de salud mental, y que el asesinato no había sido premeditado ni sexual.
La prima de Santana, Nayara, refutó las afirmaciones de Robaina ante la prensa, tachándolo de mentiroso.
“Claro que nadie se cree lo de que fue un arrebato. Jonathan se coló esa noche en casa de mi prima con unas llaves que había robado previamente en casa de mi tía. Con guantes para no dejar huellas, con cuerdas, dos navajas y un martillo. Cuando acabó, le dio la vuelta al colchón ensangrentado para ocultar las manchas. La ropa con sangre la metió en una bolsa y la tiró en una casa deshabitada. Eso no es un arrebato”.
Al parecer, durante el juicio, a Robaina se le permitió vestir ropa femenina en la prisión y ducharse por separado de los hombres.
Los intentos de Robaina de reducir su sentencia utilizando su identidad de género finalmente no tuvieron éxito, y se le impuso una pena de prisión de 38 años, sólo dos años menos de lo que pedía la fiscalía tanto por el cargo de asesinato, como por el de agravante sexual.
Ahora, Robaina solicita su traslado a una prisión de mujeres después de que España aprobara su nueva “ley trans”, que amplía enormemente el ámbito de protección y los privilegios de quienes reivindican una identidad transgénero.
La polémica ley, aprobada el 16 de febrero, otorga a cualquier persona mayor de 16 años el derecho a cambiar el género reflejado en sus documentos oficiales sin ninguna prueba social o médica de su “transición”. Aunque las defensoras de los derechos de las mujeres expresaron su preocupación por el resultado que la ley tendría en el acceso de los varones a los espacios destinados a las mujeres, incluidos los refugios para víctimas de violencia doméstica y las prisiones, la ley entró en vigor el 2 de mayo.
Apenas 12 días después de la aprobación de la ley, el director de la prisión en la que se encuentra recluido Robaina firmó una orden interna por la que exigía al personal que utilizara el nuevo nombre “femenino” de Robaina al dirigirse a él. También se decretó que Robaina dispusiera de una celda privada y de cacheos privados.
Según Antena3 de España, Robaina también solicita el traslado a una cárcel de mujeres, algo por lo que la familia de Santana había expresado su preocupación hace años.
En 2021, después de que Robaina declarara una identidad transgénero, la familia de Santana habló con la prensa y advirtió que “su “cambio de sexo“ podría hacer que terminara en una prisión de mujeres”, añadiendo: “Imagínense lo que sería eso para las presas, que son mujeres de verdad. Obligarlas a vivir con un asesino confeso de mujeres”.
Según Okdiario, el Ministerio del Interior ha declarado que Robaina podrá trasladarse a una cárcel de mujeres cuando desarrolle “un fenotipo más femenino”.
España ha sido ridiculizada internacionalmente por su reciente paso hacia la implantación de leyes indulgentes en torno a la identidad de género. Las feministas han señalado que apenas se ha tenido en cuenta el modo en que la ley afectará a las mujeres y las niñas.
El año pasado, Reduxx informó que un hombre en Cataluña (artículo en español) logró evitar cargos por violencia doméstica específicos por razón de sexo tras cambiar su identidad de género. El hombre y su compañera llevaban juntos 11 años, pero su relación comenzó a deteriorarse después de que él expresara su deseo de ponerse lencería en el dormitorio y tomar estrógeno.
Al no tener ningún deseo de participar en el fetiche obvio del hombre, la mujer se mudó a otra habitación de la residencia, pero su ex pareja continuaría aterrorizándola, hasta acabar abusando sexual y físicamente de ella. Cuando intervino la policía, la mujer se enteró de que el hombre ya había cambiado su sexo legal, lo que imposibilitaba acusarlo del delito de violencia de género.
En España, los cargos por violencia de género proporcionan a la mujer víctima de ella protecciones y resoluciones específicas que pueden afectar los procedimientos de divorcio o separación, la custodia y otros factores importantes.
Como su agresor estaba reconocido legalmente como mujer, la víctima no recibió ninguna protección específica, como una orden de alejamiento, y se vio obligada a elegir entre quedarse sin hogar y regresar a la residencia con su abusador.
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