Un skater profesional que se identifica como trans de Brasil ha contratado a un abogado después de ser acusado de abusar emocional y físicamente de al menos tres mujeres. Las presuntas víctimas piden a la Confederación Brasileña de Skateboarding que retire de ese deporte a Luiza Marchiori, antes conocido como Luiz Neto.
Marchiori, de 30 años, se declaró transgénero en 2023 en un comunicado que sorprendió a muchos aficionados al skateboarding profesional, ya que llevaba casi dos décadas compitiendo como hombre. En la categoría masculina, Marchiori había conseguido dos títulos de campeón de Brasil. Tras el comunicado, Marchiori fue aclamado como el primer skater profesional transgénero de Brasil.
En una entrevista que concedió a UOL, afirmó haber comenzado la terapia de reemplazo hormonal a finales de 2022, después de luchar con su identidad de género en privado durante años. La mayor parte de la entrevista va de Marchiori insistiendo en que se había “debilitado” por el estrógeno.
“Mi endocrinólogo me había advertido que perdería fuerza, pero no me lo creí”, dijo. “La gente dice que la mujer trans tiene mucha más fuerza que la mujer cis, y yo también lo pensaba”. Marchiori continúa refiriéndose a una prueba de skateboarding en la que había competido después de haber comenzado a tomar hormonas de sexo cruzado en la que obtuvo malos resultados. “Fue cuando comprendí… que mi cuerpo estaba cambiando. Es mi cuerpo convirtiéndose en un cuerpo de mujer”.
Después de la “transición”, Marchiori también salió del armario como “pansexual”. Había tenido una relación con una mujer antes de declarar una identidad transgénero, y afirmó que la relación pasó de ser una unión heterosexual a una homosexual.
“Fue difícil al principio, porque era una chica que no se sentía atraída por otras mujeres, era una mujer heterosexual. Y eso me causó inseguridad. A ella le gustaba con cuerpo masculino y no se sentía atraída por mi cuerpo femenino. Pero con el paso del tiempo, cuando las cosas cambiaron… Creo que empezó a mirarme de otra manera, con otros ojos”, dijo.
El artículo de UOL señala que Marchiori estaría autorizado a competir profesionalmente con skaters de sexo femenino en abril de 2024.
Aunque no se sabe con certeza cuándo Marchiori comenzó a competir oficialmente con mujeres, estuvo presente en el Itacoatiara Pro en junio, donde se hizo con un premio femenino. La mayoría de las competidoras de Marchiori eran niñas, y al parecer se llevó el premio que debiera haber ganado una niña de 10 años.
Después de la competición, un padre expresó en Instagram su conmoción e indignación por la presencia de Marchiori en esa categoría.
“Soy padre de una atleta y mi hija participó el fin de semana en el Itacoatiara Pro y, para mi sorpresa, estaba compitiendo contra Lu Neto”, escribió Guilherme Alano, propietario de Precast Skateparks. “Ver a mi hija de 12 años competir contra un atleta que había participado durante más de 20 años como hombre fue un poco extraño. Incluso si toma hormonas, su memoria [muscular] como atleta no se borrará”.
El mismo mes en que Marchiori comenzó a competir con mujeres, empezaron a surgir acusaciones de que había abusado de sus ex parejas.
El 17 de junio, García Rodrigues, un skater profesional, publicó un video en apoyo a las víctimas, en el que afirmaba estar al tanto de las pruebas contra Marchiori y lo acusaba de tratar de encubrir sus fechorías pasadas. En el video, Rodrigues reproducía una grabación de audio de una de las presuntas víctimas en la que se enfrentaba a Marchiori por los abusos que había sufrido por parte de él.
“Nunca respetó la opinión de las mujeres ni mostró arrepentimiento por nada que hizo. Sólo quería ocupar el espacio por imposición y amenazó a cada una de ellas”, escribió Rodrigues en el pie de foto del vídeo. “Espero que las entidades que representan al skateboarding femenino y al skateboarding brasileño apoyen plenamente a las víctimas y que se haga justicia”.
En los comentarios del vídeo de Rodrigues, algunas de las presuntas víctimas de Marchiori publicaron sus declaraciones contra él.
Una mujer, Gabbri Beiro, confirmó que ella era una de las denunciantes.
“Soy la exnovia de Luiz Neto y sufrí agresiones físicas y psicológicas [por parte de él]. No sólo yo, estoy en un grupo de WhatsApp con varias exnovias suyas que también han sufrido agresiones. Estaba celoso de mi perro, de mi padre, de mis hermanos… No podía tener amigos. Me amenazó con romperme el teléfono en la cara y quería que tirara toda mi ropa y me vistiera de hombre”.
Beiro continúa afirmando que “Luiz no merece respeto y debe estar en la cárcel”. Añade que había estado reuniendo pruebas de sus otras víctimas, incluidas fotos de lesiones físicas, y que lo había llevado todo a la policía.
Otra de las presuntas víctimas de Marchiori también habló a través de Rodrigues y pidió a la Confederación Brasileña de Skateboarding que investigara a Marchiori.
“No nos van a callar. Somos víctimas, no culpables. [Él] se victimiza a sí mismo y dice que no lo ‘aceptamos’ porque [es] trans, pero no se trata de eso”, escribió Isabella Menezes, skater profesional. “Se trata de que es una persona tóxica para todos las que han sufrido abuso y acoso a manos de él. No estamos haciendo nada malo, sólo sacamos a la luz todo lo que hemos estado guardando desde hace mucho tiempo. Se debería hacer justicia y la Confederación Brasileña de Skateboarding debería pronunciarse”.
Una tercera denunciante, la influencer Beatriz Miguel, sumó su voz al coro de acusaciones, relatando abusos similares a los que Beiro había articulado.
“Salí con Luiz durante casi dos años. Me fui a vivir con él a finales de 2019. Empezó a cotillear sobre mis amigos, diciendo que eran una mala influencia [para mí] porque bebían. A veces enviaba mensajes a mis ex para preguntarles en detalle qué había hecho con ellos, porque ya no me permitía hacerlo [con él]. Ya no podía ver las películas y los programas que veía antes. No podía comer sushi porque había comido sushi con mi ex… Tenía que dormir en la cama de una forma en la que no dormía con los demás, y si él se despertaba y yo estaba en otra posición, se enfadaba conmigo y me decía que me acostara en el borde de la cama”, escribió Miguel, y agregó que Marchiori la había aislado sistemáticamente de todas las personas en su vida.
“Al final, había perdido el contacto con todo el mundo. Borró mis redes sociales, cambió mi número, cogió mi teléfono y lo bloqueó con una contraseña. Solo podía usarlo a veces para responder a las llamadas de mis padres”.
Miguel detalla que Marchiori había tomado un control particular sobre su vestuario y, al igual que con Beiro, la había obligado a vestirse con ropa masculina.
“Tiró mi armario, solo podía usar su ropa y su ropa interior. No me dejaba afeitarme, sólo a veces si se lo pedía. No podía usar maquillaje. No podía hablar mucho con sus amigos. Y me agredía, me dejó toda morada. Una vez, cuando nos peleamos, traté de escapar, pero él me atrapó y me encerró en una habitación. Empezó a ponerse de pie en [mi pecho], privándome de aire. Me apretaba el cuello hasta casi asfixiarme y muchas otras cosas. Dos años y mucho maltrato psicológico y físico”, concluyó Miguel.
Más allá de los testimonios que las víctimas contribuyeron, la publicación de Rodrigues atrajo miles de “me gusta” y cientos de comentarios, la mayoría de los cuales expresaron indignación por las revelaciones. Muchos también señalaron que las estrictas protecciones de identidad de género de Brasil, que prohíben ciertas expresiones llamándolas “malgenerizar”, dificultaban criticar, condenar o exponer a Marchiori adecuadamente.
En 2019, el Supremo Tribunal Federal de Brasil dictaminó que la discriminación contra la “comunidad LGBTQ” constituía un delito penal y caía bajo las protecciones existentes basadas en la raza como una forma de “racismo social“. Desde entonces, varias mujeres han sido investigadas penalmente por referirse a hombres que se dicen trans como “hombres”.
Rodrigues continuó su video del 17 de junio con otro al día siguiente, en el que calificó a Marchiori de “psicópata”. Pidió justicia para las víctimas y alentó a otros a tomar una posición contra la violencia contra las mujeres.
El 19 de junio, apenas 24 horas después de la publicación del segundo video de Rodrigues, Marchiori publicó una declaración de su abogado en Instagram.
“Luiza es víctima de transfobia. No hay pruebas capaces de incriminar a Luiza y quien acusa debe probarlo y, si no lo prueba, es responsable de los delitos de calumnia, difamación e insulto transfóbico”, rezaba el comunicado, refiriéndose a la ley de 2019 que penaliza la transfobia. Continuó diciendo que se estaban emprendiendo acciones legales contra Rodrigues, Beiro y Menezes, junto con cualquier otra persona que hubiera alegado que Marchiori era un abusador.
Menos de una semana después, las víctimas contrataron a su propio abogado y se publicó un aviso de prensa en sus cuentas de Instagram. La declaración, del bufete de abogados Bruna Brigoni, contiene la impactante acusación de que algunas de las víctimas de Marchiori eran menores de edad en el momento de sus abusos.
En el pie de foto de la publicación que Rodrigues hizo del comunicado de prensa, escribió: “Todas las víctimas tienen una cosa en común: ¡DERECHOS!”.
La investigación sobre las acusaciones contra Marchiori sigue su curso.
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