El activista trans que arrojó zumo de tomate a una defensora de los derechos de las mujeres durante un acto de libertad de expresión en Auckland ha sido acusado de agresión común y parece estar huyendo de las autoridades neozelandesas.
Eliana Rubashkyn, también conocido como Eliana Golberstein y Eliana Rubinstein, es un hombre que se identifica como transgénero e intersexual y usa los pronombres “they/them”, “elle”. El 25 de marzo, Rubashkyn atacó a Kellie-Jay Keen, activista por los derechos de las mujeres, durante lo que se suponía que era una manifestación pacífica en favor de los derechos de las mujeres.
Keen, también conocida por su apodo Posie Parker, había organizado una gira de mítines por Nueva Zelanda cuyo objetivo era dar a las mujeres la oportunidad de expresar lo que piensan sobre la ideología de género. Pero se vio obligada a interrumpir la gira tras ser recibida con violencia extrema en su primera parada en Auckland en Albert Park.
Cuando Keen se acercaba al quiosco de música del parque, donde iba a dirigirse a un grupo de aproximadamente 200 seguidores, Rubashkyn arrojó un litro de zumo de tomate (artículo en español) sobre ella y su equipo de seguridad. Los vídeos del incidente han circulado desde entonces por las redes sociales, y Rubashkyn declaró a un canal de noticias local que pudo acercarse a Keen porque mintió sobre su identidad y se hizo pasar por un simpatizante de ella.
Tras el acto, Rubashkyn dio una entrevista en la que afirmó que atacó a Keen porque “sus palabras son sangre porque están matando a nuestra gente”. Continuó: “Ese zumo de tomate representa la sangre de las personas que está tratando de matar”.
Rubashkyn también se dirigió a la multitud después de que la policía escoltara a Keen fuera del parque, y declaró que quería que Keen estuviera “llena de sangre … Porque ella está abogando por nuestro genocidio”.
El primero en informar sobre el cargo de Rubashkyn fue Newsable, que recibió una declaración de éste en la que volvía a reivindicar la agresión y en donde sugería que se sentía cómodo enfrentándose a la justicia.
“La agredí y lo volveré a hacer”, dijo. “Y si tengo que pasar 10 años en la cárcel, pues estaré encantado de pasar 10 años en la cárcel”.
Pero a pesar de sus palabras, Rubashkyn huyó de Nueva Zelanda al enterarse de que la policía planeaba emitir una orden de detención contra él por agresión.
Su última publicación relacionada con viajes sugiere que ya ha abandonado Australia y está de camino a los Estados Unidos.
Se ha lanzado una recaudación de fondos para apoyar a Rubashkyn, citando un fondo de defensa legal, así como “necesidades de seguridad personal”. En el momento de redactar este artículo se habían recaudado poco más de 1,300 dólares. La campaña de recaudación de fondos está actualmente siendo revisada por GiveALittle, y algunos en las redes sociales han señalado que es probable que una recaudación de fondos para un fugitivo vaya en contra de los términos de servicio de la plataforma.
Rubashkyn es colombiano de origen judío-ucraniano (artículo en español), pero actualmente vive en Nueva Zelanda. Ha trabajado con la ONU y como Oficial de Programas en ILGA World (la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales). Gran parte de su historia de origen e identidad de género se ha puesto en duda tras un espacio de Twitter el 28 de marzo en el que Rubashkyn parecía a veces incoherente mientras se dirigía a una audiencia en directo durante casi 8 horas seguidas.
Durante el espacio, Rubashkyn hizo una serie de comentarios lesbófobos, racistas, sexistas y violentos, incluso llegó a decir que las “primeras víctimas” del Holocausto fueron hombres que se decían trans.
“Las mujeres trans fueron las primeras víctimas del nazismo. Las mujeres trans fueron asesinadas antes de que los judíos fueran enviados a campos de concentración”, dijo, y continuó: “En la década de 1930, los nazis se apoyaron en las TERF para promover el odio … Las TERF se convirtieron en propietarias de campos de concentración para mujeres. Las TERF fueron muy decisivas en el sistema que los nazis construyeron para hacer más bebés … para que la Alemania nazi siguiera creciendo”.
Rubashkyn afirma ser judío y dice hablar hebreo con fluidez, pero parecía ser incapaz de entender a un hablante de hebreo que le cuestionó su afirmación.
Además del espacio maratoniano, Rubashkyn también subió un video a su cuenta de Twitter en el que se le veía sollozando mientras afirmaba que se estaba produciendo un “genocidio trans” y que los “nazis” intentaban asesinarlo.
“Estoy tan lleno de alegría por ser trans, pero tengo tanto miedo porque quieren matarme. Los nazis, esos quieren pillarlo a uno”.
El evento del 25 de marzo formaba parte de la gira internacional Let Women Speak (Dejad Hablar a las Mujeres) organizada por la activista británica por los derechos de las mujeres Kellie-Jay Keen. Keen ha organizado concentraciones por todo el Reino Unido, Estados Unidos y Australia alentando a las mujeres a usar su plataforma para hablar sobre cómo la ideología de género ha afectado sus vidas.
Aunque los actos de Keen suelen ser recibidos con hostilidad, el mitin de Nueva Zelanda derivó tan rápidamente en violencia que tuvo que ser cancelado antes incluso de que pudiera comenzar.
Cuando llegó a Albert Park, Keen se puso a transmitir en directo en su canal de YouTube como suele hacer, para ofrecer a sus seguidores información actualizada del evento.
Los transactivistas atacaron un guardia de seguridad y la policía desalojó a Keen en una respuesta tardía.
La escena se volvió caótica inmediatamente, ya que la policía no aparecía por ningún lado. Aquellos que seguían el evento desde la distancia a través de la transmisión de YouTube pudieron ver cómo Keen era conducida por su equipo de seguridad a través de una multitud de activistas trans. Una vez que logró llegar al escenario, se pudo escuchar a Keen de inmediato expresar su preocupación por la falta de presencia policial.
Keen y sus seguidores fueron rápidamente rodeados por una turba cada vez más agresiva de manifestantes trans. Los activistas rompieron las barreras establecidas, y no tardó en tomarse la decisión de cancelar el acto y marcharse por la seguridad de todos los involucrados.
Además de Keen, que fue agredida por Rubashkyn, una anciana que había asistido a la manifestación en su apoyo fue golpeada en la cara por un activista trans.
La mujer, que al parecer tiene más de 70 años, sufrió un cabezazo y un puñetazo en la cara que la dejó con un ojo morado. Los videos de la agresión se hicieron virales en Twitter al filtrarse varios ángulos del altercado entre la anciana y el activista trans tras la concentración.
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