Siete mujeres han demandado a la hermandad Kappa Kappa Gamma (KKG) por haberlas obligado a admitir a un hombre que se identifica como transgénero en la sección de la Universidad de Wyoming (UW). Artemis Langford, de 21 años, fue admitido en KKG tras una votación que se llevó a cabo después de que éste presentara un formulario de admisión en septiembre pasado.
“Me siento muy contento de estar en un lugar que creo que no solo comparte mis valores, sino de estar en una hermandad de mujeres increíbles que quieren hacer historia”, dijo Langford a The Branding Iron, una publicación local donde también trabaja como colaborador, durante una entrevista el año pasado. “Quieren romper el techo de cristal, son pioneras, sabes, y ciertamente siento eso como su primer miembro trans, al menos en el capítulo de la historia de Wyoming”.
Como miembro de Kappa Kappa Gamma, a Langford, que mide 1’88 m (6’2”) y pesa aproximadamente 118 kgs (260 libras), se le permite vivir en la casa de KKG, que tiene capacidad para 50 mujeres. Aunque actualmente vive fuera de la casa de la hermandad, está previsto que se traslade a la residencia dentro de un año, donde tendría acceso a las duchas compartidas.
Las puertas de las duchas comunes no tienen cerrojo, y el baño principal, situado en el segundo piso, no está equipado con un vestuario privado, informa Cowboy State Daily.
Aunque Langford reside en otro lugar en este momento, las mujeres alegan que con frecuencia se sienta en el área común del segundo piso, observándolas.
“Un varón humano adulto no se convierte en mujer solo con decir a los demás que tiene una ‘identidad de género’ femenina y comportarse de la manera que él cree que es estereotípicamente femenina”, reza la demanda legal, presentada el lunes en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos de Wyoming.
“El Consejo de la Fraternidad ha traicionado el propósito central y la misión de Kappa Kappa Gamma al mezclar la experiencia de ser mujer con la experiencia de los hombres que actúan los comportamientos generalmente asociados con las mujeres”.
Las siete mujeres anónimas, todas las cuales son miembros en este momento o lo fueron de la sección de esta hermandad de la Universidad de Wyoming (UW), presentaron la demanda el 27 de marzo contra la hermandad y su presidenta, Mary Pat Rooney. En los documentos legales se hace referencia a Langdon con el seudónimo “Terry Smith”, y utiliza pronombres masculinos para referirse a él. Las demandantes solicitan que el tribunal anule la pertenencia de Langford a KKG.
Los documentos judiciales revelan que las jóvenes alegan que Langford las espiaba como un voyeur cuando se encontraban en situaciones íntimas y, al menos en una ocasión, tenía una erección visible mientras lo hacía.
“Una miembro de la hermandad iba por el pasillo para ducharse, envuelta en una toalla … Sintió una presencia incómoda, se volvió y vio al Sr. Smith mirándola en silencio”, dice el documento judicial.
“El Sr. Smith, mientras observaba a las miembros entrar en la casa de la hermandad, tenía una erección visible a través de sus leggings”, dice la demanda. “Otras veces, se ponía una almohada en el regazo”.
La denuncia añade que Langford está “sexualmente interesado en las mujeres”, como lo demuestra su perfil de Tinder “a través del cual intenta conocer mujeres”. Se alega además que Langford tomó fotografías de las mujeres mientras estaba en una fiesta de pijamas de la hermandad, donde también se dice que hizo comentarios inapropiados.
“Smith hizo repetidas preguntas a las mujeres sobre la apariencia de las vaginas, el tamaño de sujetador, si estaban considerando reducciones de pecho y métodos anticonceptivos”, alega la denuncia.
Langford “se suponía que” debía abandonar la fiesta de pijamas a las 10 p.m. de la noche, pero no lo hizo, diciendo que tenía la intención de irse cuando las mujeres se durmieran. Después de cantar para sí mismo aproximadamente a las 11 p.m., Langford finalmente salió de la residencia a la medianoche, para regresar a la mañana siguiente.
En ese momento, se afirma que Langford permaneció en silencio en un rincón de la habitación mientras observaba cómo otras aspirantes se cambiaban la ropa de dormir.
La demanda también destacó un incidente perturbador en el que se vio envuelta una de las mujeres mientras se cambiaba de ropa. Sin saber que Langford había regresado a la casa, se puso de espaldas a las otras mujeres y se quitó la camisa. La mujer, que no llevaba sujetador, se volvió para descubrir a Langford mirándola fijamente tras haberse puesto una camisa limpia.
Algunas de las miembros de KKG le dirían más tarde a esta mujer que Langford parecía excitado sexualmente durante este incidente. Se afirmó que Langford estaba de pie con “las manos sobre sus genitales”, y desde entonces ha interrogado repetidamente a la mujer sobre sus “vínculos románticos”.
También se dijo que Langford se sentó al fondo en una clase de yoga de la hermandad durante una hora en diciembre de 2022 “y observó a las jóvenes reunidas flexionar el cuerpo”.
Langford se pudo hacer miembro gracias al lenguaje usado dentro de una reciente guía publicada por las líderes de la hermandad sobre la inclusión. La Guía nacional de KKG Para Apoyar a Nuestros Miembros LGBTQIA + (2021) establece que “Kappa Kappa Gamma es una organización de un solo género compuesta por mujeres e individuos que se identifican como mujeres cuyos estatutos no discriminan en la selección de miembros, excepto al requerir ser buena estudiante y tener un carácter ético”.
Aunque Langford necesitó una mayoría de votos para ser admitido en KKG, no todas las mujeres estaban satisfechas con la decisión. El año pasado, una miembro de la hermandad declaró que al principio se les prometió a las mujeres el anonimato en el proceso de votación, pero luego se les exigió que se identificaran en el formulario de votación en línea. Esto hizo que las mujeres se sintieran “intimidadas” a la hora de expresar sus preocupaciones sobre la entrada de un hombre en la hermandad.
En una reunión celebrada para debatir la posible candidatura de Langford, las líderes de la sección de KGG, incluidas la presidenta y la directora de afiliación, supuestamente desestimaron las preocupaciones de las mujeres que expresaron su malestar.
“Independientemente de cuáles sean tus puntos de vista políticos, nuestros valores Kappa son la aceptación y la amabilidad, así que si no estás de acuerdo con eso, no estás en consonancia con los valores Kappa”, supuestamente dijo una miembro en ese momento, según una miembro anónima de KKG.
Otra miembro supuestamente dijo: “Si votas no, es mejor que sea por problemas con ese nuevo miembro o de lo contrario es homofóbico”. La fuente declaró a National Review que los comentarios de las líderes de KKG restaban importancia a las preocupaciones que tenían las mujeres sobre compartir residencia con Langford: “Si tus únicas preocupaciones son que [ella] viva en la casa, está pensando demasiado más allá”, supuestamente se dijo, y, “Si tienes algo que decir sobre esto que no sea amable o respetuoso, guárdatelo”.
La fuente declaró además que a las mujeres que se oponían a la admisión de Langford en la hermandad se les dijo que podían “irse de la universidad” después de las objeciones hechas por diez mujeres, quienes, como nuevas aspirantes, se encontraban en el grupo de mujeres que habían pasado la noche junto con Langford como parte del proceso de iniciación de la hermandad.
Además, se aseguró a los miembros de la KKG de la Universidad de Wyoming que Langford necesitaría un voto unánime para asegurarse un puesto en la organización. “Tampoco sabemos si tuvo suficientes votos porque no nos lo han dicho”, dijo la fuente.
Al hablar con The Branding Iron en octubre después de su admisión en la hermandad, Langford violó una política que prohíbe a las miembros hablar como representantes de KKG a la prensa. Sin embargo, en un chat con otras miembros de KKG, la presidenta de la sección admitió que si bien Langford había sido eximido de esta regla, ninguna de las mujeres implicadas en la organización tendría el mismo permiso para dar entrevistas a los medios de comunicación.
“Le dejan publicar lo que quiere en el periódico, pero nosotras estamos sujetas a las directrices nacionales. Las normas no se aplican a él”, declaró la mujer anónima a National Review el año pasado.
Langford ha estado involucrado en varios aspectos de organización política. En la actualidad, trabaja como becario legislativo para los demócratas de Wyoming, según ha reconocido la organización a través de publicaciones en las redes sociales. Ayer, los demócratas de Wyoming anunciaron a Langford como “miembro del comité estatal” en el condado de Albany.
Reduxx ha descubierto que el nombre de Langford es Dallin, y que declaró una identidad transgénero mientras participaba en simulacros de micronaciones en la escuela secundaria.
Según una entrada wiki de micronaciones, “El 11 de junio de 2017, Dallin Langford anunció a la comunidad micronacional que era transgénero y se le dio un cambio de nombre a Artemis Langford como reflejo de esta revelación. El Reinado se convirtió en Reinada y el Rey en Reina”.
En 2020, la diputada Sara Burlingame compartió un vídeo del reconocimiento de Langford como mensajero en el pleno de la Cámara de Wyoming. Burlingame felicitó a Langford por el nombramiento, refiriéndose a él como su “joven amiga” y utilizando pronombres femeninos.
El pasado mes de diciembre, la Universidad de Wyoming suspendió la capacidad de un anciano de la iglesia Laramie para reservar espacio para el stand de su sindicato de estudiantes durante un año por mostrar un letrero en el que llamaba a Langford “hombre”. Todd Schmidt había alquilado un stand en el Sindicato de Wyoming, donde colocó el letrero.
La Universidad consideró que la artimaña constituía acoso, y el presidente de la Universidad de Wyoming, Ed Seidel, envió un correo electrónico a todo el campus en el que abordaba el incidente. “Los recientes acontecimientos en el campus deberían causarnos a todos inquietud por el bienestar y la seguridad de nuestros estudiantes y empleados”, escribió Seidel.
Seidel agregó que él y otros funcionarios de la UW habían asistido a una “vigilia conmovedora y sentida” donde los miembros de la Coalición de la Comunidad Queer de la universidad “expresaron sus preocupaciones y temores por su seguridad”.
“Hago hincapié en que la UW apoya a todos y cada uno de sus estudiantes y todas las identidades que están lidiando con preocupaciones de seguridad dentro de nuestra comunidad”, escribió Seidel en el correo electrónico.
Hablando con Cowboy State Daily, Schmidt contraatacó: “¿Por qué (Seidel) no se ocupa de las preocupaciones de seguridad de las mujeres de la hermandad? No he escuchado a nadie hablar en nombre de ellas”.
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