Un pederasta transidentificado de Escocia usó un alias para conseguir plaza en un refugio para víctimas de violencia doméstica que acoge a mujeres y niños vulnerables, donde se le permitió permanecer durante 71 días antes de que lo expulsaran. Katie Dolatowski, de 22 años, es un delincuente sexual registrado por delitos que involucran a niñas, pero se le permitió residir en el Refugio de Ayuda a Mujeres de Leeds.
Dolatowski proporcionó documentación oficial que respaldaba su nueva identidad, que utilizó para engañar al personal del refugio para mujeres. Dolatowski se alojó en una sección del refugio que alberga a personas que se identifican como transgénero, pero tenía acceso a algunos recursos y espacios compartidos con el área principal de mujeres.
Dolatowski tiene un historial perturbador de ataques sexuales contra niñas en instalaciones públicas. En 2018, fue descubierto filmando en secreto a una niña de 12 años en un baño de mujeres en un supermercado Asda en Fife, Escocia.
La niña estaba usando un cubículo en los baños y en un estado de desnudez parcial cuando vio a Dolatowski que la estaba grabando sosteniendo el teléfono por encima de la pared divisoria. La niña gritó pidiendo ayuda y salió corriendo. Las imágenes de CCTV del supermercado se utilizaron para identificar a Dolatowski, y tras una investigación adicional, se encontraron 12 segundos de película de la niña en su teléfono móvil y iPad.
Al mes siguiente, Dolatowski agredió sexualmente a otra niña en el baño de un supermercado Morrisons en Kirkcaldy, Fife. Agarró a la niña de 10 años por la cara y la empujó a un cubículo, ordenándole que se quitara los pantalones. Durante el asalto, Dolatowski también amenazó con asesinar a la madre de la niña en un intento de asustarla para que hiciera lo que él decía. Sin embargo, la joven se defendió golpeándolo y pudo zafarse y correr hacia sus padres.
A pesar de las dos agresiones a niñas, Dolatowski recibió una sentencia de tres años de trabajos comunitarios en lugar de una sentencia de prisión. También se le prohibió tener contacto con niños, se le puso en el registro de delincuentes sexuales y se le ordenó completar el servicio comunitario.
Al enterarse de la inquietante historia de Dolatowski, la gerencia de Leeds Women’s Aid lo sacó de las instalaciones. La presidenta ejecutiva, Nik Peasgood, dijo a The Sun: “Estamos horrorizadas de que alguien con tales crímenes pueda venir a un refugio de mujeres usando una identidad diferente. Somos conscientes de que un delincuente que utiliza una identificación autenticada puede acceder a los servicios de alojamiento y no somos las únicas en ser manipuladas de esta manera”.
Farah Nazeer, también directora ejecutiva del refugio, agregó: “Esta situación es una prioridad para nosotras, además del apoyo a nuestra federación de servicios locales de abuso doméstico”.
Una madre de tres hijos y residente del refugio le dijo a The Sun que la situación la asustó y la hizo temer por la seguridad de sus hijos. “Es horrible. Como víctima de abuso sexual, todo es un desencadenante. Vine aquí con mis hijos porque pensé que era un lugar seguro y descubrir que había un pedófilo viviendo a pocas puertas de distancia durante meses es simplemente horrendo”.
Como informó anteriormente Reduxx, Dolatowski, que mide casi 6’5 (1.96 m), fue expulsado de una vivienda social la noche del 19 de octubre cuando los enfurecidos vecinos se dieron cuenta de sus crímenes pasados. Se juntó una multitud a las puertas de su casa exigiendo su expulsión. Una grabación telefónica tomada por un transeúnte muestra a un gran número de policías en el lugar, que sacaron a Dolatowski y a otras personas no identificadas de la casa.
Esta no es la primera vez que Dolatowski tiene acceso a un refugio para mujeres.
En febrero de 2019, The Courier reveló que Dolatowski, que no tenía un hogar en aquel momento, había sido alojado en un albergue para mujeres delincuentes sobre la base de su identidad de género autodeclarada. Se le dio autorización a pesar del hecho de que Dolatowski no tenía un Certificado de Reconocimiento de Género (GRC), un documento legal que establece un cambio en el nombre y el sexo de nacimiento en su identificación.
Una mujer que residía en la unidad para delincuentes sin hogar dijo a The Courier: “Este es un albergue para mujeres y las que trabajan aquí son todas mujeres. Me pone enferma y no puedo dejar de pensar en lo que ha hecho”.
Se tomó una decisión editorial en el artículo del periódico para alterar la redacción y se usó el pronombre femenino “ella” en lugar de “él”.
Por aquel entonces, una portavoz de Women and Girls in Scotland señaló que alojar a hombres en ciertos espacios solo para mujeres, como prisiones y refugios de crisis, puede ser un desencadenante para las mujeres vulnerables que residen allí.
“Es muy probable que las mujeres delincuentes hayan experimentado violencia y/o abuso machista, y muchas sufren de afecciones como el TEPT. Como tal, la presencia de hombres en espacios donde son vulnerables podría ser comprensiblemente muy estresante para estas mujeres, y para muchas la presencia de un delincuente sexual masculino resultará insoportable”.
Denunció la falta de medidas de protección: “Katie Dolatowski ya se ha aprovechado del acceso a espacios femeninos para cometer agresiones sexuales. Es absolutamente inaceptable que a esta persona se le diera la misma oportunidad otra vez”.
Actualmente, los delincuentes masculinos violentos encarcelados en Escocia pueden ser alojados en prisiones de mujeres siempre que sean reconocidos como transgénero.
En octubre, el Servicio Penitenciario Escocés (SPS) confirmó que la mitad de los reclusos actuales que se identifican como transgénero solo comenzaron a hacerlo después de sus condenas.
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