Un pederasta escocés que se dice trans, que secuestró y abusó sexualmente de una niña de 11 años, pide que se le reduzca la pena de 20 años de prisión, alegando que “vivía como una mujer” antes de cometer el delito, y que la fiscalía le dio “demasiada importancia” a su identidad transgénero.
Andrew George Miller, que se identifica como una “mujer” llamada Amy George, fue condenado el pasado mes de octubre a una pena ampliada de 28 años, 20 de ellos entre rejas y otros ocho en la comunidad bajo supervisión, tras declararse culpable del escalofriante secuestro y agresión sexual de una niña.
Un carnicero escocés ha sido condenado a 20 años de prisión tras declararse culpable del escalofriante secuestro y agresión sexual de una niña de 11 años, a la que secuestró vestido con ropa de mujer.https://t.co/Gzc7dCYDAw
— REDUXX (Español) (@ReduxxMagEs) October 19, 2023
Miller fue arrestado en febrero (artículo en español) en relación con la desaparición de una niña de 11 años a la que secuestró “vestido con ropa femenina”, según el Tribunal Superior de Edimburgo.
El 5 de febrero de 2023, Miller, vestido de mujer, se acercó a la niña y se ofreció a llevarla a casa. Después de ganarse la confianza de la víctima, Miller la llevó a su propia residencia y la encerró en su dormitorio, donde abusó sexualmente de ella repetidamente durante un período de 27 horas.
La niña pidió que la dejara irse a casa, pero Miller le dijo que tenía la intención de mantenerla en cautiverio y que él era su “nueva familia”. Según las actas judiciales, Miller expuso sus genitales a la víctima y la obligó a ver pornografía y “videos fetichistas”.
La policía escocesa anunció que la niña había sido encontrada el 7 de febrero en el pueblo de Gattonside, y fue devuelta rápidamente a su familia. Más tarde ese mismo día, la policía anunció el arresto de Miller en relación con la desaparición de la niña. La niña había logrado localizar un teléfono fijo mientras Miller dormía y llamó a la policía.
Los agentes llegaron al lugar rápidamente, y encontraron a Miller con un sujetador con pechos de silicona puesto, ropa interior de mujer y medias. Las imágenes de CCTV recuperadas más tarde por la policía mostraban a Miller secuestrando a la niña. Tras una investigación más exhaustiva, la policía también descubrió que Miller estaba en posesión de horribles materiales de abuso sexual infantil.
En mayo pasado, Miller se declaró culpable de los cargos de secuestro (artículo en español), agresión sexual, ver pornografía en presencia de una menor de 13 años y poseer 242 imágenes indecentes de menores. En octubre, el perturbado depredador fue condenado a 20 (artículo en español) años de prisión, con una extensión de ocho años.
El 19 de enero, se informó al tribunal de apelación de Edimburgo, que Miller había vivido como mujer durante seis años antes de cometer el sádico crimen, y que ahora está apoyando a otros presos trans, factores que, según él, deberían tenerse en cuenta en su intento de que se redujera su “excesiva” condena.
La abogada defensora Victoria Dow dijo al tribunal el viernes que Miller vivió como mujer “durante muchos años” y que su “identidad transgénero había sido un factor a lo largo de su vida”.
“Se le ha dado demasiado peso a ese factor. Es evidente que el apelante ha experimentado dificultades psicológicas a lo largo de su vida. Esta es su primer delito por un asunto tan grave”, dijo Dow al tribunal.
“Antes de cometer el delito, estaba luchando para hacer frente a una serie de factores en su vida. Se sentía aliviado por la sensación de control… No se realizó ningún informe de trabajo social de justicia penal. Simplemente no se hizo. La sentencia principal fue excesiva”.
Durante la sentencia el otoño pasado, el presidente del tribunal, Lord Arthurson comentó sobre la depravación “nauseabunda” de Miller.
“Vestido y presentándote como mujer, le ofreciste a la niña llevarla a casa, pasaste por la zona de su casa, la llevaste a la tuya y le quitaste el teléfono. La atacaste al llegar, la llevaste al dormitorio, le quitaste la ropa de la cintura para abajo e inmediatamente comenzó su calvario de deplorables ofensas sexuales con penetración. La obligaste a ponerse medias, en consonancia con tus intereses fetichistas pervertidos de siempre”, dijo el juez.
Lord Arthurson se preguntó además si la víctima habría confiado en él si no hubiera alterado su apariencia para parecerse a una mujer.
“Uno no tiene más que hacerse una simple pregunta: ¿habría entrado voluntariamente en tu coche una niña de 11 años si te hubieras presentado como hombre? La respuesta es que, obviamente, no. Tus intenciones eran perversas y depredadoras, y claramente implicaban un componente sustancial de planificación.”
En su defensa, Miller alegó que el secuestro y abuso sexual de la niña fue un “juego”, y argumentó que había actuado de “manera maternal” con la pequeña. La Autoridad de Gestión de Riesgos, en un informe de evaluación, señaló que Miller parecía responsabilizar a la víctima de sus delitos sexuales.
Durante el curso de la investigación, se reveló que Miller tenía diez condenas previas, pero que “nunca antes había recibido una pena privativa de libertad, ni siquiera una condena de carácter comunitario”. Además de declararse culpable de los cargos de secuestro y abuso sexual de una menor, Miller también admitió la posesión de múltiples imágenes indecentes de menores, incluidos medios que mostraban la violación anal de una criatura muy joven. Miller reunió su enfermiza colección a lo largo de 19 años.
Reduxx había localizado dos perfiles de Facebook pertenecientes a Miller, uno de los cuales utiliza una identidad “femenina” bajo el nombre de “Amy George”. Miller parece haber operado las cuentas simultáneamente, publicando en sus cuentas identificadas como “masculinas” y “femeninas” con regularidad.
En enero de este año, Miller hizo una publicación en su cuenta “masculina” aludiendo a la debacle en torno a la Ley de Reconocimiento de Género de Escocia.
“Tontos del bote [sic] de Westminster… Nunca os metáis en los asuntos transgénero escoceses”, escribió Miller pocos días después de que el Gobierno británico bloqueara una ley escocesa que pretendía rebajar significativamente los requisitos para que las personas cambiaran su sexo registral en Escocia.
En enero de 2020, Miller publicó sobre enseñar a menores a explorar sus identidades.
“Esa simple pregunta que nos hacemos a nosotros mismos… ¿Quién soy yo? Haced esa misma pregunta a vuestras criaturas. Dejadlas que sean ellas mismas. Guiadlas, pero no con límites. Enseñadles, pero no con una moral equivocada. Amadlos y hacedles saber y sentir que son amados, porque ese es el regalo más grande de todos”, publicó Miller como “Amy George”.
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