Advertencia de contenido sensible: este artículo contiene fotos de contusiones y lesiones físicas. Se ruega tener en cuenta.
Un transactivista ha sido condenado a una pena asombrosamente leve después de agredir brutalmente a una mujer por un aparente incidente de “malgenerización”.
En una exclusiva de febrero, Reduxx informó (artículo en español) que una mujer había sufrido lesiones que le cambiaron la vida tras ser agredida por un transactivista durante una noche de fiesta con su pareja. Ruby, cuyo nombre se mantuvo en el anonimato para su protección, proporcionó a Reduxx informes policiales y registros hospitalarios que demostraban que había sido víctima de una brutal agresión.
El incidente tuvo lugar el 24 de septiembre de 2022, cuando Ruby y su pareja asistían al Punks Pub Crawl en Melbourne, una antigua tradición en la que los miembros de la escena punk rock van de bares. Ruby, bajista de una banda local, llevaba asistiendo al evento desde que era una adolescente.
“Acababa de llegar con mi pareja sobre las 3 de la tarde. Había como unas 70 personas. Todo el mundo se reunió en Carlton Gardens para hacernos una foto de grupo”, relató Ruby, explicando que inmediatamente después de la foto, tendría un incidente que la ha dejado con una lesión debilitante.
“Me estaba yendo, hablando con una amiga, cuando me di cuenta de que un hombre caminaba junto al grupo, pero en la dirección opuesta al resto de nosotras”, dijo Ruby. “Cuando pasó a mi lado, me golpeó con fuerza en el hombro y me paré para hablar con él”.
Por aquel entonces, Ruby describió a su agresor como “varón, pero no obviamente ‘trans'”. Como estaba con un grupo de individuos pertenecientes a la comunidad punk rock, no creyó de inmediato que intentara presentarse como del sexo opuesto, y simplemente pensó que vestía un atuendo punk clásico.
Sorprendida por el encontronazo, Ruby se enfrentó al hombre.
“Dije algo muy parecido a: ‘¿Tienes algún problema? ¿Tenemos que hablar tú y yo?’ Comenzó a negarlo todo y a hacer luz de gas. Dijo que había sido un accidente y uno de sus amigos lo apoyó. Estaba claro que no había sido un accidente, así que le respondí: ‘No, él me golpeó con el hombro tan fuerte como pudo'”.
Ruby relató que los presentes parecieron ofenderse inmediatamente con el pronombre que había utilizado para referirse al hombre.
“Escuché algunos murmullos de ‘¿Él?’ Como si la gente se ofendiera por el pronombre que había usado”, dijo. “Me quedé frente a él durante unos segundos esperando a ver si arrancaba, pero parecía no tener nada que decir, así que me di la vuelta y me fui”.
Pero justo en ese momento, Ruby explicó que fue atacada repentinamente por detrás, y que el hombre la empujó contra el suelo de cemento con una fuerza tremenda.
“Llevaba una pesada chaqueta de cuero con tachuelas, así que caí fuerte y rápido. Estiré el brazo izquierdo para intentar amortiguar la caída con lo que fuera menos con mi cabeza y el impacto reverberó por todo el brazo, destrozándome el hombro y rompiéndome el brazo por la articulación”.
Ruby finalmente fue atendida en el hospital Austin Health, donde le hicieron un TAC y una radiografía y le diagnosticaron fractura de hombro.
Durante su estancia en el hospital, Ruby logró localizar al individuo que la había agredido a través de un contacto de la banda. Reconoció a su agresor como un amigo de una persona con la que su banda había actuado en el pasado, y echó un vistazo a sus redes sociales para encontrar más datos. Consiguió identificar al agresor y, armada con la información, fue a la policía de Melbourne y presentó una denuncia tras recibir el alta del hospital.
En febrero, Ruby proporcionó a Reduxx la declaración policial que firmó y presenció con un agente de policía sobre su terrible experiencia. En la declaración, nombró a Sarah Cadzow, un hombre que se identifica como “mujer”, como su agresor.
También especuló que su contacto mutuo en la banda habría alertado a Cadzow sobre sus opiniones sobre la ideología de género en el Punks Pub Crawl, y que él la había golpeado como represalia.
A pesar de haber proporcionado a la policía de Melbourne dos declaraciones de testigos, así como la identidad de su agresor, tardaron 4 meses en presentar cargos contra Cadzow. La agresión ocurrió en septiembre de 2022, y Cadzow finalmente fue acusado en enero de 2023.
Sobre la demora en presentar cargos, Ruby le dijo a Reduxx que observó un claro “cambio de tono” cuando la policía se enteró de que su agresor se decía transgénero.
Si bien la vista inicial de Cadzow estaba prevista para el 14 de abril, no fue sentenciado hasta el 5 de julio. Pero las consecuencias dictadas por el tribunal han dejado a Ruby sintiendo que Cadzow efectivamente “se salió con la suya”.
Cadzow fue sentenciado a una fianza por buena conducta de 5 meses y se le ordenó pagar 750 dólares australianos (aproximadamente 455 euros o 500 dólares estadounidenses) a una organización benéfica aborigen contra la violencia familiar. En Australia, una fianza por buena conducta se refiere a una sentencia no privativa de libertad que requiere principalmente que el delincuente mantenga “buena conducta” durante el tiempo especificado.
Ruby hizo una declaración a Reduxx sobre la sentencia, expresando su disgusto por el resultado y revelando que la defensa de Cadzow lo había pintado como la víctima durante el juicio.
“Su abogado se inventó cosas ante el tribunal, cambió la ubicación y alegó que mi agresor había sido ‘brutalmente malgenerizado’ y que ‘se habían burlado de él hasta que no pudo soportarlo más”, explica Ruby. “Cadzow escribió una ‘disculpa’ de mierda que nunca vi, y se quejó de haber sufrido terriblemente porque se vio la verdad sobre su violencia machista en las redes sociales”.
Ruby reveló que durante el proceso, la defensa de Cadzow había interrogado el artículo de Reduxx de febrero (en español), así como los comentarios de Twitter de nuestros lectores sobre él, para elaborar la narrativa de que Cadzow había sido objeto de abusos inaceptables en línea como resultado de nuestro reportaje.
De forma inquietante, la defensa también rechazó la realidad del alcance de las lesiones de Ruby.
Como ya informó Reduxx, Ruby reveló que la lesión le había provocado una discapacidad de larga duración en el brazo en el que se le había destrozado el hombro. Explicó que un médico le había dicho que “tu capacidad para levantar ese brazo por encima de la cabeza terminó cuando caíste al suelo”.
En declaraciones a Reduxx en febrero, Ruby dijo: “Nunca volveré a nadar, [ni] a tirar a canasta con mi hijo, ni a coger cosas de estanterías altas, ni a tender la colada”.
Pero ante el tribunal, la defensa pareció acusar a Ruby de mentir sobre el alcance de sus lesiones.
“La fiscalía no se molestó en hacer un seguimiento de los historiales médicos, así que el abogado [de Cadzow] se limitó a decir que no es cierto que nunca volveré a levantar mi brazo izquierdo. Lo intenté otra vez, pero parece que la realidad interfiere”, afirma.
Cadzow fue declarado culpable de “lesiones imprudentes” a Ruby, pero se le impuso la pena sin condena, lo que significa que no tendrá antecedentes penales asociados a la agresión.
A pesar de que parece que a Cadzow se le permitió “salir indemne” del incidente, Australia se ha ganado recientemente la reputación de tomar medidas enérgicas contra las mujeres que se oponen a la ideología de género.
En mayo, Reduxx supo que Twitter había informado a dos mujeres que habían infringido la ley australiana por criticar a un hombre que se dice trans que se había inducido la lactancia para amamantar a un bebé.
El 16 de mayo, Twitter se puso en contacto con la consejera de lactancia materna Jasmine Sussex y Leah Whiston de Standing For Women Queensland (SFWQ) para informarlas de que el contenido publicado en sus cuentas sería censurado a los usuarios australianos para cumplir con la ley australiana. Ambas habían tuiteado su preocupación por un hombre que se dice trans que había estado amamantando a un niño.
En 2020, la locutora de radio de Canberra, Beth Rep, fue condenada a pagar a un hombre que se dice trans 10,000 dólares australianos (aproximadamente 6.075 euros o 6.600 dólares estadounidenses) en concepto de indemnización por darle “me gusta” a publicaciones de Facebook que él consideraba ofensivas.
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