Advertencia de contenido: Este artículo contiene descripciones gráficas de abuso sexual infantil tal y como se relatan en testimonios judiciales. Se agradece la discreción del lector.
Un pedófilo convicto parece haber declarado tener una identidad transgénero mientras era condenado por el horrible abuso sexual de una niña.
El 23 de febrero, Robert William Perry II fue condenado a cadena perpetua en una prisión federal tras ser declarado culpable de abusos sexuales con agravantes a una menor. La víctima, una niña de 7 años de la que Perry era responsable, sufrió abusos en el transcurso de un año mientras estaba bajo el cuidado de Perry.
Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Perry coaccionaba a la niña a realizar actos sexuales a cambio de caramelos, juguetes y la oportunidad de jugar a videojuegos en lo que Perry denominaba una “cueva de hombres”, un trastero donde jugaba regularmente a videojuegos y veía pornografía. Los abusos tuvieron lugar entre 2017 y 2018 en la reserva de la Nación Muscogee en Tulsa, Oklahoma.
La niña finalmente contó algunos de los detalles de su terrible experiencia a una compañera de clase. Otra compañera escuchó la conversación y fue inmediatamente a informar a una profesora de lo que había oído. Se contactó al Departamento de Servicios Humanos de Oklahoma y la víctima fue entrevistada por una enfermera forense especializada en agresiones sexuales. La niña dudaba en hablar sobre lo que había sucedido porque Perry le había dicho que “guardara secretos”, pero acabó dibujando lo que le había sucedido.
Perry fue arrestado y acusado inicialmente en 2018 y fue condenado en un tribunal estatal de Oklahoma en 2020, pero la condena fue desestimada más tarde porque el estado carecía de jurisdicción para enjuiciar el caso. En Estados Unidos, sólo el gobierno federal o los consejos tribales tienen jurisdicción para enjuiciar casos que ocurren en los territorios indios que involucran a acusados nativos americanos. Como Perry es indígena y el crimen se había cometido en tierras Muscogee, el caso se remitió al gobierno federal.
Durante una vista celebrada en mayo de 2022, su víctima testificó en un tribunal federal sobre lo que le había sucedido.
Reduxx ha revisado una transcripción del testimonio de la niña y se reserva los detalles de identificación por respeto a su privacidad.
Durante su comparecencia ante el tribunal, la niña explicó que Perry tenía un trastero donde jugaba a videojuegos y fumaba. Perry la llevaba al trastero cuando no había nadie más en casa.
La niña detalló que Perry le decía que se desnudara y se arrodillara en el suelo, y que le ordenaba que se llevara sus genitales a la boca. La niña, que tenía 11 años cuando prestó declaración, dijo que Perry le introducía el pene en la garganta a la fuerza y le provocaba asfixia, entre otros abusos, como que Perry le tocara y lamiera los genitales. Después de abusar sexualmente de la niña, Perry le daba Jolly Ranchers o Starburst (ambos caramelos). Los abusos ocurrían regularmente después de la escuela.
Perry fue declarado culpable de los cargos de abuso sexual agravado de una menor en territorio indio y de contacto sexual abusivo de una menor en territorio indio.
Perry fue sentenciado en febrero de 2023 y, poco después, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos modificó su comunicado de prensa, señalando que Perry ahora usaba pronombres femeninos. Los comunicados anteriores habían descrito a Perry como “hombre”.
Los documentos judiciales revelan que Perry parece haber declarado el cambio de identidad de género más o menos cuando estaba siendo condenado a cadena perpetua por sus crímenes. Un documento de sentencia firmado por el juez del caso solicitaba que Perry fuera enviado a un centro de seguridad media en la zona de Tulsa con disposiciones explícitas para “programas de tratamiento de atención de género”.
Aparte del documento de sentencia, la identidad de género de Perry nunca se mencionó durante el juicio.
Perry ha quedado bajo la jurisdicción de la Oficina de Prisiones debido a que sus delitos fueron cometidos en la reserva de la Nación Muscogee. Según las directrices actuales de la Oficina de Prisiones, Perry podría solicitar ser alojado en función de su identidad de género autodeclarada.
El 13 de enero de 2022, la Oficina de Prisiones revisó su Manual de Delincuentes Transgénero, que incluía directrices previamente eliminadas por la administración Trump con respecto a la autoidentificación de género para los reclusos federales. Bajo Trump, los reclusos eran alojados en función de su sexo biológico como única consideración, pero la administración Biden volvió a invocar las directrices de la era Obama que exigían que se tuviera en cuenta la identidad de género al hacer las asignaciones de alojamiento.
Actualmente hay 1,500 reclusos federales que se identifican como transgénero. Según Keep Prisons Single Sex USA, casi el 50% de los reclusos federales varones transidentificados están bajo custodia por delitos sexuales. Esta cifra contrasta con el 11% de la población de los reclusos federales varones no trans.
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