Un hombre que se dice trans, condenado por violación y abuso sexual infantil, ha sido trasladado a una prisión federal para mujeres tras interponer una demanda contra la Oficina de Prisiones alegando “discriminación”. July Justine Shelby, nacido William McClain, fue condenado por múltiples cargos de tráfico de pornografía infantil después de ser sorprendido distribuyendo fotos de bebés siendo sometidos a abusos sexuales.
Shelby fue arrestado en noviembre de 2016 en Indianápolis, Indiana, tras ser relacionado con un teléfono móvil en el que se encontraron imágenes gráficas de violaciones de menores. Shelby había estado enviando las imágenes a otro hombre que más tarde se identificó como Beau Thornburgh, un hombre con el que Shelby había tenido una relación sentimental.
Shelby había conocido a Thornburgh en prisión, y los dos habían entablado una relación a lo largo de los 12 años que pasaron juntos en la cárcel.
Thornburgh fue detenido primero, y un examen forense de sus dispositivos encontró una serie de comunicaciones con Shelby, que parecía estar proporcionándole imágenes de abuso sexual infantil. Entre las imágenes rastreadas hasta Shelby había una foto de un hombre adulto abusando sexualmente de un bebé, e imágenes gráficas de una niña pre púber.
En el momento de su detención, Shelby estaba en libertad condicional por violación y abuso sexual infantil, y tenía prohibido poseer dispositivos con acceso a Internet.
También fue sometido a vigilancia por GPS, que se analizó rápidamente y se utilizó como prueba adicional para relacionarlo con Thornburgh, ya que Shelby parecía visitar regularmente la residencia del otro hombre. Thornburgh también era un delincuente sexual registrado en ese momento.
Shelby, que ya se decía transgénero por aquel entonces, fue condenado a 180 meses en una prisión federal por distribución de pornografía infantil y enviado a Otisville FCI, una institución de seguridad media para delincuentes varones en Nueva York.
Empezó rápidamente a poner obstáculos a su sentencia, presentando casi de inmediato una petición para que se anulara su condena tras alegar que su abogado había sido “ineficaz”. El tribunal desestimó su moción, señalando que no había mostrado ninguna prueba de ello.
En 2020, Shelby presentó un recurso de habeas corpus escrito a mano, alegando que su vida corría peligro en una institución para hombres.
En el documento, Shelby alegaba múltiples agravios constitucionales, entre ellos que se estaban violando sus derechos de la Primera, Octava y Decimocuarta Enmienda por su identidad de género.
En noviembre de 2022, un tribunal del Distrito Sur de Nueva York admitió a trámite el escrito de Shelby y ordenó a la Oficina de Prisiones que agilizara su traslado a una cárcel de mujeres. Poco después, Shelby fue transferido a FMC Carswell, un centro correccional federal femenino de Texas.
A pesar de haber sido trasladado a una prisión de mujeres, Shelby ha seguido emprendiendo acciones legales y exigiendo diversas reparaciones. Entre sus nuevas quejas se encuentran que ha sido alojado con “lo peor de lo peor” de las delincuentes de sexo femenino y que su clasificación de riesgo se ha fijado en un nivel demasiado alto.
En una denuncia de abril de 2023, Shelby declaró que las mujeres de su unidad le habían “dejado claro” que no era bienvenido en el centro y que vivía con “miedo” de ser atacado por las “mujeres violentas” con las que estaba alojado.
El traslado de Shelby parece ser el resultado del intento de la administración Biden de restablecer las directrices de la era Obama sobre el alojamiento y el tratamiento de los delincuentes que se dicen transgénero en el sistema federal.
En enero de 2022, la Oficina de Prisiones volvió a publicar su Manual de Delincuentes Transgénero, que incluía directrices previamente eliminadas por la administración Trump con respecto a la autoidentificación de género de los prisioneros federales. Con Trump, el alojamiento se basaba únicamente en el sexo biológico, pero las políticas de Biden retomaban las directrices de la era Obama, que daban prioridad a la “seguridad personal” de los reclusos que se dicen transgénero.
Las directrices también establecían que “malgenerizar” está expresamente prohibido, y que los contribuyentes deben subvencionar las cirugías estéticas, las hormonas sexuales y los sujetadores para los hombres que dicen identificarse como transgénero.
Según Keep Prisons Single Sex USA, hay aproximadamente 1.980 delincuentes que se dicen transgénero en el sistema federal, de los cuales 1.295 son hombres que se dicen trans. De ellos, casi el 50% están detenidos por delitos sexuales. Esto se compara con sólo el 12% de la población general de reclusos federales, lo que significa que los hombres que se dicen trans son encarcelados por delitos sexuales a una tasa casi cuatro veces mayor que la de los reclusos que no reclaman una identidad transgénero.
Entre 2022 y 2023, hubo un aumento de casi el 23% de reclusos federales que se identificaban como transgénero.
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