Una académica que se vio obligada a dimitir de su puesto de profesora asistente de justicia penal después de defender la “dignidad” de las “personas atraídas por menores”, acaba de publicar un artículo en el que acusa a los detractores de la ideología de género de entrar en un “pánico moral”. Allyn Walker, una mujer que se dice hombre y que se identifica como no binaria, había barajado en su día teorías sobre dar a los pedófilos “pornografía infantil de alta calidad” para que dejaran de delinquir.
El nuevo artículo de Walker, titulado “Convergencia del discurso transfóbico y el pánico moral: un análisis de contenido de mi correo de odio”, fue publicado por la revista Criminology en otoño de 2023 e incorporaba como contenido los correos electrónicos indignados que Walker había recibido.
“Recientemente, han comenzado a surgir nuevas ansiedades sociales sobre las personas transgénero, enmarcadas como un problema de ‘grooming’, un término que se usa típicamente en el contexto del abuso sexual infantil”, se puede leer en el resumen del artículo. “De esta manera, el pánico moral hacia las personas transgénero parece estar fusionándose con los frecuentemente repetidos temores sociales sobre la pedofilia”.
Walker saltó por primera vez a los titulares en noviembre de 2021 después de participar en una entrevista con el grupo activista Prostasia, una organización registrada 503c que ha sido calificada de “pro pedófila” debido a su defensa de la legalización de las muñecas sexuales de aspecto infantil y por comparar habitualmente la pederastia con una orientación sexual.
Fue invitada por la organización para hablar de su libro titulado “Una sombra larga y oscura: las personas atraídas por menores y su búsqueda de la dignidad”, en el que presenta las perspectivas de 42 individuos que se describen a sí mismos como personas con deseos pedófilos. Según Walker, “una gran enseñanza de mi libro fue que el estigma público contra los MAP (personas atraídas por menores) puede aumentar inadvertidamente el abuso sexual infantil al disuadir de buscar ayuda a quienes corren el riesgo de delinquir”.
"I think we believe societally, that stigma against MAPs serves to protect children because we don’t fully understand the differences between MAPs and sex offenders. Again, we have this confusion between the attraction and a criminal behavior." https://t.co/62YZGg9tbY pic.twitter.com/pPwEOjJUCo
— Prostasia Foundation (@ProstasiaInc) November 9, 2021
En la entrevista con Prostasia, Walker declaraba que prefiere usar el término “personas atraídas por menores” por consideración a los sentimientos de aquellos que desean abusar sexualmente de menores, señalando “… creo que es importante usar la terminología para los grupos que los miembros de ese grupo quieren que otros usen para con ellos”.
Afirmó además que “grupos de defensa de los MAP, como B4U-Act, han abogado por el uso del término, y lo han defendido principalmente porque es menos estigmatizante que otros términos como pedófilo”. B4U-Act fue fundada en 2003 por el pederasta convicto Michael Melsheimer con el propósito explícito de normalizar la pedofilia como sexualidad y distraer la atención de los intentos de salvaguarda.
En palabras del propio Melsheimer, quería asegurarse de que B4U-Act nunca se asociara con la “prevención de la delincuencia”. Melsheimer murió en 2010, pero a día de hoy se lo considera un miembro respetado de la “comunidad de amor hacia los niños“. Sorprendentemente, Walker parece no estar al tanto de la historia de B4U-Act y ha defendido que debería promoverse una mayor aceptación de las personas con deseos pedófilos como estrategia para prevenir los abusos sexuales.
“Usar un término que comunique hacia quien se siente atraído alguien no indica nada sobre la moralidad de esa atracción”, dijo Walker a Prostasia. “Desde mi punto de vista, no hay moralidad o inmoralidad asociada a la atracción hacia nadie, porque nadie puede controlar en absoluto por quien se siente atraído”.
Cuando la noticia de la entrevista de Walker se hizo viral, rápidamente comenzaron a circular copias de la tesis doctoral de Walker, en la que se mostraba que Walker había sostenido teorías sobre permitir a los pedófilos acceder a “pornografía infantil de alta calidad” en la creencia de que podría reducir la delincuencia, afirmando: “La pornografía infantil como técnica de reducción de daños se ha teorizado previamente como una estrategia potencial para que los MAP mantengan la abstinencia del contacto sexual con menores”.
Para argumentar que la indignación, tanto por el activismo de los MAP como por la ideología de identidad de género, constituye una “convergencia de pánico moral”, el artículo más reciente de Walker presenta un análisis de contenido de 231 cartas y correos electrónicos que recibió después de que el público se enterara de su labor de defensa de los pedófilos autoidentificados.
“La información contenida en mi correo de odio puede ayudarnos a comprender mejor las actitudes anti-queer y anti-transgénero en nuestra época actual, así como el modo en que los medios de comunicación pueden difuminar los límites entre múltiples pánicos morales, haciéndolos converger”, escribe Walker, para luego destacar algunos de los ejemplos más virulentos de los correos electrónicos que había recibido.
Aunque algunos mensajes estaban plagados de insultos contra los homosexuales y de lenguaje vulgar, refiriéndose a Walker como “pervertida”, “pedófila” y “pederasta”, otros tenían un enfoque más racional. Un correo electrónico, presuntamente escrito por una sobreviviente de abuso sexual, pedía a los funcionarios de la universidad que investigaran el trabajo de Walker.
“Le pediría respetuosamente que investigue la relación de la universidad con la Dra. Walker. La retórica de la Dra. Walker, aunque en la superficie se dice que tiene la intención de facilitar la identificación y prevención del abuso sexual infantil, creo que es un peligroso desdibujamiento de una clara línea moral entre lo correcto y lo incorrecto”, se puede leer en el correo electrónico.
“Me gustaría animar a que esta investigación continúe, pero me preocupa que la vida pasada de la Dra. Walker, su elección personal de ir en contra de la naturaleza biológica de nuestra especie, haya sesgado la perspectiva de la Dra. Walker. Este sesgo ha hecho que la Dra. Walker normalice un estado mental que no es constructivo. Esta investigación debe ser realizada por alguien que tenga un historial de estabilidad mental, no por alguien que haya aceptado falsedades como verdades. Aunque me preocupan profundamente las personas, también estoy profundamente en contra de las ideas falsas”.
Según Walker, “el deseo de ver el fin de mi empleo era un tema importante en mis datos”. Los detractores pidieron a Walker que dimitiera o que se la echara de su puesto en el mundo académico: “gran parte del correo que recibí con este tema era de personas que indicaban que mi empleo en el mundo académico era en general inapropiado”. De hecho, el 24 de noviembre de 2021, el presidente de la Universidad Old Dominion, Brian O. Hemphill, hizo público un comunicado en respuesta al revuelo en el que anunciaba que Walker había sido puesta en situación de baja administrativa.
Sin embargo, el rechazo del mundo académico hacia Walker no duró mucho; el mayo siguiente, el Centro Moore para la Prevención del Abuso Sexual Infantil de Johns Hopkins anunció su decisión de contratarla como becaria postdoctoral.
We are excited to share that Allyn Walker, PhD, will be joining the Moore Center as a postdoctoral fellow on May 25.
— Moore Center for Prevention of Child Sexual Abuse (@MooreCenter_JHU) May 12, 2022
Mientras los medios de comunicación arremetían contra las opiniones de Walker, la directora del Moore Center, Elizabeth Letourneau, publicó un artículo de opinión en The Washington Post defendiéndola. En dicho artículo de opinión, Letourneau afirma que también prefiere “persona atraída por menores” a “pedófilo”.
El Centro Moore para la Prevención del Abuso Sexual Infantil está afiliado a la institución médica Johns Hopkins, que tiene un largo historial de apoyo hacia teorías relacionadas con la sexualidad infantil, además de promover cirugías transexuales.
John Money (artículo en español), a quien se le atribuye la acuñación del término “identidad de género”, fue un sexólogo y psicólogo que fundó la Clínica de Identidad de Género de la Universidad Johns Hopkins en 1966 e inició un extenso programa de investigación sobre el tratamiento médico de las parafilias sexuales y sobre los procedimientos de “reasignación de sexo”.
Al igual que muchos sexólogos, Money creía que la pedofilia era una sexualidad inofensiva que, cuando se practicaba “correctamente”, no causaba ningún daño a la criatura. Las teorías de Money sobre la pedofilia eran tan favorables que, a día de hoy, su trabajo ocupa un lugar destacado en la página web de la Asociación Norteamericana de Amor Hombre-Niño (NAMBLA), uno de los grupos de defensa de los derechos de los pederastas más antiguos.
En la década de 1990, Money fue entrevistado por Paidika, una revista de psicología pedófila que toma su nombre del adjetivo griego para “aniñado”, y que ha sido utilizada por los activistas de los derechos de los pedófilos para referirse al miembro más joven de la pareja en una relación pederasta.
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