Un pederasta que se dice trans es condenado a 11 años de cárcel por intentar quedar con una niña para abusar sexualmente de ella

AVISO DE CONTENIDO: Este artículo contiene referencias explícitas al abuso sexual de menores, documentadas por el FBI durante una operación encubierta contra depredadores. Se ruega tener en cuenta.

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Un pederasta que se dice trans de Vermont fue condenado a 11 años de prisión federal después de ser atrapado en una operación policial encubierta contra depredadores. Scarlet Moon Shadows, también conocido como Dragongurl69, se declaró culpable de intentar atraer a una menor para tener contacto sexual.

Como ya informó anteriormente Reduxx, Shadows, nacido Randy Emillion Goodreau, compareció por primera vez ante un tribunal federal el año pasado tras ser detenido en Albany, Nueva York, mientras intentaba quedar con quien él creía que era una niña de 11 años para abusar sexualmente de ella.

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El caso comenzó cuando Shadows envió un mensaje a una cuenta de redes sociales creada por el FBI para atraer a depredadores. El perfil se hacía pasar por una mujer que tenía la custodia de una niña de 11 años, e incluía una serie de “mensajes encubiertos” para pedófilos en la sección de biografía. Shadows envió un mensaje a la cuenta y, después de un breve intercambio en el que expresó su interés en “enseñar” a la niña actos sexuales, ambos trasladaron sus comunicaciones a un mensajero cifrado.

Aunque al principio Shadows fingió confusión o reticencia, rápidamente accedió a “ayudar” a la niña después de obtener la aprobación de su condición de transgénero.

Shadows luego pidió hablar directamente con la niña y comenzó a mensajearse con un segundo agente encubierto que se hacía pasar por ella.

Según una declaración jurada presentada por la agente especial Jenelle Bringuel, Shadows rápidamente se ofreció a “salir” con la niña e iniciarla en actos sexuales. También le envió a la menor varias fotos de sus “pechos” y planeó cómo mantener su relación en secreto.

“Podemos ser una pareja de verdad cuando estamos en casa, pero en público [los besos] tienen que ser en la mejilla. Aunque es posible que podamos ir de la mano”, dijo Shadows, usando la jerga del texto para transmitir su punto de vista a la menor. Y continuó: “Podemos besarnos en los labios, como en casa o en los viajes en coche, dependiendo de lo congestionado que esté el tráfico… En casa podemos hacer lo que quieras. Podemos hacer el amor si quieres”.

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En un momento dado, mientras hablaba de sexo con la niña, Shadows mencionó sus genitales masculinos y expresó su deseo de penetrar a la niña con ellos. También explicó que, como estaba tomando estrógeno, había pocas posibilidades de que la niña quedara embarazada si él llegaba al orgasmo dentro de ella.

Aproximadamente un mes después de comenzar a comunicarse con los agentes encubiertos, Shadows viajó de Vermont al condado de Warren, Nueva York, con la intención de mantener relaciones sexuales con la niña. Shadows fue detenido al llegar al punto de encuentro, y se le descubrió en su posesión un anillo de compromiso, condones y regalos para la niña. Durante el interrogatorio, afirmó que los textos sexuales no eran más que un “juego de rol”.

Una evaluación psicosexual de Shadows reveló que fue sometido a una prueba de visualización que indicaba sus intereses en menores del sexo femenino, chicos adolescentes y niñas muy jóvenes. La evaluación también reveló que tenía un “gran interés” en bebés de sexo femenino.

En un comunicado de prensa emitido por el Departamento de Justicia en el que se detalla el caso, se hacía referencia a Shadows usando pronombres femeninos, y no se daba ninguna indicación de que fuera un hombre o de que se identificara como transgénero. Según el Departamento de Justicia, la investigación fue realizada por el FBI y su Grupo de Trabajo contra la Explotación Infantil, que incluye a miembros de las fuerzas del orden federales, estatales y locales, entre ellas el Departamento de Policía de Colonie y la Policía del Estado de Nueva York.

En abril, Shadows se declaró culpable de intento de seducción y coerción de una menor. Shadows ha estado bajo custodia del FBI desde entonces, con una serie de retrasos durante el proceso de la vista. En octubre, su abogado de oficio abandonó abruptamente su caso, alegando “conflicto de intereses”, y el caso quedó en suspenso hasta que un nuevo abogado defensor pudiera retomar las negociaciones sobre la sentencia.

El 20 de diciembre, Shadows fue condenado a 11 años, un año más que el mínimo obligatorio de 10 años que pedía la defensa.

Shadows estaba activo en Facebook antes de su arresto, e hizo múltiples publicaciones utilizando la bandera del orgullo trans y varios llamamientos a “mimar a las mujeres trans”. También subió a su cuenta sus propios y malos dibujos, algunos de los cuales presentaban temas inquietantes.

En un dibujo a bolígrafo, Shadows muestra lo que parece ser un hombre mayor con una niña mucho más pequeña.

“Nunca frenaremos, ni siquiera de nuestro pecado más oscuro. El diablo ya no manda. Somos los nuevos gobernantes del infierno”, se lee en la imagen.

Dos publicaciones vistas en la cuenta de Facebook de Shadows.

Aunque actualmente se desconoce dónde será encarcelado Shadows, estará bajo la jurisdicción de la Oficina Federal de Prisiones, que a día de hoy tiene una política de autoidentificación de género para alojar a reclusos que se dicen transgénero.

El 13 de enero de 2022, la Oficina de Prisiones revisó su Manual de Delincuentes Transgénero, que incluía directrices previamente eliminadas por la administración Trump con respecto a la autoidentificación de género para los reclusos federales. Bajo la administración Trump, los reclusos eran alojados con su sexo biológico como única consideración, pero la administración Biden renovó las directrices de la era Obama que requerían que se considerara la identidad de género al hacer asignaciones de alojamiento.

Actualmente, hay 1.500 presos federales que se identifican como transgénero. Según Keep Prisons Single Sex USA, casi el 50% de los reclusos federales varones que se identifican como trans están en la cárcel por delitos sexuales. Esta cifra contrasta con tan solo el 11% de la población reclusa federal masculina que no se dice trans.

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Anna Slatz
Anna Slatz
Anna is the Co-Founder and Editor-in-Chief at Reduxx, with a journalistic focus on covering crime, child predators, and women's rights. She lives in Türkiye, enjoys Opera, and memes in her spare time.
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