Un asesino travesti recluido en una cárcel de mujeres pierde una demanda por “discriminación” tras quejarse de ser considerado un riesgo para la seguridad

Un juez federal de Estados Unidos ha desestimado una demanda presentada por un asesino convicto que se dice transgénero que alegaba que el Departamento Penitenciario de Kansas lo había discriminado. Thomas Preston Lamb, también conocido como Michelle Renee Lamb, de 83 años, cumple tres cadenas perpetuas por delitos contra mujeres y actualmente está detenido en un centro para mujeres de Topeka, Kansas. Sin embargo, Lamb se ha mantenido separado de las reclusas en una situación que, según él, es una forma de discriminación que pone en peligro su salud.

El pasado noviembre, Lamb presentó una demanda contra la gobernadora Laura Kelly, así como contra el director de la prisión y otros miembros del personal del Centro Correccional de Topeka (TCF) y el Departamento Penitenciario de Kansas (KDOC), exigiendo su traslado inmediato a la población general femenina. Lamb también solicitaba que se eliminara su estado de riesgo para la seguridad y se borrara de su expediente.

En su denuncia, Lamb sostenía que la gobernadora Kelly era “cómplice” de “delitos de odio” contra él que, según alegaba, consistían en considerarlo un riesgo para la seguridad y en mantenerlo segregado de la población reclusa femenina. Lamb se describía repetidamente a sí mismo como una persona “transgénero femenina” en la demanda.

Lamb en 2018. Fuente: Departamento Penitenciario de Kansas

En una queja manuscrita fechada en septiembre de 2023, Lamb argumentaba que su designación como de alto riesgo para la seguridad, que se estableció apenas dos meses después de que fuera trasladado a la prisión de mujeres en enero del año pasado, constituía un “delito de odio” contra él.


“Esta es una queja contra todos los implicados en designarme OSR [Otro Riesgo para la Seguridad] y HR [Restricción de Alojamiento], y mantenerme en ese estatus durante lo que ahora son ya seis meses”, escribió Lamb. “Solicito que se me coloque en el estatus de población general de inmediato, y que se elimine de mi expediente toda la información utilizada para colocarme en ese estatus OSR”.

En otra carta de queja presentada el mismo mes, Lamb afirmaba que las restricciones que se le habían impuesto eran tan “severas” que sufría de ansiedad, había desarrollado erupciones cutáneas, se le había subido la presión arterial, y corría el riesgo de morir de un ataque al corazón o de un derrame cerebral. También declaró que había empezado a sufrir de diarrea crónica como consecuencia de su falta de acceso a la población general femenina.

“He tenido numerosos ataques de diarrea debido a mis altos niveles de depresión, ansiedad y estrés causados por este ambiente tóxico y restrictivo”, escribió Lamb. “Me tratan como si fuera el enemigo público número uno aquí en TCF, siempre escoltado por dos agentes. Me siento miserable y me despierto llorando por la noche. Se me niega la necesidad más básica, especialmente para nosotras las mujeres: la necesidad de tener contacto cercano y relaciones con otras mujeres”.

Sin embargo, el 8 de julio, el juez federal de distrito John Lungstrum desestimó la demanda de Lamb. La decisión del tribunal se refería a Lamb con pronombres femeninos y afirmaba que “la demandante no ha demostrado que su asignación de alojamiento la someta a dificultades atípicas y significativas en relación con los incidentes ordinarios de la vida en prisión”.

En un último intento desesperado, Lamb respondió presentando una petición de medida cautelar que, de haber prosperado, habría supuesto una pausa temporal en el procedimiento. Aunque Lamb presentó la moción cuatro días después de que se hubiera dictado la sentencia, fechó el documento el 8 de julio, el mismo día de la desestimación de la demanda. En el documento, Lamb argumentaba que se habían violado sus derechos constitucionales y que sufriría “daños irreparables” si no se le concedían sus demandas.

El juez Lungstrum desestimó la petición de Lamb, declarando: “Nada en la moción de la demandante justifica la reconsideración del Memorándum y la Orden del Tribunal que desestima este caso”, y se ordenó el archivo de la demanda.

Según las actas judiciales, Lamb fue designado como riesgo para la seguridad apenas dos meses después de ser trasladado al centro para mujeres, el 27 de enero de 2023. Los funcionarios de la prisión tenían la intención de colocarlo entre las mujeres de la población general, pero se empezaron a preocupar cuando se negó a responder preguntas sobre sus delitos pasados durante una evaluación de admisión.

A las pocas semanas, se informó que Lamb había preguntado repetidamente a una funcionaria de prisiones si sus genitales “parecían bonitos y naturales” como resultado de la cirugía a la que se había sometido, y le había hecho preguntas a otra funcionaria sobre su propia anatomía y hábitos sexuales. Los continuos comentarios sexuales llevaron a que la supervisora, la mayor Dona Hook, ordenara que Lamb fuera siempre escoltado por dos funcionarias de prisiones.

A Lamb también se le han abierto tres expedientes disciplinarios. Una de las denuncias se refiere a la violación de una norma contra las actividades lascivas al dar a una reclusa “un abrazo que continuó con otro apretón, aparentando ser un ‘doble abrazo'”.

A lo largo del proceso judicial, Lamb mostró un comportamiento malicioso que incluyó intentos de amenazar y chantajear a las funcionarias de prisiones.

En julio de 2023, Lamb envió tres cartas a la coordinadora de reingreso de TCF, Angela Golightley, y a la supervisora del Manager de Equipo de su Unidad, Linda Hull-Viera, que había presentado el informe disciplinario contra él. En las cartas, Lamb se quejaba de que su salud se vio gravemente perjudicada por sus restricciones y ofrecía un acuerdo extrajudicial a sus demandas.

Las cartas expresaban que si Golightley eliminaba el estatus de riesgo para la seguridad de Lamb, borraba el historial de su expediente, lo apoyaba para que saliera en libertad condicional en el plazo de un año y lo transfería a la población general, “todo desaparecería”.

Si los administradores no cumplían sus deseos, Lamb amenazaba con “enviar a la ACLU una copia de mi demanda”. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha estado detrás de múltiples demandas en todo Estados Unidos que han tenido como consecuencia el traslado de violadores y delincuentes varones a prisiones de mujeres.

Lamb, en un tono siniestro, animaba a Golightley a reunirse personalmente con él: “Si vienes a verme para que podamos llegar a un acuerdo, todo esto puede acabar ya. Depende de ti”. Además, amenazó con pasar información sobre su demanda a un periodista, Blaise Mesa, de Kansas City Beacon, “para que pueda hacer el reportaje que quiere… No te hará quedar bien. Tengo su palabra”.

Carta manuscrita de Lamb amenazando a Golightley.

Lamb, descrito como “mujer” en el Sistema de Información de Justicia Penal del estado y denominado “mujer transgénero” en las actas judiciales, fue condenado por secuestrar y asesinar a Karen Sue Kemmerly, una estudiante de 24 años de la Universidad de Kansas-Missouri, alrededor del 5 de diciembre de 1969.

Reduxx descubrió reportajes de la época y reveló que Lamb había asesinado a Kemmery (artículo en español)y después de que ella comentara que era un “hombre guapo” y le dijera que era “muy competente sexualmente”, lo que le produjo una furia violenta ya que se veía a sí mismo como una mujer. Lamb estranguló a la joven y dejó su cadáver desnudo en un campo de maíz. El cuerpo de la joven estudiante fue encontrado unos días después de su muerte, el 7 de diciembre.

Además de Kemmerly, Lamb también fue condenado por el secuestro de Patricia Ann Childs, de 18 años, el 15 de enero de 1970. Childs fue devuelta a su familia después de que su padre pagara el rescate de 3.500 dólares exigido por Lamb. Durante la terrible experiencia, Lamb ató las manos de Childs y la violó, según documentos judiciales, aunque nunca fue acusado formalmente por la agresión sexual.

Lamb contó al Dr. Joseph Satten, un psiquiatra especializado en criminología de la Fundación Menninger de Topeka, que “pensaba que [él] era una niña” cuando llevó a cabo los delitos contra las dos mujeres. En opinión de Satten, Lamb era “inteligente” y consciente de los crímenes que cometió. Sin embargo, hizo hincapié en las “peculiaridades” de su personalidad.

Olathe News, 27 de mayo de 1970

“En algunos momentos, durante el transcurso de los secuestros, debió de haber sido consciente de que lo que estaba haciendo estaba mal. Pero durante los dos secuestros, se encontraba en un peculiar estado mental en el que se sentía niña”, dijo Satten.

El médico culpó a la “versión femenina” de Lamb de los delitos, insinuando que la “versión masculina” de Lamb no estaba mentalmente presente durante el tiempo de los crímenes.

Lamb fue finalmente condenado por dos cargos de secuestro y uno de asesinato en primer grado, y ahora cumple tres cadenas perpetuas consecutivas en prisión. Durante su estancia en la cárcel, Thomas Preston Lamb comenzó a hacerse llamar Michelle Renee Lamb y, en julio de 2006, solicitó un cambio de nombre legal.

Como ya informó Reduxx, este asesino convicto ha utilizado repetidamente el sistema legal a su favor. En una moción de 2017 presentada por Lamb contra el KDOC, alegó que se estaban violando sus derechos de la Octava Enmienda contra el castigo cruel e inusual. Lamb había exigido “un tratamiento más integral de su disforia de género, acceso a más artículos femeninos en prisión, reconocimiento de su cambio de nombre y traslado a un centro penitenciario sólo para mujeres”.

La solicitud original de Lamb de 2017 de ser transferido a un centro penitenciario femenino fue denegada en un principio por el juez de distrito Eric Melgren. En la decisión, se afirmaba que “Lamb no tiene derecho a ser transferido a un centro para mujeres”.

Continuó, refiriéndose a Lamb con pronombres femeninos: “A Thomas se le ordenó cumplir tres cadenas perpetuas para que nunca más volviera a matar o hacer daño a otra mujer. Thomas ahora es Michelle, pero Michelle sigue siendo una secuestradora y asesina de mujeres convicta, y la justificación de su condena no ha cambiado”.

Sin embargo, los intentos de Lamb de ser trasladado a un centro femenino se hicieron realidad en enero de 2023, después de someterse a una cirugía genital en la Universidad de Kansas que, según afirma, obtuvo con la ayuda de la ACLU.


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Genevieve Gluck

Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.

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