EXCLUSIVA: Un hombre pansexual no binario, condenado por un brutal asesinato, cumple condena en una cárcel de mujeres de Washington

Una fuente del Centro Penitenciario para Mujeres de Washington (WCCW) ha confirmado el traslado de un delincuente violento al centro tras su condena por matar a golpes a un conocido. Kevin Patterson, que en un principio huyó a Canadá tras el asesinato, intentó usar su identidad transgénero para evitar su extradición a Estados Unidos.

Patterson, quien a menudo se hace llamar Haedyn-Khris Beaumann y Rachel Patterson, fue acusado en 2014 de asesinar a Richard Bergesen, de 57 años, con la ayuda de un cómplice más joven llamado Christopher Shade.

A la edad de 19 años, Patterson, que no tenía hogar, conoció a Bergersen a través de la Iglesia Cristiana Overlake en Redmond. Compadecido de su situación, Bergersen le ofreció alojamiento en su casa en Sammamish, Washington. Por aquel entonces, Patterson ya tenía varias condenas por delitos que cometió cuando era adolescente.


La víctima Kevin Bergersen [izq.] y Kevin Patterson, alias Haedyn-Khris Beaumann [dcha].

“Parecía un chico muy agradable y Richard lo tomó bajo su protección para ayudarlo… [A Richard] le pidió un pastor de su iglesia que ayudara a Kevin”, dijo un vecino a la policía después del asesinato.

Según Shade, él y Patterson golpearon a Bergersen, que tenía las manos y las piernas atadas, con una pala hasta matarlo. Según los informes, los dos se habían conocido el día antes de cometer el asesinato juntos.

Los dos hombres robaron el dinero, las tarjetas de crédito y el coche de Bergersen y luego huyeron a la frontera canadiense, que estaba a menos de 3 horas de distancia. Bergesen fue hallado muerto en su casa con múltiples fracturas de cráneo, y se inició una búsqueda policial para localizar a sus asesinos. Tanto Shade como Patterson fueron detenidos el mismo día en Abbotsford, Columbia Británica, Canadá, después de usar las tarjetas de crédito de Bergersen para ir de compras y celebrar una fiesta en un hotel de la zona.

Ambos fueron acusados en un principio de asesinato en primer grado, robo en primer grado y robo de un vehículo.

Cuando fue interrogado por la policía en Canadá, Patterson admitió que había atado a Bergesen y que le había quitado la cartera, pero inmediatamente intentó echarle la culpa a Shade, alegando que el otro había sido el cerebro del plan.

Los detectives del caso revelaron en documentos policiales que Patterson había confesado el asesinato por teléfono a un amigo, diciendo que golpeó la cabeza de Bergesen con una pala después de rechazar las insinuaciones sexuales del hombre de 57 años.

Shade fue devuelto rápidamente a Estados Unidos, ya que había cruzado ilegalmente la frontera y finalmente se declaró culpable de asesinato en segundo grado. Durante las vistas, Shade reveló que él y Patterson habían planeado originalmente drogar y robar a Bergesen antes de huir a Canadá. Sin embargo, Patterson se desvió del plan en el último momento, cogió una pala del garaje y lo golpeó hasta matarlo.

Pero mientras Shade era condenado en Estados Unidos, el caso de extradición de Patterson se complicaba por el hecho de que tenía doble nacionalidad y había nacido en Canadá.

Patterson rápidamente comenzó a luchar contra la extradición en los tribunales, presentando 8 mociones en total en las que planteaba una serie de preocupaciones relativas a su “seguridad” en el sistema judicial de Estados Unidos, y el temor de que lo condenaran a la pena de muerte si era declarado culpable de asesinato en primer grado.

En sus alegaciones ante el tribunal, Patterson cambió sus supuestas vulnerabilidades varias veces, primero argumentando que había tenido una educación difícil debido a su ascendencia indígena, y después afirmando que se identificaba como “una mujer transgénero” llamada “Rachel” y que corría peligro en una prisión estadounidense.

“Él/ella es transgénero. Esto representa un riesgo real para ella en la cárcel”, escribió el abogado de Patterson en una presentación ante el tribunal en 2018. “Ella dice que simplemente no pertenece a un centro de prisión preventiva para hombres, y yo estoy cada vez más de acuerdo”.

Al explicar por qué le llevó tanto tiempo plantear su condición de transgénero como una preocupación, su abogado sugirió que el estigma era el culpable.

“En resumen, parecería que no se le ha contado toda la historia, no por descuido de nadie, sino por el miedo genuino de la Sra. Patterson a sufrir represalias si se revela su estado transgénero (y su estado mental). Debo admitir que mi suposición inicial era que Kevin era heterosexual. Me sorprendió un poco cuando salió del armario y se declaró homosexual”.

Los recursos de Patterson finalmente acabaron ante la Corte Suprema de Canadá, pero, en 2018, se confirmó la decisión de extraditarlo a Estados Unidos. Su abogado luchó entonces para que se le garantizara que, cuando fuera extraditado, se reconociera su identidad de género y para que se le diera protección como “mujer transgénero”. Patterson fue finalmente puesto en libertad bajo custodia estadounidense en junio de 2020, y estuvo recluido en el Centro Penitenciario del Condado de King a la espera de juicio.

Patterson fue declarado culpable de asesinato en primer grado en 2022 y trasladado discretamente al Centro Correccional para Mujeres de Washington y, según los informes, se prevé que salga en libertad en 2040.

Según una fuente del centro, Patterson ha estado “manipulando totalmente” a las reclusas y al personal utilizando su condición de transgénero, al parecer, ha dicho que quiere dejar embarazada a alguien a pesar de identificarse como homosexual.

“Ni siquiera está tratando de ser ‘femenino’ en absoluto”, dice la fuente. “Y está intentando usar la cuestión trans para que lo devuelvan a Canadá, donde cree que sólo tendría que cumplir la mitad de la condena”.

Al igual que otros reclusos varones que se dicen trans, Patterson ha creado un perfil en un sitio web llamado “Caged Ladies” (“Señoras Entre Rejas”), que pretende servir como una plataforma de citas para mujeres encarceladas.

En su perfil, Patterson se hace llamar “Haedyn Beaumann” y se describe a sí mismo como un “individuo transgénero” que es “no binario” y “pansexual”, a pesar de que anteriormente se identificó como una mujer transgénero gay mientras luchaba contra la extradición.

Patterson es, que se sepa, el último hombre en ser alojado en WCCW, que desde 2021 ha estado lidiando con el traslado de una avalancha de reclusos que se dicen transgénero. De los delincuentes varones que se sabe que están en el centro, aproximadamente el 80% están cumpliendo condenas por delitos violentos cometidos contra mujeres o menores.

A principios de este año, Reduxx reveló que un pedófilo violento había sido trasladado a la prisión después de comenzar a identificarse como transgénero. Jolene Charisma Starr, nacido Joel Thomas Nichols, fue condenado en 1995 por dos horribles agresiones a niñas.

En julio de este año, otro pedófilo que fue condenado por abusar sexualmente de una niña de 9 años (artículo en español), también fue trasladado a WCCW, a pesar de su historial de violencia contra sus compañeros de celda mientras estaba recluido en una prisión masculina.

Según un informe de incidentes obtenido por Reduxx, el recluso, Christopher Scott Williams, fue acusado en 2012 de atacar brutalmente a un hombre llamado Christopher Barrett mientras cumplía condena por no registrarse como delincuente sexual infantil.


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Shay Woulahan
Shay Woulahan
Shay is a writer and social media content creator for Reduxx. She is a proud lesbian activist and feminist who lives in Northern Ireland with her partner and their four-legged, fluffy friends.
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