Un travesti que agredió sexualmente a tres empleadas de una organización de apoyo a personas con discapacidad de la que era representante, ha sido condenado a seis años de prisión por sus delitos. Kazumi Watanabe, de 57 años, quien afirma “tener corazón de mujer”, recibió su sentencia el 27 de marzo en la sede de Sakai del Tribunal de Distrito de Osaka.
Watanabe fue detenido el 7 de febrero de 2023, acusado de agresión sexual por varias empleadas. En el momento de su detención, Watanabe era el propietario y director de Aoi Sodanshitsu, una empresa pública que prestaba servicios a personas discapacitadas o desfavorecidas y a sus familias. La empresa tenía un acuerdo con el gobierno municipal de Takaishi, en la prefectura de Osaka, que derivaba a las personas con vulnerabilidades a Aoi Sodanshitsu para que recibieran asistencia cuando la necesitaran. Watanabe y su personal ofrecían entonces consultas de apoyo y derivaciones a los servicios de asistencia social pertinentes.
Según la acusación, Watanabe agredió sexualmente a varias empleadas y clientas del negocio en 2021, engañándolas con el pretexto de darles un “masaje” hasta que se encontraban en una posición vulnerable. Para que sus víctimas se sintieran lo suficientemente cómodas como para confiar en él, les decía que no se sentía atraído sexualmente por las mujeres y que tenía “corazón de mujer”. Después de que le permitieran tocar sus cuerpos, las agredía sexualmente. En al menos uno de los casos, Watanabe violó a una víctima mediante penetración forzada.
Una mujer, de unos cuarenta años, era clienta del proyecto de asesoramiento sobre discapacidades. Cuando Watanabe comenzó a darle un masaje, sobándole los pechos y los genitales, hizo comentarios sobre tocarle el “hueso púbico”, sugirió que le podía aumentar los pechos y la hizo caminar en ropa interior.
En su decisión, el Tribunal de Distrito declaró: “El método de cometer el delito bajo el pretexto de ofrecer un masaje mintiendo sobre su identidad de género fue astuto, y el hecho de que lo repitiera demuestra claramente que tenía distorsiones sexuales. También se aprovechó de su posición. Esta es una condena contundente”.
Watanabe a menudo les decía a las personas de su entorno que su “cuerpo era de hombre”, pero que su “corazón era de mujer”. Se vestía con ropa de mujer, se hacía la manicura y afirmaba tener “disforia de género”, un diagnóstico que no se sabe si es oficial.
Una de las víctimas, una mujer de unos 50 años, habló con los medios locales y dijo que se sintió “engañada” por su antiguo empleador.
“Me engañó… y usó mis debilidades contra mí. Jugó sucio y es imperdonable”.
La víctima llevaba sólo unos meses trabajando en la empresa cuando ocurrió el incidente. Parte de sus funciones laborales consistía en apoyar a clientes discapacitados o desfavorecidos y a sus familias, escuchando sus preocupaciones y participando en consultas. Dijo que disfrutaba de su trabajo, que estaba bajo la supervisión directa de Watanabe.
La víctima explica que en mayo de 2021, Watanabe se acercó a ella cuando estaban solos en el lugar de trabajo. Le ofreció un masaje para aliviar su postura estresada. Aunque en un principio la víctima parece haberse mostrado reacia a que Watanabe le tocara el cuerpo, el hombre le dijo rápidamente: “Tengo un trastorno de identidad de género. No me interesan los cuerpos femeninos”.
La mujer acabó accediendo porque tenía miedo de faltarle el respeto a su jefe y perder su trabajo. Con la guardia baja por las afirmaciones de Watanabe sobre su identidad, la víctima permitió que le diera un masaje. Dice que empezó por los hombros, pero que fue bajando gradualmente hasta que Watanabe empezó a tocarle la parte inferior del cuerpo. Y luego, la agredió.
Tras la agresión, Watanabe amenazó a la empleada con quitarle su certificación si dejaba el trabajo. Tras la amenaza, ella denunció el caso a la policía.
Otra víctima, una trabajadora a tiempo parcial de unos 30 años, había sido engañada para ir a un hotel de Osaka con el pretexto de que Watanabe, quien afirmaba ser un esteticista titulado, le daría un masaje para aliviar sus dolores físicos. La mujer denunció a la policía haber sido agredida sexualmente en el hotel en abril de 2021.
Watanabe negó las acusaciones, primero diciendo: “La mujer se bajó los pantalones y la ropa interior y lo obligó a tocarla”, pero también afirmando que la sala de masajes era “demasiado pequeña para actos obscenos”. El abogado defensor de Watanabe presentó el argumento de que las mujeres habían accedido a la agresión.
Durante el proceso judicial, la fiscalía declaró que Watanabe se valió de la confianza que había generado al dirigir un negocio de apoyo psicológico para personas con discapacidades para aprovecharse de su posición y cometer delitos sexuales contra empleadas y clientas.
“No sólo se trata de una táctica conocida, sino que también se reconoce que se aprovechó de la posición de la víctima e intentó ocultar el delito, que es extremadamente desagradable, y no hay ninguna circunstancia a favor de Watanabe”, dijo el fiscal.
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