Un diputado travesti alemán que se dice trans pide que se procese y encarcele a los progenitores que no cumplan con la “transición de género” de sus hijos e hijas. Markus “Tessa” Ganserer, que representa al Partido Verde como “mujer”, se dirigió recientemente a la comunidad queer y también prometió que se prohibirían completamente “tratamientos de conversión” no especificados.
Contraviniendo todas las advertencias de los terapeutas, el gobierno federal alemán aprobó en 2020 una ley que prohíbe las terapias de conversión e incluyó dentro de la legislación el concepto de “identidad de género”.
“Esta ley se aplica a todos los tratamientos realizados en seres humanos que tengan como objetivo cambiar o suprimir la orientación sexual o la identidad de género autopercibida”. La infracción se castiga con hasta un año de prisión o una multa.
Hasta ahora, los progenitores estaban exentos de ser procesados en virtud de esta ley, siempre que no violaran gravemente su deber de cuidado, pero los transactivistas están presionando al gobierno para que elimine esa excepción, de modo que los progenitores puedan ser castigados si intentan proteger a su hijo o hija de la “transición” social o médica, que puede implicar la prescripción de medicamentos para detener la pubertad o cirugías.
Ya en 2020, “la ley establecía de facto que todos los terapeutas tienen ahora que tratar ‘transafirmativamente'”, explica el psiquiatra infantil y de adolescentes Alexander Korte en Emma Magazine. También sabe de muchos terapeutas infantiles y de adolescentes que ya se han retirado de la profesión, pues temen ser acusados y procesados por hacer terapia de conversión si no afirman la identidad de género autopercibida de sus jóvenes pacientes.
Alemania también aprobó recientemente una de las Leyes de Autodeterminación (SBGG) de mayor alcance del mundo, que entrará en vigor en noviembre. La ley, que fue abrumadoramente criticada por los defensores de los derechos de las mujeres, estableció la “identidad de género” como característica protegida y permite a los progenitores cambiar el marcador de sexo en los documentos de sus hijos e hijas desde el momento mismo de su nacimiento (artículo en español). La SBGG también establece la posibilidad de que se multe a los ciudadanos con hasta 10.000 euros (unos 10.800 dólares estadounidenses) por revelar el nombre de pila y el sexo de nacimiento de una persona sin su permiso, una acción a la que los transactivistas se oponen firmemente y a la que se refieren como “deadnaming” (“nombre muerto”).
Alemania ha aprobado una nueva ley que permitirá a los progenitores "transicionar" a sus bebés al nacer.
— REDUXX (Español) (@ReduxxMagEs) April 23, 2024
La Ley de Autodeterminación también multa con 10.000 euros al que revele el sexo biológico o el "nombre muerto" de una persona que se dice trans.https://t.co/vXAXQb5rvj
Pero Ganserer, que fue padre de dos vástagos antes de declararse “mujer”, había expresado fuertes críticas a la SBGG, afirmando que no va lo suficientemente lejos como para castigar a los acusados de “transfobia”.
Ganserer también ha dicho que no está satisfecho con un apartado del proyecto de ley que requiere que los progenitores den su consentimiento para cambiar el sexo legal de sus vástagos en los documentos de identidad. En su opinión, se debería permitir que los y las menores modifiquen su sexo legal a partir de los 14 años, sin el consentimiento de sus progenitores.
Ganserer es conocido por su controvertida imagen pública, y suscita a menudo la indignación de sus críticos por su comportamiento exhibicionista. Ha sido criticado por la vestimenta que eligió para hablar en el Bundestag alemán, un “picardías” negro de encaje transparente. También ha sido fotografiado desnudo en una sauna de mujeres con la peluca puesta, y ha afirmado que el pene no es un órgano sexual masculino.
Ich war superhappy darüber, bei ihnen zu Gast sein zu dürfen.
— Tessa Ganserer 🏳️⚧️🌈 (@GansGruen) June 7, 2022
In der Folge reden wir über Transmisogynie: https://t.co/rphWtqRa1z
Die US-Soziologin Amy L. Stone untersuchte Kampagnen der religiösen Rechten von 1974-2013.
In den 1970er-90ern konzentrierten sich die Kampagnen… pic.twitter.com/1dvgI9dQA9
Cuando hacía campaña para conseguir un puesto en el Bundestag como miembro del Partido Verde, Ganserer contó a Buzzfeed que le robaba la ropa a su mujer y que se sintió “como un crío” al descubrirse en el espejo por primera vez antes de comenzar a reclamar una identidad trans. Cuando Ganserer, cuyo nombre de nacimiento es Markus, fue finalmente elegido diputado al parlamento alemán en septiembre de 2021, ocupó un escaño que estaba reservado para la representación política femenina.
El último impulso de Ganserer para que los progenitores sean procesados por no “validar” la identidad de género de sus hijos e hijas hace referencia a un acuerdo informal de 2021 del gobierno federal alemán para eliminar la exención de procesamiento para los progenitores. Debido a que el país celebra elecciones el próximo año, los transactivistas han estado presionando al gobierno para que consagre el acuerdo como ley.
Como resultado, varias organizaciones políticas “queer” han presentado un documento de demanda al gobierno citando una encuesta en línea que afirma que los progenitores son responsables de la mayoría de los “tratamientos de conversión”. La encuesta, que no se ha hecho pública, clasificaba una amplia gama de comportamientos como intentos de “terapia de conversión”, incluidas las recomendaciones de padres y madres de que sus vástagos participen en actividades codificadas como masculinas o femeninas.
La feminista y activista por los derechos de las mujeres Rona Duwe ha solicitado la encuesta en línea completa con cuestionarios, escenarios de estudio, participantes, metodología de evaluación, cifras y datos al Centro Federal de Educación para la Salud basándose en la Ley de Libertad de Información. Sin embargo, se ha protegido su publicación, alegando los autores derechos de autor y de primera publicación.
A pesar de las dudas sobre la validez de la encuesta, políticos como Jürgen Lenders, del FDP (Partido de los Demócratas Libres), ya están pidiendo que se cambien las leyes actuales. Lenders ha sugerido que se establezcan “puntos de denuncia” donde los y las menores puedan presentar quejas contra sus propios progenitores o exigir que se le retire el estatus de organización benéfica sin fines de lucro a aquella que no valide su identidad de género.
Una de las organizaciones que han respaldado el llamado documento de demanda es la Fundación Federal Magnus Hirschfeld. Helmut Metzner, director general de la fundación, se refirió a la encuesta en línea como prueba de que los progenitores deben ser considerados legalmente responsables por no validar la identidad de género elegida por sus hijos e hijas.
“Los estudios actuales muestran claramente que los tratamientos de conversión siguen representando un problema relevante en Alemania. El Gobierno federal debe cumplir su promesa (…) antes de las próximas elecciones federales. (…) Los tratamientos de conversión son dañinos y deben prohibirse de una vez por todas en la sociedad”, afirmó Metzner.
Otro de los cofirmantes es el proyecto juvenil Lambda, financiado por el estado, que, como ya reveló Reduxx, promueve el “juego de la edad”, el fetichismo de pañales y el BDSM en una publicación co-diseñada por menores (artículo en español).
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