Hombre violador de menores recluido en cárcel de mujeres

Un hombre autoidentificado como trans quien participó en la violación de una niña de 7 años ha sido recluido en un centro penitenciario para mujeres en Nueva Jersey.

Ashley Romero, cuyo nombre de nacimiento es Adam, fue uno de las cuatro  sentenciados a principios de este mes por múltiples crímenes relacionadas con el abuso sexual infantil y la trata de personas.

Romero fue arrestado inicialmente en el 2019 después de que los Servicios de Protección Infantil se enteraran de que una empresa de pornografía estaba siendo desalojada de una residencia donde se encontraba un menor. Después de que se ejecutara la orden de allanamiento en la propiedad se  determinó que el niño probablemente habría estado expuesto a material sexualmente explícito, por cual se incautaron los dispositivos electrónicos.

Durante el analisis forense de los dispositivos, se encontraron varias fotos y videos sexualmente explícitos de la niña de 7 años, incluyendo una grabación donde se puede ver a Romero abusando sexualmente de la niña.

La niña era hija biológica de otro hombre identificado como trans que vivía en el hogar, Marina Volz. Romero y Volz le habían arrebatado a la niña a su madre, que vivía en Oregón, y la habían llevado a Nueva Jersey con el fin de forzarla a ingresar en la industria de explotación sexual infantil.

Por su participación en el crimen, Romero recibió una sentencia de 25 años, con condenas por tráfico de personas, agresión sexual de una víctima menor de 13 años, posesión de pornografía infantil y otros actos criminales.

Pero por decisión del Departamento Correccional de Nueva Jersey (NJDOC), Romero fue alojado en la sección de mujeres de la Cárcel del Condado de Somerset mientras espera su traslado al Centro Correccional de Mujeres Edna Mahan.

Romero parece haber tenido un cambio de documento legal ya que sus registros indican que es una “mujer”. Esto contrasta con Marina Volz, que figura como hombre y actualmente se encuentra en la prisión estatal de South Woods, una instalación para hombres. Pero la acción legal establecida por la ACLU permitirá que Volz solicite la transferencia y muy probablemente tenga éxito.

El año pasado, se llegó a un acuerdo de conciliación entre la ACLU y el NJDOC que estipuló que los reclusos transgénero deben ser alojados sobre la base de su identidad de género autodeclarada. En ese momento, la ACLU había estado luchando en nombre de un recluso masculino identificado como trans que había estado alojado en una institución para hombres y supuestamente enfrentó abuso y discriminación.

Después de que se logró el acuerdo, la ACLU de Nueva Jersey elogió la decisión, y la abogada Tess Bordan dijo: “Este acuerdo establece cambios de política sistémicos y de gran alcance para reconocer y respetar la identidad de género de las personas en prisión, con vivienda basada en la identidad de género, uso de pronombres apropiados, acceso a elementos que afirmen el género y mucho más”.

Un recluso mediático identificado como trans que actualmente se encuentra en Edna Mahan, probablemente por los esfuerzos de la ACLU, es Perry Cerf. Cerf fue condenado por la brutal violación, tortura y asesinato de la inmigrante ecuatoriana de 47 años Flor Andrade en 2002. Cerf ahora es conocido como “Michelle Hel-loki Angelina”.

Volz y Romero dirigían lo que describieron como una empresa de pornografía “transgénero de propiedad familiar”, que se especializaba en contenido BDSM, fetiche y tabú.

Si bien evitó dar detalles completos sobre el alcance de la terrible experiencia de la niña durante la sentencia del 6 de mayo, el juez Peter Tober señaló que la niña había sido sometida a condiciones similares a la tortura, haciendo referencia a la presencia de collares, una jaula en el sótano del inmueble y juguetes sexuales que se usaron en ella.

“Si esto no fue atroz, cruel y depravado, no sé qué es”, dijo el juez Tober, afirmando que la niña había sido separada de su madre biológica “únicamente para la gratificación sexual” de los demás.

El fiscal adjunto del condado de Somerset, Brian Stack, dijo que los cuatro culpables habían formado una unidad familiar centrada en el sadismo, y eran “incapaces de redimirse”, también señaló que ninguno se había hecho responsable del daño que habían causado. Llamó a la vivencia de la niña en el hogar un “vórtice de oscuridad”.

La menor vive actualmente con familiares y Volz ha renunciado a todos los derechos de paternidad.

Si bien Volz y Romero recibieron sentencias de 25 años por condenas que incluyen abuso sexual infantil y trata de personas, los otros dos adultos en el hogar también fueron condenados.

Sean Allen, quien recibió una sentencia de 12 años por su papel en los crímenes, y Dulcinea Gnecco, quien también fue acusada de cuatro cargos de poner en peligro a un niño. Gnecco, la cocinera y niñera de la casa, recibió la sentencia más leve y su liberación está programada para el 2023.


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Anna Slatz

Anna is the Co-Founder and Editor-in-Chief at Reduxx, with a journalistic focus on covering crime, child predators, and women's rights. She lives in Canada, enjoys Opera, and kvetches in her spare time.

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