Una empresa estadounidense de videojuegos ha despedido a su community manager tras lo que algunos califican de una “caza de brujas” ideológica dirigida por un hombre transidentificado y fan de My Little Pony.
El 6 de enero, Limited Run Games, un distribuidor especializado en videojuegos, anunció que había despedido a una empleada tras la “investigación” de un caso aparentemente relacionado con la diversidad y la inclusión.
Si bien el anuncio, publicado en la cuenta de Twitter de la compañía, no especificaba qué empleada había sido despedida ni ofrecía detalles concretos, los internautas no tardaron mucho en averiguar quién había sido objeto del tweet.
Al parecer, Kara Lynne, la ahora ex community manager de Limited Run, fue despedida tras las quejas en Twitter de un transactivista que había analizado exhaustivamente el historial de Lynne en las redes sociales.
Jonathan “Jessica” Blank, un hombre transidentificado más conocido en la comunidad de fans de My Little Pony como Purple Tinker, publicó un hilo en Twitter el 6 de enero acusando a Lynne de “transfobia” y etiquetando Limited Run Games en un aparente intento de castigarla.
Las supuestas infracciones que Blank presentó contra Lynne incluían que seguía la popular cuenta conservadora de redes sociales Libs of TikTok, y que había publicado un tweet expresando su oposición a las leyes de autoidentificación en 2016.
Otros supuestos ejemplos de transfobia consistían en que Lynne había expresado su apoyo al próximo videojuego Hogwarts Legacy.
Blank también publicó una captura de pantalla que mostraba que anulaba la compra de juegos por valor de 1,200 dólares que había pedido por adelantado a través de Limited Run.
Menos de 24 horas después de la publicación del hilo de Blank, Limited Run Games hizo público un comunicado en el que anunciaba el despido de una empleada. Blank publicó ese mismo día una actualización de su hilo, anunciando entusiasmado que Lynne había sido despedida de su trabajo.
La noticia del incidente comenzó a difundirse rápidamente en las redes sociales, y muchos gamers expresaron su decepción e indignación con Limited Run Games por sucumbir a lo que muchos percibían como una “caza de brujas”.
Miles de usuarios de Twitter se apresuraron a expresar su opinión bajo el anuncio del 6 de enero sobre la decisión de la compañía de despedir a Lynne. En el momento de escribir este artículo, la publicación de Limited Run Games tenía más de 3,800 respuestas abrumadoramente negativas. La compañía ha desactivado los comentarios en Twitter para restringir las respuestas.
“No gastaré un céntimo en vuestros productos. Despedisteis a una empleada porque alguien perteneciente a un pequeño porcentaje de la población se ofendió. Esa no fue una decisión comercial inteligente. Os vais cuesta abajo y sin frenos”, escribió un usuario.
“Inclusivo, una mierda. Estáis sirviendo a una agenda muy específica, y habéis despedido a alguien por ello. Nunca volveré a compraros nada”, dijo otro, expresando una opinión recurrente en las respuestas de muchos ex clientes de Limited Run.
“Gracias por hacerme saber que vuestra empresa no tiene agallas y que no debería gastar un solo céntimo con vosotros. Podríais no haber dicho NADA, pero no, decidisteis complacer a unos bichos raros random que intentan cancelar a la gente”, dijo el jugador Juno Maxwell.
Muchos defensores de los derechos de las mujeres expresaron su apoyo a las opiniones de Lynne sobre la ideología de género y advirtieron a Limited Run Games que no penalizara a Lynne por su libertad de expresión.
“Aparte de las mujeres que no creen en la mitología de que una persona puede cambiar de sexo, que es una creencia legalmente protegida. Estáis pisando un terreno jurídico dudoso”, advirtió la usuaria Antonia Frances.
Jonathan Blank, el hombre transidentificado responsable de lanzar la campaña que provocó el despido de Lynne, ha desactivado su cuenta de Twitter desde que comenzaron a acumularse las críticas en su contra.
Parece ser que Blank, fundador de la convención de My Little Pony Bronycon, es conocido en su comunidad por dirigir el odio y el abuso hacia los demás, y algunos antiguos amigos de Blank incluso han comenzado a mantener listas de presuntas transgresiones abusivas, intolerantes o perturbadoras que ha cometido.
A pesar de la reciente campaña de Blank contra Lynne por “transfobia”, Blank ha sido acusado de infracciones graves por algunos dentro del fandom de My Little Pony. Las acusaciones incluyen racismo, sexismo, acoso y doxing.
Blank ha sido acusado incluso de transfobia, y en 2013 pidió disculpas por amenazar con “sacar del armario” a una persona trans que le caía mal.
Otras publicaciones que recibieron reacciones negativas incluyen comentarios realizados por Blank en 2014 en Tumblr en los que parecía cuestionar la “legitimidad” del estupro “como concepto”, y otros comentarios que hizo por la misma época defendiendo el exponer a los menores a la pornografía.
En 2014, Blank se jactó de haber codificado la redirección de una dirección IP específica que creía que pertenecía a una persona que visitaba su sitio web por motivos “odiadores”. En lugar de acceder a su sitio web, el desprevenido visitante era redirigido a páginas que contenían fantasías de violación de My Little Pony, pornografía hardcore y el sitio web de la North American Man-Boy Love Association, una asociación pro-pedofilia.
En 2020, Blank publicó una disculpa en PDF dirigida a varias personas dentro del fandom de My Little Pony por repetidos incidentes de ciberacoso y bullying. En el comunicado, Blank admite haber “intimidado, abusado y manipulado” a varias personas.
“Soy, y siempre he sido, quizás el peor bully de Internet de este fandom. Josh [Dean] dio en el clavo”, escribió Blank. “Me ha llamado la atención, y con razón. Tengo dentro de mí una ira monstruosa e indiscriminada, y cuando sale me convierto en una pesadilla”.
No está claro en este momento si Limited Run Games dará marcha atrás en su decisión de despedir a Lynne ante la abrumadora reacción negativa, o si Lynne emprenderá alguna acción legal contra sus antiguos empleadores.
Este no es el primer caso de una mujer que pierde su trabajo por sus opiniones sobre la ideología de género.
En el Reino Unido, una defensora de los derechos de las mujeres llevó a sus antiguos empleadores ante un tribunal después de que se negaran a renovarle el contrato debido a los comentarios que había hecho sobre la realidad del sexo biológico. Maya Forstater, que trabajaba como investigadora invitada en el Centro para el Desarrollo Global (CGD), fue “directamente discriminada y victimizada” por sus opiniones cuando CGD no le renovó el contrato basándose en sus creencias protegidas.
A principios de esta semana, Reduxx informó que las empleadas de transporte del Distrito Regional de Transporte de Denver temían por sus trabajos después de que su empleador reprimiera sus críticas a un colega varón transidentificado. A las mujeres se les dijo que serían despedidas si continuaban expresando inquietudes sobre un miembro masculino del personal que había recientemente “hecho la transición” y comenzado a usar baños, taquillas y duchas de mujeres.
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