Un atleta de 49 años que se identifica como “mujer” se ha llevado el bronce en la final femenina de 200 metros en los Campeonatos Mundiales de Para Atletismo celebrados hoy en París. Valentina Petrillo compitió en los 200 metros femeninos en la categoría de discapacidad visual T12 en los Juegos Paralímpicos, donde logró clasificarse para la carrera final tras quedar segundo en las semifinales.
Petrillo, nacido Fabrizio, competía contra la cubana Omara Durand, la venezolana Alejandra Pérez López y la alemana Katrin Mueller-Rottgardt. Entre los competidores, solo Petrillo corría sin guía, un corredor destinado a ayudar a los atletas con discapacidad visual a recorrer el circuito con seguridad.
Aunque Petrillo ocupó inicialmente la 4ª posición, Mueller-Rottgardt fue finalmente descalificada de la carrera por una infracción del reglamento, por lo que Petrillo subió a la medalla de bronce.
Petrillo se había clasificado para las competiciones finales tras conseguir llevarse el bronce (artículo en español) en la carrera de 400 metros lisos la semana pasada, también en la categoría de discapacidad visual. Su victoria hizo que la marroquí Fatima Ezzahra El Idrissi perdiera la oportunidad de competir.
Según las directrices de participación del Campeonato Mundial de Para Atletismo, “un atleta será elegible para competir en categoría femenina si es reconocido como mujer por ley”. Pero su libro de políticas señala también que “tratará los casos relacionados con atletas transgénero de acuerdo con las directrices transgénero [del Comité Olímpico Internacional]”.
En declaraciones a Reduxx, Peter Eriksson criticó a la Federación Mundial de Para Atletismo por su decisión de permitir competir a Petrillo. Eriksson es el ex entrenador del Equipo de Canadá y el Equipo de Gran Bretaña, y reveló a principios de este año que había sido amenazado para que guardara silencio (artículo en español) después de que tres hombres biológicos se llevaran medallas en los Juegos Olímpicos de 2018.
Eriksson argumentó que la Federación Mundial de Para Atletismo se estaba remitiendo innecesariamente al COI, explicando que tiene la capacidad de establecer sus propias directrices y podría haber prohibido a los hombres que se dicen trans participar en categorías femeninas. Eriksson había calificado previamente la política de “evasiva” y dijo que las directrices transgénero del COI a las que se refiere la Federación Mundial de Para Atletismo “no existen” en absoluto.
“Una vez más, Petrillo ha robado a las mujeres su derecho a tener una competición justa”, declaró Eriksson.
“Es frustrante ver que el Comité Paralímpico Internacional no apoya a las mujeres en el deporte. Dejaron entrar a un hombre tramposo en la categoría femenina”, continuó, para añadir que la participación de Petrillo en la carrera final femenina había sido una “vergüenza” para la competición.
Como ya informó anteriormente Reduxx (artículo en español), Petrillo cuenta actualmente con 8 títulos de campeonatos femeninos, pero no pudo ganar ni uno cuando competía contra hombres. Petrillo primero se cambió el nombre a Valentina y comenzó a tomar estrógeno en 2019. Al año siguiente, empezó a competir contra atletas femeninas y desde entonces ha roto múltiples récords de carreras femeninas italianas.
Petrillo ha sido diagnosticado con la enfermedad de Stargardt, un trastorno del ojo que causa degeneración de la retina con el tiempo. Debido a esta deficiencia visual, se le ha permitido competir tanto en competiciones reservadas a mujeres con discapacidad, como en competiciones que no lo están.
Varias atletas femeninas y expertos profesionales han manifestado sus preocupaciones sobre la participación de Petrillo en la categoría femenina. En los Campeonatos de Atletismo Masters celebrados en Arezzo en octubre de 2020, Petrillo superó a Sanulli y a Denise Neumann, quienes habían ganado previamente títulos mundiales y Masters europeos y que están consideradas como las mejores en sus categorías.
Las atletas subieron al podio con Petrillo en aquel momento para evitar verse envueltas en una polémica, pero más tarde declararon que sentían que Petrillo tenía una ventaja injusta.
“No me pareció haber competido de igual a igual. Era mi carrera, mi objetivo de la temporada. Llevaba mucho tiempo preparándola y quería ganar”, declaró entonces Sanulli.
Sanulli y Neumann se encontraban entre las más de 30 atletas femeninas de Master que firmaron una petición en 2021 oponiéndose a que se les permitiera a los hombres identificarse como mujeres para acceder a los deportes femeninos.
Las mujeres estaban representadas por la abogada italiana y campeona de atletismo Mariuccia Fausta Quilleri, que declaró que la admisión de atletas masculinos en competiciones femeninas constituye una violación del artículo 1 del Código de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres.
La petición se envió al presidente de la Federación Italiana de Atletismo, Stefano Mei, a la ministra de Igualdad de Oportunidades, Elena Bonetti, y a la subsecretaria de Estado para el deporte, Valentina Vezzali. Según el grupo de defensa de los derechos de la mujer RadFem Italia, los funcionarios del gobierno ignoraron sus esfuerzos.
En febrero, RadFem Italia volvió a ponerse en contacto con funcionarios del gobierno para asegurarse de que no se le permitiera a Petrillo el acceso a los vestuarios femeninos. Como consecuencia, se le proporcionó un vestuario reservado especialmente para él en los Campeonatos Masters Italianos el mes siguiente en Ancona.
El 16 de marzo, Petrillo montó en cólera en una publicación de Facebook en la que equiparaba las críticas a su presencia en los deportes femeninos con el nazismo, diciendo a sus detractores que estaban “al mismo nivel que Hitler” y comparando las categorías deportivas basadas en el sexo con la prohibición impuesta en 1936 a los atletas judíos.
Molesto porque se le negó el uso de los vestuarios femeninos, Petrillo escribió: “En Ancona me lo habéis hecho pasar fatal, no es justo … Me habéis relegado a un vestuario ‘especial’”, una situación que, según él, era similar a la segregación de los llamados appestati, o enfermos de peste.
Hablando sobre su historia con la BBC en junio de 2021, Petrillo dijo: “Hasta hace cuatro años, si hubieras hablado con Fabrizio (el nombre que Petrillo recibió al nacer), Fabrizio te habría dado la impresión de que era un machista. Era un tipo duro que hablaba despectivamente de las mujeres, pero luego era una mujer en su espacio privado”.
Petrillo ha declarado que solía “probarse la ropa de su madre” cuando era más joven, un comportamiento que hasta hace poco se consideraba un síntoma de un trastorno sexual conocido como fetichismo travesti. También ha dicho que antes de declararse “transgénero”, Petrillo le robaba la ropa a su mujer. Al describir un recuerdo de “tocar” la falda de su madre por primera vez, Petrillo dijo: “Fue una emoción increíble. Era como tocar el cielo con la punta del dedo”.
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