Reclusa sobreviviente de abuso sexual condena presencia de hombres transgénero en instalaciones femeninas  

Una segunda reclusa ha denunciado las políticas que permiten el ingreso de hombres biológicos a las instalaciones del Centro Correccional para Mujeres Edna Mahan, además reveló las dificultades que ella y otras sobrevivientes de trauma sexual han tenido que soportar desde la llegada de los varones.

“En mis 23 años de encarcelamiento aquí en el Edna Mahan… jamás había visto semejante daño traumático como el que ahora se está generando. El estado necesita encontrar un lugar exclusivo  para [personas] transgénero”.

Dawn Jackson, de 51 años, habló en exclusiva para Reduxx acerca de como cambió su vida desde que los hombres identificados como trans comenzaron a inundar el Edna Mahan como consecuencia de la demanda de la ACLU del año pasado.

“Hablando a título personal, he llegado al punto en el que me desplomo mental y emocionalmente cuando me encuentro frente a cualquiera de estos hombres identificados como trans que comparten la prisión conmigo”, dijo Jackson, “tuve que reorganizarme mentalmente desde que me dejaron sin opciones… ser obligada a vivir con el sexo opuesto.”

Jackson describió el cambio drástico dentro de la institución desde la llegada de los reclusos , con muchas mujeres volcándose a apaciguarlos a lo que Jackson describe como el miedo a ser víctimas. Ella comparte el ejemplo de una reclusa que comenzó a servirle a un hombre transidentificado  después de que este la “atrapara” expresando su desconfianza con respecto a él.

“Ella estaba hablando por teléfono explicándole a su familia lo molesta que estaba por el nuevo recluso transidentificado que fue transferido ese mismo día a la unidad. El medía dos metros de altura y escuchó a la joven expresar su preocupación y esperó hasta que esta terminara la llamada”, describe Jackson, y continúa: “El hombre identificado como trans esperó a que ella colgara el teléfono, solo para acercársele y encararla. Como resultado de esto, la joven cedió, sintiéndose tan amenazada como para ofrecerle explicaciones. Empezó a cocinarle y compartir sus tableta JP6… La joven estaba intimidada por lo que él es. No pude evitar sentir lástima por ella. Entendí su miedo y el tener que sobrevivir de cualquier manera frente a los posibles peligros”.

Jackson dice que fueron sus pasados traumas sexuales los que la hicieron particularmente sensible a la llegada de reclusos varones.

“En el momento en que descubrí que hombres identificados como trans vendrían al centro Edna Mahan, con su hombría intacta, eso realmente me afecto psicológicamente”.

Jackson recuerda un incidente a principios de este año en el que se enfrentó a un hombre identificado como trans que estaba enojado con ella por no hablarle lo suficiente.

“Inmediatamente, me encogí por la intimidación que sufrí de esta persona. Si solo una de mis compañeras se hubiera acercado y  apoyado, no habría sentido esa ola de miedo dentro de mí. No había igualdad entre nosotros; solo hombre contra mujer”, agrega, “recuerdo haber tartamudeado, tratando de responder. Me sentí obligada a dar una respuesta. Todo lo que vi parado frente a mí era un hombre. Y lo más triste de esto es que además de ser abordada, estaba haciendo todo lo posible para no mostrar el miedo que siempre he sentido como una mujer maltratada que no le quedaba otra cosa más que someterse”.

Jackson, madre de 11 y abuela de 20, ha cumplido 23 años de su sentencia mínima obligatoria de 30, dictada después de que asesinara a puñaladas a su abuelo adoptivo, Robert McBride en el año 1999.

Jackson compartió con Reduxx que desde los 5 años de edad había sido víctima de repetidos abusos incestuales por parte de los hombres en su familia, algunos de los cuales fueron tan graves que resultaron en daños a su tejido vaginal y rectal, y requirieron que volviera a aprender a ir al baño. Jackson detalló gráficamente muchos de los abusos que sufrió, incluso a manos de su propio padre.

McBride había estado entre esos familiares que con frecuencia abusaron de ella, y Jackson explica que él la había entrenado para facilitarle sexo oral a la edad de 8 años.

“Estaba borracho la mayor parte del tiempo.  Me despertaba y me obligaba a sentarme en el costado del sofá cama; colocaba mi cara en su ‘frente’, forzando mi boca a su pene”, cuenta Jackson, “Como resultado del abuso constante, quedé embarazada a los 13 años… Comencé a escaparme de casa con regularidad”.

El día del asesinato, Jackson sostiene que McBride había intentado violarla.

“Me estaba defendiendo… de volver a ser esa niña tímida que fue forzada al incesto: tener relaciones sexuales y realizar actos sexuales degradantes a partir de los cinco años”.

Pero a pesar de su larga historia de victimización, el defensor público de Jackson se negó a mencionar sus experiencias pasadas como posible factor atenuante durante su juicio.

“La defensora pública en mi caso nunca estuvo ‘a favor mío’. Habló en mi contra como si me estuviera procesando”, criticó Jackson, y señala que la abogada incluso llegó a afirmar que sus experiencias como víctima de McBride y otros  “carecían de relevancia” en la corte.

“Cinco miembros masculinos de la familia y un amigo abusaron de mí durante años. De ninguna manera debería haber sido sentenciada a 30 años de prisión”, dijo Jackson.

Según un informe del 2016 del Instituto de Justicia Vera, el 86% de las mujeres privadas de libertad tienen antecedentes de abuso y el 77% tienen antecedentes de violencia de conyugal. Los defensores de los derechos de la mujer han descrito esta situación como un “canal directo de abuso sexual a prisión”.

“No debería tener que soportar las quejas por ‘discriminación’ hechas por hombres transgénero solo para que puedan salirse con la suya”, recalcó Jackson, “La ignorancia de los activistas que comparan a mis experiencias traumáticas con la validación de la identidad transgénero es completamente injusto. Nunca elegí ser violada, sodomizada y abusada por hombres”.

Mientras compartía sus pensamientos, Jackson expresó su incredulidad ante los activistas trans que atacaron a Miseka Diggs, otra mujer encarcelada en las instalaciones que habló con Reduxx en mayo.

“El dolor que soporté, me afectó y me importó mucho”, dijo. “De ninguna manera esos activistas pueden comparar el trauma psicológico de ser abusado ​​sexual, física, mental, emocional y verbalmente con el de los hombres que eligen ‘ identificarse’ como mujeres”.

En 2020, la terrible experiencia de Jackson fue reseñada en el programa especial de Oxygen de Kim Kardashian “The Justice Project”, donde la megacelebridad buscó ayudar a las personas encarceladas que sintió que necesitaban ser puestas en libertad debido a las circunstancias de su crimen. Kardashian también estaba tratando de llamar la atención sobre el problema del encarcelamiento masivo en los Estados Unidos, un problema que afecta de manera desproporcionada a los afroamericanos.

Jackson (Centro) con su hija Sadaiya (Izquierda), nietos Desa’Rhaye y Keh’Mani, e hijo Deaven (Derecha). Fuente: Sadaiya Kelley.

“Cuando leí la carta de Jackson por primera vez, lloré… Ella detalló su abuso”, dijo Kardashian durante una entrevista en el momento de filmar su documental, “pero luego descubrí que no pudo ser así de abierta”. durante su juicio, y no pudo revelar nada de lo ocurrido. Esa fue la razón por la que ella hizo lo que hizo: en defensa personal, en un momento de ira, en manos del abuso… Puedes entender su experiencia y sentir su dolor, pero cómo el sistema le falló y a mis ojos esto es una injusticia.”

Desde su encarcelamiento hace 23 años, Jackson le contó a Reduxx que ha trabajado duro para mejorar y prepararse para la vida más allá de las rejas.

“Completé con éxito aproximadamente 67 programas institucionales y obtuve mi diploma de escuela secundaria y un título asociado”, Explica Jackson con orgullo, y señala que también ha estado facilitando varios programas de Narcóticos Anónimos para sus compañeras de prisión.

En febrero del 2018, Jackson solicitó clemencia ante la oficina del gobernador de Nueva Jersey, Phillip Murphy, solicitando que se le conmutaran los 6 años restantes de su sentencia. Su hija menor, Jhordin, presentó una petición en un intento de ayudar a su madre a obtener una respuesta del despacho del gobernador. Para el 6 de junio, cuenta con más de 13.400 firmas.

Reduxx  intentó contactar a la oficina del gobernador para saber su posición frente a la solicitud de clemencia de Jackson, pero no recibió respuesta al momento de esta publicación. Este artículo puede actualizarse en caso de que la oficina responda.


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Anna Slatz

Anna is the Co-Founder and Editor-in-Chief at Reduxx, with a journalistic focus on covering crime, child predators, and women's rights. She lives in Canada, enjoys Opera, and kvetches in her spare time.

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