Un académico sueco, que provocó una gran reacción negativa del público tras escribir su tesis doctoral sobre masturbarse con material de fantasía de abuso sexual infantil durante tres meses, publica ahora un libro sobre el tema. Karl Andersson, ex estudiante de doctorado en la Universidad de Manchester en el departamento de estudios japoneses, anunció la publicación de su nuevo libro Niños Increíblemente Guapos: El Poder Curativo de los Comics Shota en Japón, en un reciente video de YouTube donde afirma que el texto incorpora su “filosofía de adoración a los niños”.
Shota, una versión abreviada del complejo shōtarō, se refiere a los cómics, dibujos animados y otras formas de medios visuales que se centran en niños pequeños en situaciones eróticas y sexualizadas. Los niños son representados principalmente como prepúberes, a menudo con cuerpos sin pelo y rasgos muy pequeños.
Este medio se considera en gran medida una forma de material de fantasía de abuso sexual infantil y, por tanto, es ilegal en muchos países, incluidos Canadá y Australia. También es ilegal en el Reino Unido, donde Andersson cursó su doctorado.
Andersson explica en el vídeo de YouTube donde presenta su libro: “Es mi investigación, básicamente. He estudiado shota durante más de diez años, pero más recientemente en forma de doctorado, y en forma de trabajo de campo que realicé en Japón en 2023. Así que, básicamente, me asocié con mucha gente a la que le gusta el shota“, dice.
Andersson olvida mencionar que hace dos años (artículo en español), tras un intenso escrutinio público, la Universidad de Manchester inició una investigación sobre las circunstancias de su investigación doctoral y la publicación de esta. En el artículo, publicado en abril de 2022 en la revista académica Qualitative Research, Andersson admite que el método de “investigación” que eligió fue masturbarse con material de fantasía de abuso sexual infantil durante tres meses. En el artículo de 4.000 palabras, titulado “No estoy solo, estamos todos solos: Uso de la masturbación como método etnográfico en la investigación sobre la subcultura shota en Japón”, Andersson detalla el uso de su “método experimental” de masturbarse con pornografía shota.
Aunque Andersson no revela las edades de los menores en los cómics sexuales con los que se masturbaba, sí se refiere a ellos como “niños pequeños”. Más adelante, en el artículo, Andersson describe algunos de los cómics que leía con la frase “personajes de niños muy jóvenes saltaban con avidez sobre la primera polla que se les presentaba”.
El verano pasado, un portavoz de la Universidad de Manchester declaró a la prensa: “La reciente publicación en Qualitative Research del trabajo de un estudiante, ahora matriculado en un doctorado, ha suscitado graves preocupaciones y quejas que nos estamos tomando muy en serio. Actualmente estamos llevando a cabo una investigación detallada sobre todos los aspectos de su trabajo, los procesos en torno al mismo y otras cuestiones planteadas. Es muy importante que analicemos los problemas en profundidad”.
Andersson fue expulsado poco después del programa de doctorado, y la Universidad de Manchester dictaminó que su trabajo había causado un “daño significativo a la reputación” de la universidad. Sage, la editorial de Qualitative Research, retiró el trabajo de Andersson, y un representante explicó que la decisión se tomó “después de que una investigación determinara que hubo una falta de supervisión ética institucional y una falta de revisión ética adecuada y apropiada antes de la publicación”.
Sin embargo, en su nuevo libro, Andersson dice haber recibido sólo elogios de sus compañeros académicos por su artículo antes de publicarlo.
Su propio supervisor académico, afirma Andersson, elogió el artículo, calificándolo de “muy bueno” y lo describió como su “mejor trabajo escrito”. Además, un revisor de la publicación académica Qualitative Research destacó que la justificación del uso de la masturbación como método de investigación estaba “bien justificada”, y dijo del académico obsesionado con el shota: “El autor ha llevado a cabo una investigación provocadora mediante una aplicación muy audaz e innovadora de la autoetnografía. Lo mejor de todo es que el autor lo ha hecho extremadamente bien”.
Según él, el coordinador anónimo de un curso de doctorado en “autoetnografía queer” donde se redactó el artículo alabó la investigación sobre pornografía infantil, definiéndola como un “ensayo maravillosamente escrito, reflexivo, analítico e intrigante sobre la masturbación ‘en el campo'”, y agregó: “Esto ya es muy publicable, si así lo desea. Bravo”.
The Queer Studies professor at @UniStavanger who Karl Andersson thanked in the pedo-masturbation dissertation got both her degrees from and was a visiting senior fellow at @LSEnews Is it something in the water? @ReduxxMag @anyabike @glosswitch @bindelj https://t.co/TIn0eFoM9t
— Valkyrien (@valkyrieposten) October 5, 2022
Este comentario parece describir la reacción de Elisabeth Lund Engebretsen, profesora de estudios de género afiliada a la Universidad de Stavanger, en Noruega. En su tesis doctoral, Andersson agradeció explícitamente a la profesora Engebretsen “sus comentarios en una primera versión de este artículo”.
Curiosamente, la propia Engebretsen ha publicado una “investigación” cuestionable, ya que es autora de un artículo académico sobre “campañas antigénero en las redes sociales” que nombraba y vilipendiaba específicamente a las mujeres críticas con la ideología de género y las llamaba “feministas transexcluyentes”.
Sin embargo, Engebretsen ha negado cualquier implicación con el trabajo de Andersson, diciendo: “He dado mi opinión sobre un ensayo escrito para un curso de doctorado que impartí. No tuve nada que ver con el proyecto de investigación en sí ni con la revisión por pares del artículo que se publicó”.
Cuando en 2022 empezaron a circular noticias del trabajo de doctorado de Andersson, también salió a la luz que era responsable de dos inquietantes proyectos de medios visuales centrados en la sexualización de niños jóvenes: Destroyer Magazine y Breaking Boy News.
Andersson creó Destroyer Magazine cuando vivía en Praga y publicó esta revista gráfica en la República Checa, justo después de graduarse en la Universidad de Estocolmo. La publicación erótica se anunciaba a sí misma como “la principal revista internacional para chicos adolescentes”. Aunque Destroyer fue ridiculizada en Suecia por su contenido perturbador, Out, un medio internacional de noticias gay, informó favorablemente sobre Andersson en 2012.
Aunque no eran explícitamente pornográficas, las revistas de Andersson giraban en torno a la erotización de chicos jóvenes y su comportamiento. Breaking Boy News se centraba en adolescentes aún más jóvenes y en contenido más truculento, y las historias ponían de relieve con entusiasmo a niños jóvenes que cometían actos violentos contra animales, mujeres y entre sí, con especial énfasis en el dolor y la degeneración.
Durante una entrevista concedida en 2012 al ahora desaparecido medio Vice, Andersson no rehúye la etiqueta de “boy lover” (“amante de niños”) y describe su atracción por los menores.
“El niño es el que hace todas las cosas que más tarde en nuestras vidas aprendemos a no hacer. Descubre cosas, pone a prueba los límites, ayuda a la gente, pero también roba, viola o incluso asesina. Y son preciosos, por supuesto. Los niños son como gatitos, es difícil quitarles los ojos de encima”.
The PhD student under fire for publishing a research article on masturbating to cartoon child sexual abuse material had previously published disturbing magazines focused on eroticizing teen boys.
— REDUXX (@ReduxxMag) August 11, 2022
"… teenage boys aren’t children, but are in fact sexual."https://t.co/ltKEs7AJdz
La revista Destroyer, de Andersson, recibió los elogios de un académico a favor de la pederastia (artículo en español), Jacob Breslow, que dimitió de su puesto de profesor asociado en la London School of Economics a finales de 2022. Breslow, que fue miembro del consejo de administración de la organización transactivista Mermaids, con sede en el Reino Unido, que aboga por detener la pubertad infantil, describió a Destroyer como “una revista dedicada a la belleza del niño” y aprobó la “crítica (más o menos) académica y la apreciación estética de la niñez masculina, la perversión y la comunidad LGBT” de Andersson.
Es de destacar la intervención de Breslow en una conferencia organizada por la organización de defensa de la pedofilia B4U-Act, en un intento de presionar a la Asociación Estadounidense de Psiquiatría para que modificara la definición diagnóstica de la pederastia con el fin de “reducir el estigma” contra las “personas atraídas por menores” (MAP).
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