Los defensores de los derechos de la mujer expresan su preocupación tras conocerse que un hombre biológico que ha “transicionado” hace poco, jugaba en un equipo femenino de hockey sobre hierba en Escocia. Reduxx ahora se ha enterado de que el jugador presuntamente lesionó a una joven jugadora en un partido a principios de este año.
El 6 de mayo, Monarch Hockey Club compartió fotos en las redes sociales de su equipo femenino después de ganar su segundo trofeo en una semana. En las fotos, se puede ver a un hombre entre las mujeres de ese equipo de jugadoras de todas las edades.
La publicación fue compartida por St. Andrew’s Radical Feminists, una página de Facebook dirigida por un colectivo de estudiantes anónimas de la Universidad de St Andrew en Escocia. El colectivo expresó su preocupación por la seguridad de las jugadoras del equipo, así como por el juego limpio en el deporte.
“Un hombre puede cambiarse el nombre, pero eso no lo convierte en una ‘señora’. ¿Es eso justo para las mujeres del equipo contrario? ¿Está de acuerdo el equipo femenino de la Universidad de St. Andrews con jugar contra hombres? No estamos ciegas”, escribieron las defensoras de los derechos de las mujeres en Facebook.
La página St. Andrews Radical Feminist comparte noticias locales e internacionales relacionadas con la ideología de género. Ya ha sido objeto de ataques por parte de transactivistas que han acusado a los miembros del grupo de “promover la transfobia” y perpetrar discursos de odio por malgenerizar a los hombres que se dicen trans.
Reduxx puede confirmar la identidad del jugador que se dice trans: se trata de Greg MacDonald, un antiguo estudiante de la Universidad de St. Andrews que antes jugaba en el equipo de hockey masculino de la Universidad. MacDonald ahora se hace llamar “Anna” en las redes sociales.
No está claro si MacDonald se ha sometido a algún tratamiento de hormonas de sexo cruzado, pero la guía oficial de Scottish Hockey (SH), el organismo que rige este deporte, establece explícitamente que la participación en los equipos debe basarse por completo en la autoidentificación de género.
“El hockey es un deporte sin contacto y SH sanciona las competiciones de hockey masculino, mixto y femenino; como tal, no se han demostrado problemas de seguridad para ningún hombre o mujer trans que desee participar en competiciones de hockey sancionadas, en los entrenamiento o en el hockey amistoso/recreativo. En consecuencia, se debe aceptar a las personas en el género que presenten y la verificación de su identidad no debe ser mayor de lo que se espera de cualquier otro jugador”, reza la guía.
“Reconocemos, sin embargo, que puede haber algunas preocupaciones sobre el juego limpio en las categorías femenina y mixta. Nuestra política asume que las mujeres trans (personas trans de hombre a mujer) que deseen competir en competiciones de hockey mixtas o femeninas sancionadas lo hacen con la mejor de las intenciones y sin intención de engañar sobre su estatus para obtener una ventaja competitiva”.
La noticia de la participación de Macdonald en un equipo de hockey femenino fue difundida en Twitter por For Women Scotland Sport, un grupo de defensa que trabaja para garantizar un entorno justo y seguro para las mujeres y las niñas en el deporte.
En una declaración a Reduxx, una representante de For Women Scotland Sport denunció la participación de MacDonald y señaló que los hombres tienen claras ventajas físicas sobre las jugadoras.
“El deporte está dividido en categorías para reconocer la ventaja física [y] para garantizar la equidad y la seguridad de los jugadores. Al incluir a un hombre en un equipo femenino, estamos ignorando esas ventajas físicas y riesgos en favor de la identidad”, dijeron.
A pesar de la afirmación de Scottish Hockey de que las políticas de inclusión no suponen ningún riesgo para las jugadoras, Reduxx ha tenido conocimiento de una denuncia según la cual MacDonald lesionó a una jugadora menor de edad durante un partido femenino a principios de este año. Reduxx se reserva la fecha concreta del partido y la información sobre el equipo contrario para proteger a la jugadora menor de edad involucrada.
Un espectador que estaba presente en el partido contó a Reduxx que “MacDonald parecía y se movía como un jugador de rugby” y era “más alto y más musculoso que todos los demás en el campo”.
La fuente ha solicitado permanecer en el anonimato para proteger su privacidad, pero dice que la presencia de MacDonald en el equipo contrario provocó “muchas cejas arqueadas” entre el público.
MacDonald competía contra un equipo con jugadoras de distintas edades, entre las que había varias adolescentes. La fuente explicó que si bien el hockey sobre hierba no es “oficialmente” un deporte de contacto, suelen producirse colisiones entre los jugadores tanto involuntarias como cuando no se respetan las reglas.
“MacDonald trataba de placar a una chica que se había puesto detrás de la defensa y tenía una carrera clara hacia la portería”, dice la fuente. “El placaje por la izquierda es difícil de hacer sin hacer contacto, sobre todo a velocidad. Era una maniobra de alto riesgo”.
En un instante, la niña quedó “aplastada”, y el partido se detuvo durante varios minutos mientras la atendían. Finalmente fue retirada del juego y se descubrió que había sufrido lesiones en el cuello, el brazo y la cadera.
“Los espectadores se quedaron boquiabiertos”, dice la fuente. “Se concedió un tiro libre por la falta, pero no hubo sanciones personales. El partido se reanudó una vez que la niña lesionada abandonó el terreno de juego”.
Después del partido, la fuente dice que algunos de los espectadores escribieron a Scottish Hockey para expresar su preocupación por los riesgos para la seguridad que sus políticas “inclusivas” estaban provocando, pero aún no se han realizado cambios en la política y MacDonald continúa jugando en la liga femenina.
La fuente también expresó su desacuerdo con las políticas de autoidentificación de género del hockey escocés, afirmando: “No es seguro para las mujeres, y ciertamente no para las niñas, jugar en estas circunstancias. Las diferencias de tamaño, velocidad y peso son demasiado grandes”.
La cuestión de los hombres que se autoidentifican mujeres para poder jugar en las categorías deportivas femeninas ha desencadenado un acalorado debate internacional que ha dado lugar a un escrutinio público de las políticas que priorizan una identidad de género autodeclarada sobre el sexo biológico.
En enero de 2023, la Unión Escocesa de Rugby prohibió a los hombres que se dicen trans competir en el rugby de contacto femenino, alegando la seguridad de las jugadoras.
“Nuestra Política de Participación de Género reconoce la necesidad de equilibrar las consideraciones de seguridad y juego limpio con nuestro deseo subyacente de ser lo más inclusivos posible. En este momento, Scottish Rugby ha optado por tomar una decisión que antepone la seguridad, basándose en la investigación actual”, dijo la Unión en un comunicado sobre su decisión.
Esta decisión llega tras cambios de política similares por parte de otros organismos deportivos a nivel internacional. FINA, el organismo rector de la natación internacional, votó a favor de prohibir a los hombres que se dicen trans participar en competiciones femeninas de élite si habían pasado por la pubertad masculina.
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