Una activista de los derechos de las mujeres en los Países Bajos se enfrenta a una investigación penal tras ser denunciada a la policía por un hombre que se dice trans por decir que “una mujer es una hembra humana adulta”. Lydia Daniel, que fue denunciada a la policía en mayo, ahora también ha sido censurada en las redes sociales por el gobierno holandés por hablar de ello.
El 23 de mayo, Alexandra Erné, transactivista y hombre que se dice trans, presentó una denuncia policial contra Daniel después de acusarla de hacer “declaraciones insultantes en público”. Como parte de la denuncia, Erné proporcionó a la policía un video de un discurso que Daniel dio en un evento del Día Internacional de la Mujer y que compartió en su cuenta de X (antesTwitter).
“Denuncio a Lydia, también conocida como Insufferable TERF. La sospechosa ha hecho declaraciones insultantes en público, oralmente o por escrito, sobre un grupo de personas debido a su raza, religión o creencia”, declaró Erné en la denuncia.
El discurso que Erné denunció a la policía se centraba en los derechos de las mujeres, y en él Daniel señalaba que la ideología de género había repercutido negativamente en la capacidad de las mujeres de poder acceder a espacios privados segregados por sexo, lo que había dado lugar a “la nula protección contra el voyeurismo y el exhibicionismo”. Daniel también criticó a los Demócratas 66 (D66), un partido político social liberal de los Países Bajos que promueve políticas de identidad de género y legislación de autoidentificación de sexo.
En el informe policial, Erné escribió que Daniel “hizo declaraciones discriminatorias hacia las mujeres transgénero”, y continuó: “Dijo que las mujeres transgénero no eran mujeres, sino hombres. Soy transexual y me siento mujer y también soy mujer aunque no haya nacido con útero. Las declaraciones que Lydia hace en estos videos me duelen como mujer y me parecen francamente discriminatorias”.
Más tarde, Erné subió a sus redes sociales una copia del informe policial que interpuso contra Daniel, y que ella contestó publicando en las suyas un desafío: “cuando quieras”. Pero el 15 de septiembre, Daniel notó que su publicación con las imágenes de la denuncia policial de Erné había sido borrada.
En su lugar, un aviso de X decía: “Se ha ocultado tu tuit en los Países Bajos en base a la(s) ley(es) local(es)”.
Daniel contó a Reduxx que no le informaron qué ley había infringido, ni qué entidad oficial había eliminado su publicación. Tampoco había forma de apelar la advertencia o impugnar la decisión. Todavía no ha recibido ninguna comunicación formal de la policía, y no se la ha informado de la situación de su caso, que está en curso.
Esta no es la primera vez que Erné ataca a mujeres que no están de acuerdo con la ideología de género. Se ha mostrado encantado de haber conseguido que dos publicaciones que lo criticaban hayan sido censuradas de las redes sociales de manera similar a la de Daniel.
Erné es un ruidoso transactivista que con frecuencia se jacta de su derecho legal a utilizar los espacios de las mujeres. Ganó cierta notoriedad en 2022 después de hacer pública su demanda de derechos humanos contra un gimnasio por negarle el acceso a las instalaciones femeninas.
El pasado mes de marzo, Noordhollands Dagblad publicó un reportaje en el que describía favorablemente la demanda por discriminación de Erné contra BigGym en Alkmaar, donde luchó para obtener acceso al vestuario de mujeres después de darse cuenta repentinamente de su identidad de género. Erné afirma que se dio cuenta de que era transgénero tras tomar un medicamento recetado para el tratamiento del trastorno bipolar que le provocó ginecomastia masculina, es decir, aumento del volumen excesivo de las mamas en los hombres.
Erné describe los efectos secundarios de Depakote como agradables, y dice que comenzó a fomentar un mayor “crecimiento mamario” tomando primero suplementos naturales y, poco después, progesterona.
Erné dijo a los medios de comunicación que decidió preguntar al personal si podía usar el vestuario de mujeres porque se sentía incómodo rodeado de hombres desnudos, pero se lo negaron.
En respuesta, Erné llamó a la dirección de BigGym “anticuada, estrecha de miras y discriminatoria”, y a continuación le dijo al personal que se desnudaría hasta las “bragas” en los vestuarios de los hombres y les enviaría las quejas de los clientes varones.
Días después, envió un correo electrónico de seguimiento a la dirección de BigGym afirmando que usaría el vestuario de mujeres, y si algún miembro del personal intentaba impedirlo, presentaría una demanda judicial. BigGym respondió que no le negarían el acceso “siempre y cuando mostrara un comportamiento apropiado”.
A pesar de esto, procedió a presentar una queja formal, y a fines de 2021, el Instituto Neerlandés de Derechos Humanos declaró que Erné había sido discriminado por motivos de identidad de género.
En su sentencia, el Instituto Neerlandés de Derechos Humanos sentó un precedente por el cual los hombres podían autoidentificarse como mujeres para acceder a los vestuarios femeninos.
Inquietantemente, Reduxx se ha enterado de que Erné ha admitido tener fetiches perturbadores relacionados con la sexualización de su “transición”, su “lesbianismo” y su acceso continuado a los espacios de mujeres.
Reduxx ha revisado una cuenta de FetLife que se ha confirmado que pertenece a Erné, donde se describe a sí mismo como una “lesbiana poliromántica” “sumisa, masoquista y exhibicionista”.
Ha publicado más de 100 fotos y varios videos en su perfil de FetLife, que incluyen imágenes de sí mismo usando un cinturón de castidad o atado con cuerdas. Otras imágenes muestran juguetes sexuales, o a Erné desnudo o semidesnudo en espacios públicos, y hay varias fotos de sus genitales postoperatorios.
Además de las fotos y videos, Erné ha escrito varias entradas de blog en FetLife. En algunas de esas publicaciones, que se remontan al 5 de agosto de 2016, bromea sobre esperar a que su esposa “haya salido de casa” para poder robar sus cosas y usarlas para su gratificación sexual.
Entradas posteriores del blog de Erné describían su excitación al ir a comprar sujetadores “como una adolescente” y a intentar “crecer los senos” tomando fenogreco y dándose masajes.
En julio de 2021, Erné anunció que su matrimonio de 23 años había acabado en divorcio.
“Han pasado 2 años desde que me di cuenta de que era una mujer. Ya no soy la misma persona que era. Ya no soy ese introvertido tranquilo al que no le importaba la apariencia. De hecho, me he vuelto muy extrovertido (¿exhibicionista?), ajetreado y muy vanidoso. También me he vuelto algo egocéntrico porque ahora la transición determina más o menos mi vida… Lo único que queda por hacer ahora es arreglar el divorcio adecuadamente”.
Erné se sometió a una cirugía genital en julio del año pasado, y recientemente celebró el “aniversario” de su operación con una foto de un piercing genital y afirmó que “acababa de cumplir un año” por segunda vez.
Al ver las imágenes de la cuenta fetichista de Erné, Daniel expresó su sorpresa por la decisión del gobierno holandés de permitirle entrar en espacios donde las mujeres se desnudan.
“Todavía no soy capaz de hacerme a la idea de que nuestro gobierno e instituciones como el College voor de Rechten van de Mens (Instituto Neerlandés de Derechos Humanos) están equiparando a los hombres adictos al porno con las mujeres y nos obliguen a participar en sus fantasías sexuales. Al hacerlo, nos han quitado de hecho nuestro consentimiento, ya que validar sus fetiches es un acto sexual”.
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