El ex entrenador de Athletics Canada ha dado a conocer que los abogados del Comité Olímpico Canadiense lo amenazaron por expresar su descontento con los resultados de los 800 metros femeninos en los Juegos Olímpicos de 2016, donde tres hombres ocuparon lor primeros puestos, desplazando a la representante canadiense al cuarto lugar.
Peter Eriksson, el ex entrenador jefe del programa olímpico y paralímpico que ha llevado a los atletas de Canadá a batir récords, habló con Reduxx sobre lo ocurrido aquel día de 2016 en Río y las consecuencias a las que se enfrentaba si hablaba en favor de la atleta canadiense Melissa Bishop. Bishop quedó en cuarto lugar tras los tres hombres que compitieron en la división femenina.
En los 800 metros femeninos, Caster Semenya, de Sudáfrica se llevó el oro, Francine Niyonsaba, de Burundi, la plata y Margaret Nyairera Wambui, de Kenia, el bronce. Los tres atletas tienen Diferencias de Desarrollo Sexual (DSD) y aunque legalmente se los consideran “mujeres”, poseen cromosomas XY y son biológicamente hombres.
Semenya, en particular, ha sido objeto de una gran controversia que se remonta a 2009, cuando comenzó a participar en el deporte femenino de élite. Las rápidas mejoras en el rendimiento de Semenya inicialmente provocaron sospechas de consumo de drogas, y World Athletics (entonces llamado IAAF) fue condenado internacionalmente por pedir a Semenya que se sometiera a una prueba para determinar su sexo biológico.
La mayoría de las mujeres, incluidas las deportistas de élite, tienen niveles naturales de testosterona de 0.12 a 1.79 nanomoles por litro (nmol/L), pero Semenya tiene gónadas masculinas que producen un nivel normal de testosterona para un hombre. En 2011, se le midieron a Semenya 15.6 y 29.3 nmol/L. Años más tarde, una decisión en el Tribunal de Arbitraje Deportivo reveló que Semenya tiene un trastorno genético en el que el desarrollo sexual masculino normal falla en el útero, lo que resulta en genitales externos que parecen al nacer una vagina, pero que en realidad es un pene subdesarrollado.
Los entrenadores nacionales solían buscar activamente atletas con DSD similares a los de Semenya debido a su tremenda ventaja “natural”.
En declaraciones a Reduxx, Peter Eriksson, ex entrenador jefe de Athletics Canada, dice que estaba indignado por los resultados de los 800 metros femeninos de 2016, y que quería denunciar la injusticia en nombre de Melissa Bishop, la corredora canadiense que habría quedado en primer lugar de no ser por los tres atletas masculinos.
“Fui el primero en ver a Melissa después de la carrera y ¿qué le dices en esa situación? ‘ ¿Eres la mejor mujer de la carrera?” No te dan una medalla por eso”, dice Eriksson. “Fue una injusticia tan grande que quise hablar, pero recibí una llamada del abogado del Comité Olímpico Canadiense diciendo que si abría la boca, me inhabilitarían de por vida en el deporte”.
Eriksson explicó que, en aquel momento, World Athletics alegaba que faltaban pruebas sobre la ventaja que poseían los atletas con DSD, pero que a nadie le cabía la mínima duda acerca de lo que eran Semenya y los otros.
“Todo el mundo sabía que Caster Semenya, por ejemplo, era un hombre. Todo el mundo era consciente de ello, pero creo que World Athletics no quería hacer nada”, dice Eriksson. “Esto está ahora también documentado en las actas judiciales. [Él] tiene niveles muy altos de testosterona y es XY. Unos años antes [él] había tratado de bajar [su] testosterona y comenzó a tener malos resultados, así que lo dejó”.
Eriksson fue contratado como entrenador jefe de Athletics Canada en 2013, y, durante su ejercicio, hizo historia al llevar a Canadá a un número récord de medallas en grandes eventos. También se consolidó como el entrenador jefe con más medallas en la historia del atletismo canadiense.
Sin embargo, el contrato de Eriksson fue cancelado apenas unos meses después de los Juegos Olímpicos de Río, a pesar de haber llevado al equipo de Canadá a conseguir el mayor número de medallas en atletismo desde 1932. Eriksson dice que nunca le dieron una razón, pero Athletics Canada declaró que la decisión se debió a “cambios en su estructura de alto rendimiento”.
Ahora jubilado, Eriksson cuenta que para Bishop, el haber perdido esa carrera tuvo un enorme impacto en su vida, tanto emocional como financiero.
El entrenador de toda la vida de Bishop estaba muy enfermo durante los Juegos Olímpicos de 2016, pero hizo un gran esfuerzo para estar presente y presenciar la carrera más importante de su vida. Bishop se tomó su cuarto puesto como un fracaso y la afectó mucho.
Eriksson dice que él fue el primero en hablar con Bishop después de la carrera, y que ella estaba llorando. Aunque fue la mujer que verdaderamente había ganado, no recibió la medalla de oro y se perdió las enormes ganancias económicas que podría haber obtenido de haber ganado la medalla.
Eriksson contó a Reduxx que Bishop podría haber ganado “mucho dinero” con su contrato con Nike si se hubiera clasificado entre las tres primeras y que era una de las candidatas principales a convertirse en una de las atletas estrella de la marca. Pero todas sus oportunidades se perdieron por haberse quedado sin medalla.
“En aquel momento, Melissa tenía 27 años y estaba en la mejor edad para ser una atleta de alto nivel en esa prueba y para ser medallista, y se lo arrebataron. Y nadie lo decía y el equipo canadiense no se pronunciaba”, dice. “Melissa sabía que su vida se había ido con todo esto”.
Lynsey Sharp, una corredora escocesa que ocupó el sexto lugar en los 800 metros, fue una de las pocas atletas en hablar públicamente sobre los resultados. Sharp fue entrevistada después de la carrera y explicó entre lágrimas que había sido “difícil” competir contra Semenya y otros atletas hiperandrogénicos.
“No podía seguir el ritmo de lo que estaba sucediendo en el frente, y lo sabía”, dijo una Sharp sin aliento a BBC Sport. “Nosotras [las atletas] sabemos cómo nos sentimos las demás, pero esto está fuera de nuestro control… Creo que el público también puede verlo … Todo lo que podemos hacer es dar lo mejor de nosotras”.
Sharp recibió críticas de activistas trans y algunos la acusaron de “racismo” por su reacción. Días después de la carrera de 800 metros, Sharp publicó en Twitter un comunicado en el que intentaba desmentir las acusaciones y zanjar el asunto.
“Siento un tremendo respeto por Caster … Creo que he dado una respuesta honesta y diplomática”, dijo Sharp. Aunque Sharp ha borrado su cuenta de Twitter, los archivos conservan el tweet junto con los comentarios de odio en la sección de respuestas dirigidas hacia Sharp y sus “lágrimas blancas”.
Según Eriksson, Sharp también recibió amenazas de muerte y amenazas contra su familia por parte de la comunidad transgénero después de su reacción televisada.
Linda Blade, entrenadora canadiense y firme defensora de los derechos de las atletas, fue la primera en renovar el interés en los resultados de los 800 metros femeninos de 2016 tras publicar información sobre las amenazas que Eriksson recibió en Twitter.
Blade añadió su propio comentario al asunto, tuiteando: “¡Los dirigentes de nuestro propio país prefieren venderse a una secta antes que defender a una de nuestras campeonas, incluso a costa de decir adiós al #Olympic Gold! Sacrifican a una mujer y toda su carrera en el altar de #GenderIdeology (#IdeologíaDeGénero). Intenta asimilar eso”.
Eriksson dijo a Reduxx que Melissa Bishop vio el tweet de Blade y la abrumadora respuesta favorable a él, y se emocionó.
“Cuando vio el tweet de Linda, llamó a una de las personas que estaba en el equipo y se emocionó. Estaba agradecida de que la gente lo recordara y de que yo hubiera hablado de ello”, dice Eriksson.
Blade ha pedido al Comité Olímpico Internacional y al World Athletics que rectifiquen los resultados de los Juegos Olímpicos de 2016 en favor de Bishop, pidiendo que el oro se reasigne retroactivamente de la misma manera que a veces se hace en los casos de dopaje.
Eriksson está de acuerdo con Blade, y también cree que deberían darle la medalla a Bishop.
“No puedes llegar y decir que eres una mujer y correr en la división femenina. Esto está mal. No es justo. Además, la ciencia tampoco miente”, dice.
En medio de un creciente rechazo, la Asociación Mundial de Atletismo anunció recientemente que prohibiría a los atletas transgénero que han pasado por la “pubertad masculina” competir en las pruebas femeninas de la clasificación mundial. Durante una rueda de prensa en marzo, el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, aludió a la consideración científica y la equidad para las atletas femeninas, afirmando que tanto él como la organización “creen que la integridad de la categoría femenina en el atletismo es primordial”.
Pero en el caso de los atletas con una DSD, la Asociación Mundial de Atletismo se ha limitado a limitar sus niveles de testosterona a 2,5 nmol/L. Eriksson dice que esto es insuficiente.
“Si, como mujer, tuvieras ese nivel de testosterona, te suspenderían de por vida”, dice, y añade: “El 99% de las mujeres tienen menos de 1 nmol/L de testosterona. Es hipocresía”.
Aún así, cree que “el problema no es World Athletics, sino el Comité Olímpico Internacional (COI)”, que tiene una política diferente con respecto a los atletas transgénero y con DSD. En diciembre, el COI publicó una actualización de sus directrices transgénero en un esfuerzo por responder a las críticas vertidas contra ellos por las atletas femeninas después de que su marco original fuera objeto de críticas.
El marco original del COI, publicado en noviembre de 2021, se centraba en la “no discriminación” y argumentaba que los atletas masculinos no deberían tener que reducir sus niveles de testosterona para competir en el deporte femenino.
Eriksson cree que los deportes deberían estar completamente segregados por sexo, y señala que los beneficios de la pubertad masculina que afectan a los huesos, los pulmones, los músculos y a la fuerza general no se pueden generar siendo mujer.
“Nadie dice que los atletas transgénero o con DSD no deberían poder competir en el deporte. Por supuesto que deberían poder hacerlo. Pero necesitan competir en la categoría que corresponde a su sexo. No en función de lo que creen que son”, dice Eriksson.
“Pueden tener sus propias clasificaciones, como en el deporte paralímpico. O pueden entrar en la categoría del sexo con el que han nacido. Pero necesitan estar con su sexo biológico”.
NOTA DE LA EDITORA 07/12/2023: La Asociación Mundial de Atletismo se ha puesto en contacto con Reduxx para rechazar la afirmación de Eriksson de que la Asociación Mundial de Atletismo era consciente de que Caster Semenya era un hombre pero “no quiso hacer nada.”
Nicole Jeffer, representante del organismo rector, declaró: “La Asociación Mundial de Atletismo no descuidó su reglamento DSD en 2016: fue anulado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo en el caso Dutee Chand en 2015. No tuvimos tiempo de volver al TAS con nuevas pruebas antes de los Juegos Olímpicos de 2016″. El nuevo reglamento entró en vigor en 2018”.
Reduxx se puso en contacto con Peter Eriksson, que rebatió la afirmación de la Asociación Mundial de Atletismo.
“Es interesante que digan que la razón por la que no pudieron hacer nada en aquel momento fue por el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo en 2015, porque el hecho es que [en] el último campeonato mundial en 2022 permitieron que uno de esos atletas compitiera en las carreras de 100 y 200 metros. Un atleta DSD se llevó una medalla de plata en una de las carreras”, afirma Eriksson.
“¿Por qué hubo que esperar hasta finales de 2022 para que se hicieran cambios? A día de hoy, no se ha implantado en todas las pruebas. En las carreras de más de 1.500 metros hay atletas con DSD, al igual que en las pruebas de lanzamiento. ¿Y por qué la descripción de su reglamento sigue incluyendo a los hombres en la categoría femenina?”.
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