Un hombre que se identifica como transgénero ha sido condenado por cometer una violación pocas semanas después de salir de prisión por delitos sexuales contra menores. Lexi-Rose Crawford, de 24 años, había sido condenado previamente a cuatro años de cárcel por violar a una niña menor de edad a la que había hecho grooming en internet.
En su comparecencia ante el Tribunal de la Corona de Bristol el 10 de marzo, Crawford inicialmente afirmó haber sufrido “lagunas mentales” y dijo que no se acordaba de las agresiones sexuales. Resulta inquietante que en el acta de acusación formal ante el tribunal se refirieran a los genitales de Crawford como “pene femenino”, según The Daily Mail.
A pesar de que Crawford alegó ignorancia de sus propios delitos, el jurado lo declaró culpable de violación y agresión sexual tras menos de dos horas de deliberaciones. La víctima de Crawford no puede ser nombrada por razones legales, pero se sabe que es especialmente vulnerable. Ella contó al tribunal que Crawford fue a su casa en abril de 2019 para jugar a juegos de ordenador.
Al describir el ataque, la víctima declaró que Crawford había intentado que se tumbara junto a él para luego forzarla.
“[Crawford] quería que me acostara junto a [él] y luego trató de empezar a… abrazarme, lo que me hace sentir muy incómoda siempre. Y luego [él] comenzó a quitarme la ropa, cosa que yo no quería”, declaró la víctima ante el tribunal.
A pesar de sus repetidas protestas, Crawford le quitó la ropa y la violó. Cuando se le preguntó por qué no se defendió de forma más agresiva, dijo: “¿Qué podría haber hecho sin usar el contacto físico para detenerlo? Y entonces podría haber sido culpa mía por haber usado el contacto físico para detenerlo”.
En respuesta a las declaraciones de Crawford de que sufría un lapsus de memoria, el fiscal David Scutt señaló que no tenía ninguna base médica para apoyarlo, y calificó la afirmación de “excusa conveniente”.
Scutt le preguntó a Crawford a bocajarro: “Parece que puedes recordar las cosas buenas, pero no puedes recordar las cosas malas. ¿Estás fingiendo que no puedes recordar?”
Tras el veredicto de culpabilidad, Crawford quedó en libertad condicional bajo fianza hasta su sentencia el 10 de mayo. Durante todo el juicio se refirieron a él con pronombres femeninos, y los abogados y el juez Michael Longman se dirigieron a él como “señorita” a lo largo de los cuatro días que duró el proceso.
Esta no es la primera vez que Crawford es condenado por un espantoso ataque sexual contra una víctima vulnerable.
En 2017, Crawford fue encarcelado por violar a una adolescente que había conocido en Internet y a la que había hecho grooming hasta ganarse su confianza. En aquel momento, Crawford tenía 18 años y su víctima era una niña de 15 años que había conocido en línea. Tras entablar una relación, Crawford llevó a la niña a un zona aislada en el bosque. Justo antes de agredirla, le dijo a la joven: “Vas a echarte un polvo”.
Tras salir de prisión en 2019, Crawford comenzó a usar un nombre de mujer y pronombres femeninos. Apenas unas semanas después, cometió esta última agresión sexual.
En caso de que Crawford sea condenado a una pena privativa de libertad, se cree que será internado en una prisión de hombres como resultado de las recientes reformas de la política penitenciaria en el Reino Unido con respecto al tratamiento de los presos transgénero.
El 27 de febrero, el Ministerio de Justicia y el Servicio de Prisiones y Libertad Condicional de Su Majestad anunciaron nuevas directrices para alojar a los presos varones que afirman identificarse como mujeres. La guía actualizada establece que “las mujeres transgénero delincuentes ya no serán alojadas en cárceles de mujeres si tienen genitales masculinos o han cometido delitos sexuales”.
La decisión se tomó tras la polémica suscitada en torno a los delincuentes sexuales varones que se identifican como “mujeres” y que luego exigen el traslado a una cárcel femenina. En el mes de enero, cuatro depredadores sexuales varones fueron noticia por identificarse como mujeres y por, o solicitar el traslado a una prisión de mujeres, o por conseguir tal traslado. El caso más notable fue el de Adam Graham, de 31 años, quien comenzó a afirmar ser una mujer llamada Isla Bryson tras ser acusado de violar a dos mujeres. Al igual que con Crawford, tanto en el tribunal como en la cobertura de los medios de comunicación del Reino Unido se referían a Graham con pronombres femeninos, y en los documentos judiciales se lo acusaba de violar a las mujeres con “su pene femenino”.
Graham fue declarado culpable de violación en ambos casos, e inicialmente recibió luz verde para ser recluido en una prisión de mujeres durante un máximo de un mes a la espera de sentencia. Pero la aprobación duró poco ya que el incidente desató protestas internacionales que llevaron a la Primera Ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, a tomar cartas en el asunto. Sturgeon fue ridiculizada por críticos y periodistas por su negativa a llamar hombre a Graham y, en febrero, anunció que dimitiría de su cargo. Sturgeon seguirá siendo Primera Ministra hasta que se elija a su sucesor.
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