Feminista Brasileña enfrenta hasta 25 años de cárcel por describir a político trans como “hombre”

Una activista feminista brasileña enfrenta hasta 25 años de cárcel luego de haber sido acusada de catalogar a un político transgénero como “hombre”. La demandada aspira que este caso logre mostrar al mundo el verdadero impacto de la ideología de género sobre los derechos de las mujeres.

Isabela Cêpa, también conocida por su nombre de usuaria en las redes sociales FEMINISA, es una influencer feminista conocida en Brasil por su concientización del público acerca de los temas de violencia sexual y doméstica. Ella habló exclusivamente para Reduxx sobre lo que  describe como cargos penales “inconstitucionales” que el Estado presentó en su contra en nombre de un político masculino identificado como trans: Erika Hilton del Partido Socialismo y Libertad.

Erika [Filipe] Hilton

Hilton resultó elegido para el gobierno municipal de São Paolo en noviembre del 2020, ganando su escaño de forma aplastante, lo que le dio el título de la “mujer” más votada de Brasil.

En el momento de su victoria electoral, Hilton fue aplaudido por los medios internacionales como un “triunfo simbólico” para las personas transgénero. Hilton estuvo entre los 10 candidatos más votados en todo Brasil y fue presentado como la “única mujer” en la lista.

La abrumadora cobertura de su victoria fue lo que lo visibilizó en el radar de Cêpa.

“En ese momento ni siquiera sabía quién era esta persona. Acababa de ver un titular en una página de Instagram que celebraba que ‘la mujer más votada en São Paulo es una mujer trans’”, dijo al contar cómo comenzó su calvario. “Luego, compartí un video con mis seguidores diciendo que me decepcionó escuchar que la mujer más votada en São Paulo –después supe que lo fue en todo el país– era un hombre”.

Cêpa dice que salió de su casa para ir de compras, y cuando regresó, se desató una verdadera tormenta de indignación, que rápidamente se salió de control.

“Cuando llegué a casa, ya estaba siendo atacada por miles de personas”, explicó, afirmando que Suyanne Ynaya, editora de la franquicia brasileña de la revista ELLE y amiga personal de Erika Hilton, había publicado su video de Instagram en Twitter, reprendiéndola por describir a Hilton como un “hombre”.

Pero el ataque de Ynaya no terminó ahí. La editora de ELLE también acusó a Cêpa de presentar un informe falso de agresión sexual contra un hombre afrodescendiente en un intento de pintarla como racista.

“Esto es algo que simplemente nunca sucedió. Nunca he denunciado a un hombre negro por nada en absoluto. Así que la gente comenzó a difundir el rumor de que no solo soy transfóbica, sino también racista y una mentirosa que se aprovecha del movimiento feminista para presentar informes falsos contra hombres inocentes de color”.

Cêpa le confesó a Reduxx que había sido víctima de una agresión sexual, pero que su violador era caucásico. A pesar de eso, Ynaya siguió difundiendo el rumor de que ella había denunciado a un hombre afrobrasileño, e incluso dejó descalificaciones debajo de los tuits de Cêpa llamándola “repugnante y privilegiada ”.

Traducción [sic]: “Tienes tantas quejas en tu contra, toda persona que habla contigo relata cuantas cosas malas haces por ahí en busca de fama. Eres mentirosa, privilegiada y repugnante. Tu feminismo no llama a mi puerta ni educa a mis hijos. ¡Para que lo sepas!”

En Instagram, Ynaya amenazó varias veces a Cêpa con agresión física, amenazas que ella denunció con la policía, pero que no generaron respuesta alguna de las autoridades.

“No tengo idea de por qué lo hizo… Borró los tuits cuando se dio cuenta de que generarían cargos penales en su contra”, explicó Cêpa, y señaló que algunos sobrevivientes de agresiones sexuales habían comenzado a tener serios problemas con la campaña de Ynaya de deslegitimización del testimonio de agresión sexual de Cêpa. , pero la editora de ELLE respondió que Cêpa no merecía una disculpa porque era transfóbica.

En una grabación de audio proporcionaba por Cêpa a Reduxx para su revisión, se escucha a Ynaya describir a Cêpa como una “racista” con problemas de salud mental y repetir el rumor de que había acusado falsamente a un hombre negro de violación.

“Perdí la cuenta de cuántas amenazas recibí, entre mis perfiles de redes sociales y el correo electrónico”, dijo Cêpa a Reduxx, y agregó que 24 horas después de la campaña de odio iniciada por Ynaya, perdió más de 11,000 seguidores en Instagram, “También cancelaron mi invitación a participar en un podcast donde estaba pautada para hablar sobre la violencia sexual, como sobreviviente. Amenazaron a mis amigos”.

Pero los ataques en las redes sociales tuvieron más que un impacto superficial sobre la vida de Cêpa, también agravaron una situación de violencia doméstica que estaba tratando de sobrellevar.

“Cuando rompí con mi ex-novio después de que el abusó de mi, ellos le proporcionaron un espacio bien cómodo para decir que yo era una falsa acusadora. Las cosas llegaron a tal punto de que no podía salir sin ser grabada, observada o fotografiada por sus seguidores, todas mujeres. Su exnovia, una aliada trans obsesiva, envió información privada sobre la investigación a los medios de comunicación, y después mucha gente en línea comenzó a decir yo era una falsa acusadora”.

La semana pasada La expareja de Cêpa fue condenada por incumplir una orden de alejamiento en su contra, y aún se investigan otros 6 presuntos delitos. Cêpa dijo en una conversación grabada se le escuchó decir que era “demasiado fácil” convencer a los demás de que no había cometido ningún delito contra ella debido a la campaña de activismo trans que se había lanzado para desacreditarla.

Mientras todo esto sucedía, Hilton estaba usando la caída en popularidad de Cêpa como tema de conversación. A principios del 2021, mencionó que planeaba denunciar a 50 personas a la policía, de las cuales Cêpa y su amiga, a quien llamó “mitómana”, eran parte de su lista.

Hilton no denunció a Cêpa a la policía hasta noviembre del 2021 y, en enero, las autoridades se presentaron en el lugar de trabajo de la madre de Cêpa para preguntar por su paradero.

“Apenas recibió el documento me llamó preocupada. En ese momento estaba viajando a otra ciudad y tuve que llamar a la comisaría para que me explicaran de qué se trataba”, recordó Cêpa, describiendo como tuvo que ir a una comisaría local y hablar con un oficial de turno.

“Cuando el oficial me dijo que se trataba del político me reí. No había otra reacción posible… Dije: Sí, yo sí defiendo los derechos de las mujeres en términos biológicos. No hay delito en exponer los hechos”.

Después de hablar con la policía, Cêpa no tendría información sobre la evolución de su caso hasta llegar a junio del 2022, cuando un reportero de un importante periódico brasileño la contactó para pedirle declaraciones sobre un artículo que estaba escribiendo sobre los cargos.

Isabela Cêpa at a Women’s Rights protesT in 2018.

“Me enteré de mis cargos por primera vez el 18 de junio cuando un reportero de Folha me envió un mensaje directo en Instagram pidiendo una declaración, minutos antes de publicar su artículo”, dijo Cêpa, “Esta fue la primera vez que escuche que estaba siendo formalmente acusada de algo”.

Cêpa supo por el artículo de Folha que estaba siendo acusada de 5 cargos de racismo después de que el Ministerio Público revisara sus redes sociales para encontrar otras declaraciones “transfóbicas”.

En el 2019, el Supremo Tribunal Federal de Brasil dictaminó que la discriminación contra la ‘Comunidad LGBTQ’ constituía un delito penal, pero caía dentro de las protecciones existentes basadas en la raza como una tipo de “racismo social”. Esto se desarrolló unos años después de que la Policía Estatal de São Paolo comenzara a incluir a hombres transidentificados en las estadísticas de “femicidios”.

Además de enterarse de los cargos, el medio anunció que Cêpa enfrentaba hasta 25 años de prisión, una cifra que, según ella, fue fabricada para disuadir a otras feministas de hablar sobre temas similares.

“Esos 25 años sería más tiempo de lo que recibiría un asesino condenado en primer grado”, dijo, catalogando a la amenaza de sentencia como “terrorismo psicológico”.

Discutiendo el caso de Cêpa con Reduxx , la periodista brasileña Andreia Nobre señala que es probable que la dinámica política esté jugando un papel en su terrible experiencia.

“Cêpa está siendo castigada por un hombre que dice ser trans, porque los medios de comunicación brasileños declararon que él era la concejala más votada de todos los tiempos y ella lo cuestionó”, explicó Nobre, “Todo lo que ella dijo es un hecho. ¿Cómo puede alguien creer que un gobierno compuesto por un 50 % de hombres que aseguran ser ser cis y un 50 % de hombres que dicen ser trans representaría un progreso?”.

Nobre, autora de la recién publicada Guía gruñona para la maternidad y de aclamada Guía gruñona para el feminismo radical, señala que las mujeres representan menos del 20% de los escaños políticos en todo el mundo y están enormemente subrepresentadas en la política de Brasil.

“Muestran a las mujeres brasileñas como si no fueran seres humanos que merecen derechos”, dijo Nobre, “Definitivamente es un revés. Apenas se respetan nuestros derechos en Brasil”.

A pesar de que aún no tiene una copia formal de los cargos que el Estado ha presentado en su contra, Cêpa ha formado un equipo de 12 abogadas para luchar en su nombre.

“Sería inconstitucional condenarme por cualquiera de estos cargos… Durante años me he enfrentado a este tipo de ataques por parte de activistas trans, así que cuando pude enterarme, inmediatamente reuní a mi equipo legal”.

El año pasado, Hilton anunció que demandaría a 50 personas por comentarios “transfóbicos”, pero hasta estos momentos Cêpa figura la única que ha sido formalmente atacada . En informes del año anterior publicados por los medios brasileños, Hilton parecería estar usando la amenaza de demanda a las feministas como una estrategia de reelección, reuniendo a sus partidarios en torno a la idea de que las demandará después de haberlas condenado penalmente y les dará el dinero del acuerdo a otras personas transidentificadas.

Cêpa dice que espera que su terrible experiencia muestre cómo las mujeres están perdiendo derechos constitucionales básicos para validar los sentimientos de los hombres.

“Este no es un caso de crimen de odio, sino de una diferencia de puntos de vista políticos. Nadie puede imponerle a una mujer la creencia de que su sexo es irrelevante”.


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Anna Slatz

Anna is the Co-Founder and Editor-in-Chief at Reduxx, with a journalistic focus on covering crime, child predators, and women's rights. She lives in Canada, enjoys Opera, and kvetches in her spare time.

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