Un hombre trans-identificado que fue condenado por la posesión, producción y distribución de horribles materiales de abuso infantil ha sido puesto en libertad temprano en Irlanda, a pesar de que ni siquiera tiene permiso legal para estar en el país.
Bruno Binda De Souza, que también usa el nombre de Bruna Meirelles, fue puesto en libertad el 26 de octubre después de ser pillado con “miles de imágenes depravadas de abuso infantil”.
De Souza, de 32 años, se había declarado culpable de cuatro delitos de posesión de pornografía infantil, cinco delitos de producción de pornografía infantil y un delito de distribución de pornografía infantil en tres fechas entre diciembre de 2017 y julio de 2020. Se encontró el material en todos sus dispositivos electrónicos, incluidos sus teléfonos y ordenadores.
Según informa el Sunday World, durante el juicio, el tribunal escuchó cómo fue un ex cliente de De Souza el que lo inició en el material de abuso infantil mientras usaba la droga metanfetamina.
Después de verlo por primera vez, De Souza se empezó a interesar en el tema y descargó cantidades significativas del material. El tribunal oyó cómo De Souza comenzó a distribuir imágenes sexuales de niños a través de WhatsApp y Facebook, y que había participado en conversaciones sexuales sobre niños con otros pedófilos en Internet.
Sus crímenes fueron descubiertos como parte de una operación de material de abuso infantil llamada Operación Ketch. El Centro Nacional de Estados Unidos para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) notificó a la Gardaí, la fuerza policial nacional de Irlanda, acerca de De Souza. La Gardaí luego inició una investigación sobre De Souza y le confiscó varios aparatos.
Se descubrieron 2.464 imágenes ilegales en un teléfono, y 752 imágenes más y varios videos en otro. También había pruebas adicionales en su MacBook.
El detective Garda Martin Allen dijo al tribunal que algunas de las imágenes de abuso infantil encontradas eran “únicas” en el sentido de que la Gardaí que trabajaba en la división de Delitos Cibernéticos no las había visto nunca. La policía a menudo compara las imágenes de explotación sexual infantil con los catálogos de medios que se han descubierto en el pasado para ayudar a reunir información relevante, como el seguimiento de la distribución y la localización de las víctimas.
De Souza, de nacionalidad brasileña, estaba viviendo en Dublín en el momento de sus crímenes y, durante el proceso penal, se le caducó el visado. Se esperaba que fuera deportado después de su puesta en libertad, pero según los informes, se le ha permitido salir libremente de la prisión de Midlands y entrar en la comunidad.
Antes de su arresto, De Souza había estado activo como prostituto en Irlanda, donde cobraba 250 euros por hora. Operaba en sitios web de escoltas irlandeses bajo el nombre de “TS Pocahontas” desde 2011, y ganaba miles de euros por semana. Su perfil, que ya ha sido eliminado, se jactaba del tamaño de su pene.
A pesar de la naturaleza horrenda de los materiales encontrados en su posesión y que se probado que ha distribuido, el juez Martin Nolan describió a De Souza favorablemente.
“No creo que ella sea una mala persona, pero cometió delitos graves y el tribunal debe castigarla por su mal comportamiento”, dijo el juez Nolan, usando pronombres femeninos para referirse a De Souza.
El juez Nolan también declaró que De Souza no tenía condenas previas y que había cooperado con la Gardaí al darles las contraseñas de sus dispositivos.
En 2020, Nolan sentenció a De Souza a solo tres años de cárcel, pero lo retrotrajo a cuando fue puesto bajo custodia por primera vez. Su puesta en libertad el 26 de octubre significa que fue liberado tan solo 2 años después de la sentencia.
Cuando estaba en prisión, De Souza había pedido que un estilista o esteticista fuera a visitarlo, pero su solicitud fue rechazada.
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