EXCLUSIVA: Mujer australiana queda discapacitada tras ser atacada por un activista trans.

Aviso de contenido: Este artículo contiene fotos de contusiones y lesiones físicas. Se agradece la discreción del lector.

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Una mujer de Melbourne, Australia, fue hospitalizada y quedó con heridas horribles tras el brutal ataque de un activista trans en lo que ella especula fue en represalia por sus opiniones críticas de género.

El 24 de septiembre de 2022, Ruby* y su pareja asistían al Punks Pub Crawl, una ruta anual de bares para aquellos en la escena punk rock que se celebra en Melbourne desde 1982. Ruby, bajista de una banda local, llevaba asistiendo al evento desde que era adolescente. Aunque estaba entusiasmada de volver a la tradición después de la flexibilización de las restricciones de COVID-19, la noche se convirtió en una pesadilla para ella.

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“Acababa de llegar con mi pareja alrededor de las 3 de la tarde. Había unas 70 personas en la ruta de bares. Nos paramos en Carlton Gardens para hacernos una foto del grupo”, relata Ruby, que explica que inmediatamente después de hacerse la foto, tendría un incidente que desde entonces la dejó con una lesión debilitante.

“Ya me iba, estaba hablando con una amiga y me di cuenta de que un hombre caminaba al lado del grupo, pero en la dirección contraria al resto de nosotros”, dice Ruby. “Cuando pasó a mi lado, me golpeó fuertemente con el hombro y me detuve para dirigirme a él”.

Ruby describe a su agresor como “varón, pero no obviamente ‘trans'”. Como ella estaba con un grupo de individuos pertenecientes a la comunidad punk rock, no creyó inmediatamente que intentara presentarse como del sexo opuesto, y simplemente pensó que llevaba un atuendo punk clásico.

“Parecía una metalero con los labios pintados, y nunca lo había visto en mi vida”, dice. Según el informe policial que Ruby facilitó a Reduxx, se describe al individuo como de aproximadamente 1’70 metros, con pelo largo y oscuro. Llevaba camisa y pantalones negros.

Sobresaltada por el choque corporal, Ruby se enfrentó al hombre.

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“Dije algo así como: ‘¿Hay algún problema? ¿Tenemos que hablar tú y yo?’. Comenzó a negar y a hacer luz de gas. Afirmó que fue un accidente y uno de sus amigos lo respaldó. Estaba claro que no había sido un accidente, así que le contesté: ‘No, él me golpeó con el hombro tan fuerte como pudo'”.

Ruby dice que los espectadores parecieron estar en desacuerdo inmediatamente con el pronombre que había usado para referirse al hombre.

“Escuché algunos murmullos de ‘¿Él?’ Como si la gente se sintiera ofendida por mi elección del pronombre”, dice. “Me quedé frente a él durante unos segundos esperando a ver si iba a empezar, pero parecía no tener nada que decir, así que me di la vuelta y me alejé”.

Pero justo en ese momento, Ruby dice que de repente la atacaron por detrás, y el hombre la empujó contra el cemento con una fuerza tremenda.

“Llevaba una chaqueta de cuero con muchas tachuelas, así que caí con fuerza y rapidez. Estiré el brazo izquierdo para amortiguar la caída con algo que no fuera la cabeza y el impacto reverberó por todo mi brazo, destrozándome el hombro y rompiéndome el brazo por la articulación”.

Ruby dice que otros asistentes a la ruta de bares le dijeron al hombre que se apartara, y ella dice que aunque le dolía mucho, no reconoció de inmediato el alcance de los daños. Una amiga suya con conocimiento de primeros auxilios le colocó un cabestrillo improvisado, y Ruby no tardó en darse cuenta de que necesitaba tratamiento médico.

Primero intentó ir a un hospital público, pero la dejaron en la sala de espera de urgencias durante horas agonizantes sin la atención adecuada, así que se marchó y más tarde fue al Hospital de Austin, famoso por su atención traumatológica. Le hicieron un TAC y una radiografía y le diagnosticaron una fractura de hombro.

Ruby proporcionó a Reduxx los informes médicos de Austin Health en los que constaba que había ingresado en la unidad de urgencias de corta estancia y que, en un principio, un traumatólogo le había dicho que tenía que someterse a una intervención quirúrgica.

Un segundo cirujano ortopédico al que Ruby acudió durante su estancia en el hospital decidió no operarla, al considerar que los resultados serían mejores si simplemente se la vigilaba de cerca y se la enviaba a fisioterapia una vez curada la lesión inicial. El cirujano dejó abierta la posibilidad de operarla si algo pasara con la lesión en el futuro.

Informe del Hospital Austin proporcionado a Reduxx.

En medio del caos de intentar obtener tratamiento médico, Ruby había logrado localizar al individuo que la había agredido a través de un contacto de su banda. Se dio cuenta de que el agresor había sido amigo de una persona con la que su grupo había actuado en el pasado y buscó más información en sus redes sociales. Consiguió identificar al agresor y, armada con la información, acudió a la policía de Melbourne y presentó una denuncia tras recibir el alta hospitalaria.

Ruby facilitó a Reduxx la declaración que firmó ante un agente de policía sobre su terrible experiencia. En la declaración, nombra a Sarah Cadzow, un hombre que se identifica como “mujer”, como su agresor.

Ella especula que su contacto mutuo en la banda había alertado a Cadzow de sus opiniones sobre la ideología de género en el Punks Pub Crawl, y que él la había golpeado como represalia.

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“Quedó claro que alguien le había enseñado al agresor mis publicaciones en Facebook. Que yo sepa, el agresor nunca había estado en mi lista de amigos de Facebook, pero su amigo sí. Desde que descubrí que había hombres en las cárceles de mujeres, mi Facebook se ha centrado en los derechos y los espacios de las mujeres”, explica Ruby. “Le mandamos un mensaje al amigo poco después y él se mostró de acuerdo por escrito de lo sucedido, pero intentó justificarlo porque aparentemente [Cadzow] estaba ‘defendiendo a su comunidad’ al atacar por la espalda a una mujer de mediana edad”.

En su juventud, Cadzow había estado asociado con la organización benéfica juvenil LGBTQ Minus18.

Sarah Cadzow, al final a la derecha, en un anuncio de la línea de merchandising antitransfobia de Minus18.

Cadzow figuraba como miembro del equipo de desarrollo del proyecto Trans 101, un “curso intensivo sobre diversidad de género” dirigido a jóvenes y apoyado por Minus18, YGender y el Sydney Myer Fund. También escribió una biografía para el Rainbow Story Project, en la que elogiaba a Minus18 y se jactaba de haber “transicionado” cuando tenía unos 14 años.

A pesar de haber proporcionado a la policía de Melbourne dos declaraciones de testigos, así como la identidad de su agresor, Ruby explica que pasaron meses hasta que Cadzow fue finalmente acusado, en un proceso que al principio la dejó sintiéndose abandonada.

“No puedo hablar de los recursos o procedimientos policiales, pero me preocupó mucho que tardaran tanto en acusarlo. Parecía que trababa al agresor con mucha delicadeza”, dice. “Quería que hubiera un elemento disuasorio inmediato para que no volviera a hacer esto, a mí o a cualquier otra persona, y la policía no pareció tomarse en serio en absoluto esa preocupación”.

Ruby dice que observó un claro “cambio de tono” cuando la policía se enteró de que su agresor era transgénero.

“La tardanza en presentar cargos y la forma en que lo hicieron me parecieron sin duda una reticencia a actuar. Se trataba de un acto de violencia muy grave y en lo único en lo que podía pensar durante ese tiempo de espera era ‘¿Dónde están las consecuencias? ¿Qué le impide hacerlo de nuevo? ¿Qué pasa si ve a una mujer con una camiseta de Hembra Humana Adulta?”

El 25 de enero, casi exactamente cuatro meses después del incidente, Cadzow finalmente recibió cargos relacionados con la agresión a Ruby. Está previsto que comparezca ante el Tribunal de Magistrados de Melbourne el 14 de abril.

Una de las últimas publicaciones en el Facebook de Cadzow. (Estoy libre de ataduras y mi rabia no tiene límites)

Aunque Ruby expresa cierto alivio por el hecho de que Cadzow haya sido acusado y de que la parte legal de su terrible experiencia esté avanzando después de meses estancada, le ha quedado el impacto persistente de su ataque.

“Toco el bajo, y al principio no estábamos seguros de si iba a poder seguir dando conciertos. Afortunadamente, parece que podré hacerlo, pero no muy a menudo y me duele mucho al afinar”, dice, explicando que ya no puede levantar el brazo afectado por encima del hombro.

“Nunca volveré a nadar, ni a tirar a canasta con mi hijo, coger cosas de estantes altos o tender la colada. El médico me dijo: ‘tu capacidad para levantar ese brazo por encima de la cabeza terminó cuando caíste al suelo'”.

En relación con la próxima vista de Cadzow, Ruby dice que espera que las consecuencias para él sean lo suficientemente graves como para actuar como elemento disuasorio.

“Espero que otros que puedan tener ideas similares se den cuenta de que sencillamente no se puede ir por ahí atacando impunemente a las mujeres”.

Pero incluso así, Ruby explica que le preocupa cómo tratará el caso la justicia penal de Australia, que se ha hecho famosa por su postura ante la autoidentificación de género.

“Este fue un claro acto de violencia machista, pero tengo mis dudas sobre si las estadísticas o los registros lo reflejarán al final”, dice.

“Hoy en día da mucho miedo ser una mujer que habla de los derechos de las mujeres. Este tipo de violencia está yendo demasiado lejos y tiene que parar antes de que ocurra algo aún peor.”

* – Se le ha dado un nombre diferente para proteger su privacidad.


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Anna Slatz
Anna Slatz
Anna is the Co-Founder and Editor-in-Chief at Reduxx, with a journalistic focus on covering crime, child predators, and women's rights. She lives in Türkiye, enjoys Opera, and memes in her spare time.
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