El “médico de género” noruego y antiguo miembro de WPATH que “transicionó” a menores en privado pierde el recurso para que le devuelvan la licencia completa

El médico transactivista más influyente de Noruega ha perdido oficialmente su capacidad para ejercer la “medicina de género” después de que se le denegara su último recurso para revertir la revocación de su licencia. La Autoridad Sanitaria Noruega (NHA) le retiró la licencia a Esben “Esther Pirelli” Benestad, de 74 años, en 2022, y el travesti lleva desde entonces luchando contra esta decisión. El año pasado consiguió que se suavizaran las restricciones, pero seguirá sin poder recetar hormonas de sexo cruzado.

Benestad, que nació varón pero se identifica como “mujer”, provocó el rechazo generalizado por suministrar en privado a menores fármacos para detener la pubertad y hormonas de sexo cruzado sin la debida autorización. Se le restringió su licencia médica el año pasado tras la tercera investigación formal sobre su práctica.

Benestad, que ya había sido investigado dos veces por la NHA (artículo en español) por hacer caso omiso de las políticas de prácticas seguras recomendadas en su tratamiento médico a menores en su clínica de Grimstad, fue declarado por la NHA en 2023 “no apto para ejercer de forma responsable debido a una falta sustancial de conocimiento profesional, a una actividad irresponsable y a un infracciones sustanciales del deber”.

Al ordenar la investigación en 2022, el Administrador del Estado de Agder concluyó que se habían incumplido los requisitos de la legislación sanitaria sobre el deber de facilitar información a las autoridades sanitarias y que no se llevaban registros suficientes.

Como resultado de la investigación, se le revocó la licencia médica a Benestad. Sin embargo, en junio de 2023, las autoridades sanitarias suavizaron su decisión y restringieron únicamente el permiso de Benestad para recetar hormonas, al tiempo que le obligaban a ejercer la medicina bajo supervisión.

En el informe de 42 páginas publicado por la NHA el año pasado y revisado por Reduxx (artículo en español), los inspectores destacaron la tendencia de Benestad a ignorar tanto las opiniones de sus colegas como los protocolos recomendados a nivel nacional.

“La Inspección Nacional de Salud también ha evaluado que usted no sigue las directrices nacionales de la Autoridad Sanitaria de Noruega en el tratamiento de pacientes con incongruencia de género. Consideramos preocupante que lo justifique diciendo que nadie más tiene suficiente experiencia o recursos para proporcionar este tratamiento, o que defienden un método de tratamiento con el que usted no está de acuerdo”.

El viernes, el tribunal comunicó a Benestad que la decisión de la Autoridad de Salud era válida y que el estado quedaba absuelto de cualquier delito.

En declaraciones al medio noruego VG, Benestad calificó la decisión de “absurda”.

En respuesta a la noticia de que no se le devolvería la licencia médica completa, el sexólogo autoacreditado respondió: “Tengo 40 años de experiencia en reconocer a estas personas… Es muy triste, pero lamentablemente no sorprendente. Esto afecta a sectores de la población que ya están discriminados”.

La investigación, por la que se restringió su licencia médica, fue la tercera investigación formal sobre la actitud laissez-faire de Benestad hacia lo que eufemísticamente se denomina “atención de afirmación de género”.

Benestad había sido investigado anteriormente por administrar fármacos para detener la pubertad a adolescentes en circunstancias cuestionables, y por falsificar diagnósticos médicos para recomendar a niñas menores de edad que se sometieran a una doble mastectomía.

En 2008, Benestad fue denunciado ante las autoridades sanitarias nacionales por mala conducta en relación con tres de sus pacientes, a las que había recomendado mastectomías con el fin de afirmar una “identidad de género” elegida. En el proceso, Benestad se inventó diagnósticos de afecciones de salud para saltarse las directrices médicas.

El tratamiento de la “incongruencia de género” está supervisado por el Hospital Universitario de Oslo, o Rikshospitalet, que requiere que se realice una evaluación psiquiátrica antes de llevar a cabo una intervención médica. A pesar de esta normativa, Benestad había suministrado en repetidas ocasiones hormonas y fármacos para detener la pubertad a pacientes a los que se les había denegado esa medicación tras una evaluación realizada por profesionales del Rikshospitalet.

Durante una entrevista en noviembre de 2009, el médico habló de los incidentes que suscitaron la preocupación de las autoridades sanitarias nacionales. “He tenido muchas pacientes somáticas que quieren que les extirpen los pechos, pero no quieren ni testosterona ni cirugía genital. Pude ayudar a tres de esas personas a extirparse los pechos, pero luego me acusaron de mala praxis”, dijo.

En 2010, la Junta de Salud de Noruega emitió una advertencia que, aunque no nombraba específicamente a Benestad, detallaba el escenario exacto por el que según los medios de comunicación, había sido investigado. Según la carta, un médico especializado en el área de transexualidad había dicho a los servicios de salud que tres pacientes tenían ciertos problemas en el cuello que se aliviarían con mastectomías dobles.

Al describir otro caso en el que recetó bloqueadores de la pubertad a un niño de nueve años, Benestad explicó que su estatus de celebridad le permitía encontrar pacientes jóvenes. “Los progenitores de criaturas que no performan el género como ‘deberían’ a menudo me llaman porque me han visto en televisión. La primera criatura que conocí tenía nueve años. Ella era un chico somático, tenía pene pero se sentía como una niña”, explicó.

“Trabajé con ella y con su familia, con su escuela y con todo aquel al que ella podía molestar. En ese momento estaba al tanto del trabajo que se estaba haciendo en los Países Bajos que me enseñó que se puede posponer la pubertad en casos como el de ella, para dar a las criaturas más tiempo para establecer con qué género se identifican más. Lo hice, pero me denunció el psiquiatra de la Clínica G.I.D., que dijo que era un tratamiento médico equivocado y que, además, tenía otro caso de mala praxis pendiente con la autoridad sanitaria noruega”.

Durante la misma entrevista, Benestad se jactó de que no podrían meterlo en la cárcel: “Tengo que enfrentarme a las autoridades sanitarias, no a las judiciales. No me van a mandar a la cárcel. Y encima tendrían problemas para decidir en qué cárcel meterme”. Entre risas, bromeó diciendo que cualquier celda que le construyeran necesitaría “un buen armario y muchos espejos grandes”.

En 2021 se reveló que Benestad había eludido los protocolos nacionales en el tratamiento de un adolescente que acabó suicidándose. Mientras estaba a tratamiento de bloqueadores de la pubertad, Benestad también le estaba dando hormonas en privado, socavando así la política de la NBTK que prohíbe las hormonas de sexo cruzado para menores de 16 años.

A lo largo de los años, Benestad ha hecho numerosas declaraciones alarmantes en defensa de comportamientos sexuales patológicos, y ha parecido mostrar simpatía por la pederastia.

Antes de trabajar con la infancia y con individuos en calidad de médico de transición, Benestad trataba a abusadores sexuales de menores, a los que se refería como “pedosexuales”, al tiempo que insistía en que la pederastia es un rasgo humano común.

“Todos hemos sido pedosexuales alguna vez”, dijo Benestad a VG en 1998, y citó “las nociones tabú imperantes” en torno a la pederastia como causa del abuso sexual infantil.

De un documental titulado “Acerca de mi Padre”, en el que aparece Benestad.

A lo largo de su carrera, este médico ha dedicado gran parte de su energía a desestigmatizar los fetiches sexuales patológicos, centrándose en el sadomasoquismo y el travestismo en particular.

En 2017, junto con su esposa y coprofesora, Elsa Almås, fundadora de la Asociación Noruega de Sexología Clínica (NFKS), fue coautor de un artículo en el Journal of Sexual Medicine titulado Autogynephilia and Autoandrophilia Revisited, que argumenta que la excitación sexual que los hombres experimentan a través del travestismo debería normalizarse.

En diciembre de 2021, Benestad fue criticado por exigir a sus estudiantes de sexología de la Universidad de Agder que participaran en un club de fetichismo BDSM como parte de su investigación. Tonje Kristin Jensen, estudiante de la Universidad de Agder, dijo a la Corporación Noruega de Radiodifusión que decidió renunciar a un viaje de estudios a Oslo tras recibir una carta en la que se proporcionaba un código de vestimenta obligatorio que incluía accesorios fetichistas sobre el tema de “laca y látex”.

En un documental de 2002 producido por su hijo, Even Benestad, el transactivista reconocido a nivel nacional admitió haber robado la ropa interior de su madre con fines masturbatorios.

“La primera vez que me puse un vestido tenía unos ocho años. Me probé el vestido y sentí que estaba bien. Siempre optaba por quedarme en casa. Me probaba toda la ropa de mi madre. Con el tiempo, el travestismo se convirtió en algo erótico. Tuve mi primer orgasmo en una situación así. Me costaba dejar limpia la ropa interior de mamá. La lavaba, la secaba con la plancha y la volvía a poner en su sitio”, cuenta.

La afiliación de Benestad a la principal organización médica transgénero WPATH ya no figura públicamente en el sitio.

Hasta que se restringió su licencia el año pasado, Benestad figuraba como miembro de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH). El médico de género también ha hablado y asistido a conferencias organizadas por WPATH y ha ejercido influencia en sus políticas.

Benestad estuvo presente en una conferencia de WPATH celebrada en junio de 2009, donde académicos involucrados en un foro de fetichismo pederasta y sadomasoquista (artículo en español) presentaron un concepto de identidad de género “eunuco”. El concepto se incorporaría más tarde a la guía más reciente de los Estándares de Atención de WPATH, y la conferencia de WPATH y la presentación de los académicos involucrados en el foro fetichista parecen haber influido en el interés de Benestad en el tema.

Apenas cinco meses después de la conferencia de WPATH, sacó a relucir el tema durante una entrevista, y continuaría haciendo referencia al “género eunuco” a partir de entonces. En un artículo académico publicado en 2010, “De la disforia de género a la euforia de género: un viaje asistido”, Benestad cita el foro Eunuch Archive (Archivo Eunuco), que alberga relatos eróticos del fetiche de la castración, de los cuales los más populares implican la castración violenta y forzada de menores, principalmente varones.

Esben Benestad, “Los siete géneros”, producido y emitido por NRK.

En un video de 2016, dirigido a espectadores jóvenes y emitido por el servicio de radiodifusión nacional NRK, Benestad habla de su creencia en siete ‘géneros’ diferentes, nombrando una de esas categorías como ‘eunuco’.

“El género eunuco… Tienen cuerpos masculinos. Pero quieren extirparse los testículos”, afirmó.

A pesar de la restricción de su licencia médica y las repetidas investigaciones sobre sus prácticas, Benestad continúa dando clases a estudiantes a través del Departamento de Salud Psicosocial de la Universidad de Agder. En diciembre de 2023, presentó una conferencia sobre “Excitación de género”.

Además, tanto Benestad como su compañera Elsa Almås figuran actualmente como miembros del Comité Asesor del grupo activista multinacional de sexología Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS). La WAS, anteriormente conocida como la Asociación Mundial de Sexología, de la que WPATH es una organización miembro, influye en la Organización Mundial de la Salud (OMS).


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Genevieve Gluck

Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.

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