Un grupo de mujeres críticas con la ideología de género fueron agredidas físicamente en Portland por transactivistas enmascarados asociados a Antifa, lo que provocó que varias mujeres tuvieran que ser llevadas al hospital. También se amenazó de muerte a líderes y miembros de la sección estadounidense de Women’s Declaration International (Declaración Internacional de la Mujer, WDI), cuyo objetivo es proteger “los derechos de las mujeres y las niñas basados en el sexo”, a las que llamaron “fascistas”, les rociaron los ojos con gas lacrimógeno y les rajaron las ruedas del coche en mitad de la noche.
El 19 de noviembre, WDI planeó un evento en la sucursal de Hollywood de la Biblioteca del Condado de Multnomah, pero canceló apresuradamente los planes por motivos de seguridad. En declaraciones a Reduxx, la presidenta de WDI USA y escritora, Kara Dansky, explicó que el objetivo del evento era “mantener una conversación sobre la importancia de proteger a las mujeres y a la infancia en la sociedad” y expresar su preocupación por la ideología de género.
“En los días previos al evento, estuvimos en contacto con el servicio de seguridad sobre cómo garantizar nuestra protección, la del personal de la biblioteca y la de las invitadas. Horas antes de la celebración del acto, nos informaron que la seguridad del condado no podría garantizar nuestra protección”, dijo Dansky.
Death threats to women scrawled with kids' markers… on brand for #trantifa.#WDIPortland#WomenWillSpeak pic.twitter.com/FIwewcmeRa
— WDI.USA (@WDI_USA) November 19, 2023
Las miembros de WDI decidieron entonces llevar su manifestación a la calle y se instalaron en una acera cerca de la biblioteca.
“Decidimos llevar nuestro mensaje directamente al público. Nos plantamos en una acera, con una pancarta que decía ‘Mujer = hembra humana adulta’. En cuestión de minutos, una turba de hombres violentos comenzó a gritarnos que éramos fascistas, y luego se acercó a nosotras”, dijo Dansky.
El pequeño grupo de aproximadamente diez mujeres fue ampliamente superado en número, y Dansky estimó que había entre 30 y 50 transactivistas con las caras tapadas con máscaras negras.
“Empezaron a tirarnos cosas, latas llenas de líquido que caían y nos salpicaban por todas partes. A mí se me acercó alguien y me roció algo en la cara. El impacto me dolió físicamente en los ojos y lo que roció me manchó la cara y la ropa, pero no me lastimó”, explicó Dansky.
“A otras mujeres las trataron mucho más brutalmente que a mí. A varias mujeres de nuestro grupo las rociaron directamente en la cara con gas lacrimógeno, causándoles ceguera inmediata y temporal, y un dolor insoportable. Los hombres golpearon a varias de nuestro grupo, las empujaron al suelo y las patearon repetidamente mientras estaban tiradas en el suelo. Cuatro mujeres tuvieron que ir al hospital para ser atendidas de sus heridas”, agregó.
Unfortunately there is not much video. The attackers deliberately targeted our phones and cameras.
— WDI.USA (@WDI_USA) November 20, 2023
This is from immediately after, when some of the women who had been pepper sprayed went into a grocery store to rinse their eyes in the restroom. pic.twitter.com/eQfx284mI8
“Parecía que se dirigían específicamente a las que estábamos filmando”, dijo Sam Berg. “Me dieron un puñetazo en la cara. Cuando me caí, me dieron una patada en la cadera. Inmediatamente fueron a por la cámara y también me robaron el teléfono. Fue aterrador. Las mujeres no nos merecemos esto. Los hombres no tienen derecho a hacer esto. Esto tiene que parar”.
Berg fue una de las tres mujeres que se ataron una cámara al cuerpo para grabar a las oradoras del evento. Los transactivistas robaron las cámaras GoPro de dos de las mujeres que grababan y los teléfonos de al menos cuatro mujeres. Hasta el momento no se ha recuperado ninguna de las pertenencias.
Una de las mujeres a las que los transactivistas rociaron los ojos con gas lacrimógeno describió haber presenciado cómo los hombres agredían a una anciana que pasaba por allí.
“Vi un líquido amarillo-anaranjado y supe de inmediato lo que era, así que cerré los ojos. Me rociaron el ojo derecho con gas pimienta, me ardía”, dijo Cass. “Mientras intentaba darme la vuelta, sentí que alguien me empujaba o me daba un puñetazo en la cara. Me caí, se me rompieron las gafas. Cuando me alejaba, vi a una anciana de unos 70 años que no tenía nada que ver caminando junto a nosotras. La empujaron o le tiraron algo y se cayó”.
Not only did the men pepper spray and knock Cass down, breaking her glasses, they also attacked an elderly female passerby who had nothing to do with WDI USA's event: pic.twitter.com/GiDIfqRAS2
— WDI.USA (@WDI_USA) November 19, 2023
Otra mujer a la que rociaron con gas pimienta, Linda, dijo que “sólo uno o dos” testigos de la agresión intentaron intervenir en su favor.
“No me di cuenta de lo cegada que me iba a quedar, y con tanto dolor. Doblamos la esquina y empezaron a atacar a todo el mundo. Yo estaba al lado de Lierre, y también la cegaron, y comenzaron a golpearla y golpearla”, dijo, refiriéndose a Lierre Keith, fundadora del grupo de defensa de las mujeres de base Frente de Liberación de la Mujer (WOLF).
“Estas valientes mujeres se quedaron allí de pie con calma y dejaron que estas personas las atacaran. Solo uno o dos transeúntes trataron de ayudarnos”, dijo Linda, incrédula.
“Mientras nos agredían, varias mujeres llamaron al 911. Nadie en el Departamento de Policía de Portland respondió a estas llamadas, que denunciaban incidentes activos de asalto, agresión y robo”, dijo Dansky a Reduxx.
Después de que las activistas por los derechos de las mujeres regresaron a su Air Bnb, intentaron nuevamente ponerse en contacto con la policía, que por fin envió agentes a donde estaban. Hicieron una denuncia del ataque y los robos, pero los agentes les dijeron que la política oficial del departamento es “no involucrarse” en conflictos grupales “a menos que haya una amenaza inmediata para la vida”.
"I was blinded and in a lot of pain…They kept hitting her [Lierre] and hitting her." pic.twitter.com/cQfycSitzB
— WDI.USA (@WDI_USA) November 19, 2023
La preocupación por la seguridad que motivó la decisión de abandonar la biblioteca como lugar de reunión fue el resultado de un publicitado plan coordinado por transactivistas afiliados al grupo político Antifa, promovido en las redes sociales. Los transactivistas habían estado amenazando con arrojar a las mujeres tartas y zumo de tomate, en referencia a un ejemplo de turba volátil (artículo en español) ocurrido a principios de este año en Nueva Zelanda, en el que la activista por los derechos de las mujeres Kellie Jay-Keen fue atacada con ese líquido.
“Los intolerantes anti-trans y el grupo de odio Women’s Declaration International (WDI) vendrán a la ciudad este 19 de noviembre. Guarda la fecha para darles la bienvenida que se merecen”, escribió el artista propagandista de Antifa “No Bonzo”.
“Llegamos… y la mujer a cargo de la seguridad dijo que no podía mantenernos a salvo, que eran demasiados y que buscaban violencia”, dijo Lierre Keith en un video compartido por WDI.
“Nos dijeron que estaban preocupados por el personal de la biblioteca. No podían mantenerlos a salvo. No queríamos ponerlos en peligro porque desde luego no habían firmado para esto”, dijo Keith.
“Así que nuestra decisión fue salir a la calle, cerca de la biblioteca y dar nuestros discursos, porque tenemos derechos de primera enmienda”.
El Director de Seguridad Laboral del condado de Multnomah también les había informado que un terapeuta había presentado un informe sobre una amenaza de muerte por parte de un paciente. Según el informe, el paciente había declarado: “Voy a ir al acto y llevaré mi pistola y si alguien se mete conmigo la usaré”. El terapeuta tenía la obligación legal de comunicar esta información y así lo hizo.
Escalofriantemente, las mujeres, que habían alquilado alojamiento juntas, se despertaron el domingo por la mañana y descubrieron que les habían rajado las ruedas durante la noche. También descubrieron que se habían pegado en la vía pública octavillas con fotos que hacían referencia a algunas de las mujeres más conocidas, llamándolas “intolerantes anti-trans”.
“La Declaración de WDI sobre los Derechos de las Mujeres Basados en el Sexo pide la eliminación de las personas trans, los derechos trans y la atención médica trans, atacando específicamente a las mujeres trans con mayor dureza. En este trabajo se han aliado con la extrema derecha y los grupos fundamentalistas internacionales responsables del fin de Roe V. Wade“, reza uno de los carteles.
Además, Rose City Antifa (RCA), que ha publicado múltiples campañas de desprestigio sobre WDI en su página web, reveló que había intentado descubrir por todos los medios dónde se alojarían las mujeres.
“Gracias al trabajo de varios miembros anónimos de la comunidad que se infiltraron en el proceso de planificación de eventos de WDI-USA, RCA ha obtenido una lista de asistentes y organizadoras, que incluye tanto a miembros de WoLF como de WDI-USA, entre las que destaca Lierre Keith, miembro fundadora de WoLF y presidenta de su junta, y una intolerante transmisógina muy conocida”, se lee en la publicación del blog de RCA.
“En los materiales de planificación filtrados para el próximo evento de Portland, las organizadoras de WDI-USA y WoLF admiten abiertamente que el objetivo declarado del evento, ‘proteger a las mujeres y a la infancia’, fue elegido deliberadamente para enmascarar su agenda anti-trans. Con el fin de mantener esta ilusión de activismo feminista respetable y amable, las principales organizadoras de WDI-USA han dicho repetidamente a los posibles asistentes que deberían incluso evitar el uso de palabras como ‘trans’ en el evento de Portland”.
En su intento de retratar a la presidenta de WDI, Dansky, como “anti-trans”, RCA señala un intercambio de correos electrónicos entre ella y un periodista llamado Brandon Showalter, de ideas políticas conservadoras. El correo electrónico formaba parte de un engaño orquestado por la primera persona en los Estados Unidos reconocida legalmente como ‘no binaria’, que afirma que fingió oponerse a la ideología de identidad de género para forjar conexiones con políticos. Elisa Rae Shupe, de 59 años, antes James Clifford Shupe, ha escrito con todo lujo de detalles sobre los fetiches sexuales que motivaron su “identidad de género”.
Outside the Hollywood Library in Portland NOW: pic.twitter.com/CoLkuRAj0O
— WDI.USA (@WDI_USA) November 19, 2023
La violencia de ayer se suma a una larga serie de ataques contra mujeres que critican la ideología de género.
El año pasado, la activista británica por los derechos de las mujeres Kellie-Jay Keen realizó una gira por Estados Unidos de eventos a favor de la libertad de expresión de las mujeres que fue blanco de múltiples incidentes de violencia y disturbios por parte de Antifa.
La aparición de Keen en Portland, Oregon, tuvo que ser cancelada el 25 de octubre tras recibir amenazas de muerte creíbles. A pesar de la ausencia de Keen, un pequeño grupo de mujeres llevó a cabo una manifestación no oficial en el lugar del evento como acto de resistencia.
Mientras las mujeres hablaban, varios hombres enmascarados se abalanzaron sobre ellas y les arrojaron tartas de nata.
Del mismo modo, el 26 de octubre, el evento celebrado en Tacoma, Washington, fue rápidamente frustrado por transactivistas violentos y Antifa. Se registraron múltiples altercados físicos (artículo en español), y algunos transactivistas aparecieron con nudillos de metal e intentaron tirar a las oradoras al suelo durante sus discursos.
Al menos nueve personas fueron detenidas en la ciudad de Nueva York (artículo en español) durante las protestas que estallaron contra la última parada de la gira de Keen por Estados Unidos. Al igual que en Portland, Keen no pudo asistir al evento al no poder llegar al podio de oradores de manera segura debido a la agresividad de los contramanifestantes.
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