Reduxx se ha enterado de que un varón femenino ha estado participando en el deporte universitario femenino de élite en California después de que, según los informes, se le ocultara su sexo a sus compañeras de equipo y a sus oponentes. Blaire Fleming, nacido Brayden, juega actualmente al voleibol femenino en la División I en el equipo de la Universidad Estatal de San José en la reputada Mountain West Conference.
En declaraciones a Reduxx, la madre de una jugadora rival reveló que sus sospechas surgieron durante la temporada 2022-2023.
“Primero vi a mi hija jugar contra Blaire en una transmisión en vivo y luego en persona en otro partido”, dijo la madre, que desea permanecer en el anonimato. “Mi hija me mencionó antes del segundo partido que había rumores de que Blaire era un hombre”.
Al asistir al partido, inmediatamente notó que Fleming parecía ser un hombre, tanto por su aspecto como por sus gestos en la pista.
“Saltaba más alto y golpeaba más fuerte que cualquier mujer en la pista. Aquel día no había ninguna atleta femenina en la pista que pudiera compararse con la condición física de Blaire. También tenía caderas muy estrechas. Me fijé en cómo iba vestido, con una camiseta más larga en la parte delantera”.
Durante el partido, la madre anónima notó que su hija estaba sufriendo muchas más lesiones físicas y distensiones que nunca en toda su carrera en el voleibol, y que constantemente se ponía hielo y se frotaba los brazos después de bloquear los lanzamientos de Fleming. Dice que las compañeras de equipo de su hija también lo estaban pasando mal, ya que las que jugaban en defensa no podían reaccionar con rapidez a sus duros golpes.
“Era prácticamente imparable a veces. Saltaba tan alto que me preocupaba que nuestras bloqueadoras no pudieran defenderse de un golpe tan rápido”, dice.
De media, la diferencia entre la fuerza de la parte superior del cuerpo en ambos sexos es del 52%, los hombres tienen las manos un 10% más grandes de media y son un 7% más altos. Estos factores han contribuido a una diferencia de altura de la red de voleibol de más de 7 pulgadas (17.78 cm) entre los partidos masculinos y femeninos. Según su perfil de los San Jose Spartans, Fleming mide 1’85.42 cm (6’1).
“Casualmente, en esos dos partidos, las estadísticas de mi hija no fueron tan buenas como en la mayoría de los otros partidos. Sus estadísticas eran radicalmente diferentes porque estaba tratando de competir contra un hombre que, según mi hija, intentaba someterla con la mirada después de cada jugada y era extremadamente arrogante”.
La madre también reveló que, a pesar de las especulaciones generalizadas de que Fleming era hombre, los responsables del San Jose State dejaron caer al equipo de su hija que ni siquiera ellos conocían su sexo. Añade que las políticas deben cambiar para garantizar la equidad para las atletas.
“Veía a esas jugadoras de San Jose State sentadas en el banquillo mientras un hombre les quitaba la oportunidad de jugar. Estas mujeres sólo pueden competir durante 4 años y están perdiendo esos años por culpa de un hombre. No sólo eso, sino que la posibilidad de lesiones aumenta considerablemente para las mujeres cuando juegan contra un hombre con ventajas de fuerza física muy claras. Más que nada, es muy peligroso”.
Antes de su transferencia a San Jose, Fleming jugaba al voleibol femenino en Carolina del Sur en el equipo de la Universidad de Coastal Carolina. Parece que se escapó a California justo antes de que el proyecto de ley Save Women’s Sports (Salvad el Deporte Femenino) se convirtiera en ley en ese estado, lo que le habría prohibido seguir jugando en equipos femeninos.
Fleming también había jugado en el equipo de voleibol universitario femenino de John Champe en Virginia, donde se crio. Durante este tiempo, Fleming estableció el récord de la escuela de más remates en un partido, y el récord de una sola temporada de 266 remates.
Aunque se desconoce la edad exacta en la que Fleming hizo “la transición”, las primeras fotos publicadas en la cuenta de Facebook de su tía muestran que fue criado como un niño y no comenzó a presentarse con ropa femenina hasta 2016, cuando tendría aproximadamente 14 años. Los miembros de su familia han tenido cuidado de no identificarlo públicamente como “transgénero”, pero su abuela se refirió a él como su “nieto” en una de las primeras fotos.
Fleming participa actualmente en la División I de voleibol, que es el nivel más alto de atletismo interuniversitario sancionado por la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA). Los equipos de voleibol de la División I (DI) pueden ofrecer un máximo de 12 becas completas, lo que significa que los atletas tendrán todos los gastos relacionados con su experiencia universitaria pagados.
Aunque actualmente se desconoce si Fleming ha recibido una beca DI femenina, la NCAA ha sido objeto recientemente de una demanda por parte de más de una docena de deportistas femeninas por permitir que los hombres compitan contra ellas en categorías femeninas.
La demanda, la primera acción federal de este tipo, pretende obligar a la NCAA a cambiar sus políticas para definirlas claramente, haciendo que no sea posible que un hombre pueda competir contra deportistas de sexo femenino. Exige a la NCAA que retire todos los premios otorgados a atletas que se dicen trans en competiciones femeninas y los “reasigne” a las jugadoras femeninas. También pide “daños y perjuicios por dolor y sufrimiento, angustia mental y emocional, sufrimiento y ansiedad, gastos y otros daños debidos a la conducta ilícita de los demandados”.
La financiación exclusiva de la demanda corre a cargo del Consejo Independiente de Deportes Femeninos (ICONS), que ha estado llamando la atención sobre la presencia y el impacto de los atletas masculinos en las categorías femeninas.
En declaraciones a Reduxx sobre Blaire Fleming, Marshi Smith, de ICONS, criticó a la NCAA por no garantizar la transparencia ni la protección de las atletas femeninas que se ven obligadas a competir contra hombres.
“La NCAA está engañando a las jugadoras al ocultar información sobre el verdadero sexo de un compañero de equipo o de un oponente”, dice Smith. “A las mujeres no se les da la oportunidad de decidir si quieren enfrentarse a mayores riesgos de seguridad en la cancha o compartir los vestuarios femeninos con los hombres. El sistema de recompensas de la NCAA fomenta el fraude, lo que conlleva ventajas financieras y académicas para los varones a expensas de las niñas y de las jóvenes en los deportes. Hay que poner fin de inmediato a estas prácticas dañinas”.
Fleming no es el primer atleta varón que se dice trans que oculta su sexo con el fin de participar en deportes universitarios femeninos.
Como ya informó Reduxx, un jugador de voleibol de California estuvo a punto de convertirse en el primer varón conocido en recibir una beca deportiva femenina de la División I de la NCAA (artículo en español) tras ocultar con éxito su sexo a sus compañeras de equipo.
Tate Drageset, de 17 años, se había comprometido verbalmente con la Universidad de Washington, pero tras la revelación de que era un hombre, se supo que la Universidad rescindió la oferta.
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