Las autoridades mantienen a un pederasta transgénero incomunicado en una prisión masculina después de determinar que era “demasiado peligroso” para ser enviado a una institución de mujeres, a pesar de su cambio legal de género.
Marcia Walker, nacido Mark Walker, fue sentenciado a 13 años de prisión por la violación en 2003 de dos niñas, una de las cuales tenía solo 4 años en aquel momento. También fue condenado por múltiples delitos relacionados con la creación y distribución de imágenes de abuso sexual infantil.
Desde su sentencia inicial, a Walker se le ha añadido tiempo a su sentencia por amenazar de muerte a funcionarios del gobierno y por repetidas amenazas de bomba a las prisiones en las que ha estado encarcelado.
Walker fue puesto en libertad en 2012, solo 8 años después de su sentencia, y enviado a un centro de reinserción en Windsor. Una vez allí, dijo que había una bomba en la residencia y fue llevado de vuelta a prisión por bulo malicioso. De vuelta en la cárcel, realizó varias amenazas de muerte y dio falsos avisos de bomba, uno de ellos contra la entonces Ministra de Interior, Theresa May. En 2013, recibió una sentencia adicional de 6 años como resultado de sus violentas amenazas.
En 2015, se le añadieron 4 años a su sentencia por hacer amenazas similares mientras estaba encarcelado en la prisión de Parkhurst, al llamar a Crimestoppers y decir que había una bomba de clavos en el aparcamiento y una bomba en la casa del gobernador de la prisión.
Dos años más tarde, Walker, de repente autoidentificado como mujer, realizó otras amenazas de bomba mientras estaba encarcelado en HMP Long Lartin, justificando las amenazas con el retraso en obtener atención de “afirmación de género”. Fue sentenciado a 5 años adicionales.
En 2021, Walker salió en los periódicos por agredir al personal de la cárcel de máxima seguridad Frankland en Durham por haberle confiscado varios artículos prohibidos de su celda.
Walker entró en cólera porque los funcionarios de prisiones le confiscaron revistas de National Geographic cuando descubrieron que contenían fotos de niños desnudos. Debido a las amenazas violentas que hizo, se le prohibió a Walker tener cuchillas de afeitar en su celda, debido a preocupaciones por la seguridad del personal y los otros reclusos. Walker luego atacó físicamente a un guardia, alegando que su “disforia de género” se exacerbaría si no se le permitía afeitarse.
Sorprendentemente, Walker no recibió tiempo adicional bajo custodia por el asalto, sino que fue puesto en libertad y enviado a una casa de transición en Surrey.
A pesar de reconocer que tenía “preocupaciones reales” sobre la conducta de Walker, el juez Ray Singh declaró que no le parecía que la detención continuada fuera lo mejor para Walker, y lo puso en libertad con una condena condicional de 15 meses.
Apenas un mes después, Walker fue arrestado una vez más y enviado de vuelta a prisión por violar las condiciones de su liberación por haber sido descubierto buscando imágenes de bebés desnudos en una librería de Oxford.
Desde su vuelta a la cárcel, Walker aparentemente ha intentado conseguir el traslado a una prisión para mujeres sobre la base de su identidad de género “femenina” legalmente reconocida.
The Sun ha descubierto que la administración de la prisión no está dispuesta a transferir a Walker debido al peligro extremo que representa, y que se le mantiene en total segregación en las instalaciones de hombres de alta seguridad.
Una fuente anónima de HMP Frankland habló con el Sun y reveló que los presos están “furiosos” por el tratamiento especial que se le da a Walker, ya que el resto de los reclusos deben quedarse encerrados en sus celdas mientras Walker come o se baña.
La fuente, usando pronombres femeninos para Walker, declaró: “Tienen que tratarla como una mujer, pero no la pueden trasladar a una prisión femenina porque representa un riesgo. Y, como legalmente es una mujer, debe mantenerse separada de los reclusos varones”.
Walker parece ser una excepción muy rara a las políticas penitenciarias del Reino Unido, bajo las cuales el reconocimiento legal de género generalmente determina a qué prisión se manda a los presos.
Según Keep Prisons Single Sex, un grupo de campaña del Reino Unido centrado en abogar por los derechos segregados por sexo de las reclusas vulnerables, casi el 100% de los presos varones que se identifican como transgénero y que tienen un certificado de reconocimiento de género están detenidos en cárceles femeninas. Esto incluye a los reclusos que han sido condenados por delitos sexuales graves y aquellos con genitales masculinos completamente intactos.
Actualmente no está clara la razón por la que los funcionarios de la prisión están haciendo una excepción con Walker, ya que otros hombres condenados por horribles crímenes similares ya se encuentran en el sistema penitenciario de mujeres, algunos de los cuales sin siquiera un reconocimiento legal de género.
A principios de este año, un pedófilo en serie sin certificado de reconocimiento de género fue enviado a una prisión de mujeres, lo que muchos defensores de los derechos de las mujeres consideraron un escándalo.
John Stephen Dixon, de 58 años, abusó sexualmente de cinco niñas y dos niños entre 1989 y 1996. La más joven de las víctimas tenía solo 7 años en aquel momento. En 2004, Dixon comenzó a identificarse como una mujer llamada “Sally Anne”. En septiembre, se supo que Dixon, que no tenía un cambio de nombre legal o cambio de género, iba a ser transferido a la cárcel de mujeres de HMP Bronzefield.
En el tiempo que lleva allí, Dixon ya ha tenido que cambiar de módulo por haber atacado a una reclusa intelectualmente vulnerable.
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